En "el diario del coronavirus", una escritora china cuenta los avatares de la vida en la cuarentena de Wuhan
Comienzan a despertar gran interés en casas editoriales de todo el mundo los diarios de la escritora china Fang Fang (seudónimo de Wang Fang, Nanjing, 1955), que reside en la ciudad de Wuhan, donde se inició el brote de coronavirus. Desde el 25 de enero pasado, Fang empezó a publicar en un blog textos que documentaban la vida en ese lugar durante el apogeo de la enfermedad que mantiene en vilo al mundo. Sus breves entradas, que escribió cada mañana y cada noche, antes y después de la "cuarentena" forzosa que debieron atravesar los habitantes de la ciudad, se publicaron diariamente y contienen reflexiones sobre la cotidianidad trastocada por la irrupción del virus, historias de amigos y familiares afectados por la enfermedad y las respuestas del gobierno chino. Fengcheng riji (El diario de Wuhan o Diario de una ciudad en cuarentena) recopila los escritos de Fang sobre el brote de Covid-19 y se ha convertido en una de las fuentes más importantes para conocer el impacto del virus en la sociedad china.
"29 de enero. Todos estamos encerrados dentro de nuestras casas, pero mientras no hayamos sido infectados, estamos bien. Pero para los pacientes que buscan tratamiento hospitalario es muy difícil. He visto imágenes de video del personal médico y los pacientes que sufren una crisis; nunca he experimentado tanta tristeza e impotencia en mi vida", se lee en una de las entradas del diario, que fue publicado originalmente en las cuentas personales de Fang en las redes sociales Sina Weibo y WeChat. Esos escritos atravesaron las barreras de la censura en China, al ser compartidos por cientos de miles de lectores. Se estima que más de diez millones de personas han leído el diario online de la autora que en 2010 recibió el Premio de Novela Lu Xun que entrega la Asociación de Escritores de China.
Rápidamente, noticias sobre el diario del coronavirus llegaron a los medios más prestigiosos del hemisferio norte, dentro y fuera de China. El 14 de febrero pasado, un artículo publicado en The New York Timesdespertó el interés entre las casas editoriales en lengua inglesa y, el 2 de marzo, una nota en The Guardian acrecentó aún más el deseo de leer los escritos de Fang.
"31 de enero. ¿Cuántas personas murieron en Wuhan y cuántas familias quedaron destruidas? Hasta ahora, ni una sola persona ha pedido perdón o ha asumido la responsabilidad. Incluso he visto a un escritor que usa la frase 'victoria completa'. ¿De qué están hablando? Wuhan está en muy mal estado, con la vida de las personas colgando de un hilo. ¿Dónde está la victoria?", escribió esta narradora y autora de varias novelas, ninguna de ellas traducida aún al español, ni siquiera A Short Burial, que cosechó elogios en los países de habla inglesa tras su lanzamiento en 2016.
Según un informe chino, los escritos de Fang sobre el brote son "más informativos que leer notas y artículos de un centenar de periodistas". Para millones de habitantes, su diario personal es más confiable que los medios de comunicación tradicionales a la hora de consignar los temores, sospechas y contratiempos que suscita la enfermedad. Incluso varios lectores han grabado videos y audios para familiares y amigos que se hallaban lejos de Wuhan. Muchas filmaciones caseras de esas lecturas se pueden ver y escuchar online.
Desde que comenzó a escribirlo, Fang publicó más de 70.000 palabras sobre el azote del coronavirus en Wuhan. Mientras tanto, las autoridades chinas le hicieron saber a la autora, según declaró ella misma, que la consideraban una "disidente". Por su parte, agentes literarios del hemisferio norte negocian los derechos de la obra, que ya está siendo traducida al inglés. La idea de Fang Fang es destinar las ganancias que obtenga del libro a los médicos que luchan contra el virus en Wuhan y a las familias de aquellos médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud que perdieron la vida en este aciago inicio de 2020, durante la etapa temprana del brote.
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