En el Día del Escritor Encarcelado, PEN reclama el cese de persecuciones a artistas y académicos
La organización que defiende la libertad de expresión lanza una campaña por la liberación de cinco casos testigo en distintos países; en Turquía, el Nobel Orhan Pamuk fue denunciado por incitar al odio en su nueva novela
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Desde hoy PEN International lanza su campaña del 40 ° Día del Escritor Encarcelado, en la que denuncia los casos de escritores y periodistas que están en prisión o sometidos a procesos judiciales amañados y a la vez impulsa una acción global conjunta por su liberación. La cruzada se extenderá hasta el viernes y convocan a los interesados en participar para generar conciencia a enviar cartas a las autoridades de los países donde se hallan los detenidos, a medios de comunicación, abogados y organismos de derechos humanos.
Cabe recordar que este año el Premio Nobel de la Paz fue otorgado a los periodistas Maria Ressa y Dmitry Muratov , oriundos de países donde la libertad de expresión está en riesgo: Filipinas y Rusia. Desde PEN se afirma que durante la pandemia la libertad de expresión en el mundo se deterioró de un modo dramático. Más de treinta periodistas fueron asesinados, y hay una gran cantidad de escritores, periodistas y activistas encarcelados, enjuiciados o amenazados. Un caso sobresaliente es el del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, perseguido por la dictadura de Daniel Ortega.
El organismo internacional, que confeccionó un informe en el que se detalla la cantidad de escritores y periodistas encarcelados o enjuiciados en el mundo en 2020, presenta en esta oportunidad cinco casos “emblemáticos del tipo de amenazas y agresiones a las que suelen ser sometidos escritores y periodistas” por el solo ejercicio de su derecho a la libertad de expresión: uno de las Américas, otro de Asia Central, otro de Medio Oriente, y otros dos de África y Asia. Se trata de Mohammed Al-Roken (Emiratos Árabes Unidos), Rahile Dawut (China), Selahattin Demirtaş (Turquía), Maykel Osorbo (Cuba) y los doce escritores encarcelados desde 2001 en Eritrea. De lunes a viernes, PEN propone intervenir en la lucha por la liberación del músico, rapero y activista cubano Maykel Osorbo (hoy), del escritor turco Selahattin Demirtaş (mañana), de la antropóloga e investigadora china Rahile Dawut (miércoles 17), de los doce escritores y periodistas eritreos (jueves 18) y, el viernes, del escritor y académico árabe Mohammed Al-Roken.
El cubano Osorbo (que es uno de los fundadores del Movimiento San Isidro, grupo de artistas e intelectuales cubanos fundado en 2018 para protestar contra la censura estatal de obras artísticas y defender la libertad de expresión) ha sufrido nada menos que 121 actos de acoso policial en su país, incluidos múltiples arrestos. Dawut desapareció a finales de 2017, y se presume que el gobierno de la República Popular China es responsable de su desaparición y cautiverio por más de tres años, que causó indignación internacional y la cobertura de los medios de comunicación del mundo. Su hija lidera una campaña, pidiendo su liberación. Al-Roken ha sido perseguido por las autoridades de Emiratos Árabes Unidos durante mucho tiempo debido a su trabajo a favor de los derechos humanos. Cumple condena de prisión en la cárcel de máxima seguridad de Al-Razeen, conocida como la “Guantánamo” de Emiratos Árabes Unidos.
El caso más flagrante es el de Eritrea. Hace veinte años, en septiembre de 2001, las autoridades de ese país africano -donde gobierna un partido único y militarizado- lanzaron una represión masiva contra los críticos del régimen. El 21 de septiembre, doce periodistas de medios de comunicación independientes -Dawit Isaak, Amanuel Asrat, Dijo Idris, Temesegen Ghebreyesuy, Methanie Haile, Fessehaye Yohannes, Yousif Mohammed Ali, Seyoum Tsehaye, Dawit Habtemichael, Dijo Abdelkadir, Sahle Tsefezab y Matheos Habteab- fueron detenidos por las fuerzas de seguridad. Algunos de ellos son además escritores, poetas, traductores, dramaturgos, compositores y críticos de arte. Las autoridades de Eritrea los mantienen incomunicados y sin acceso a familiares, abogados ni médicos, y sin juicio durante dos décadas.
En Turquía, Demirtaş fue arrestado en noviembre de 2016 junto a varios políticos, y se lo acusó de ser miembro de una organización terrorista, difundir propaganda terrorista e incitar al odio (la figura penal favorita de los regímenes autoritarios). Las pruebas utilizadas, según PEN International, carecen de pruebas convincentes de actividad delictiva. No es este un país precisamente amable con las voces disidentes. En abril de este año, el Premio Nobel de Literatura 2006 y uno de los vicepresidentes de PEN International, Orhan Pamuk, fue acusado de insultar a Atatürk y a la bandera turca, y se le inició una investigación sobre su nueva novela Nights of Plague (Noches de peste). “Orhan Pamuk es el tesoro nacional de Turquía, un activo literario cuyas palabras resuenan en todo el mundo y deben ser celebradas como tal; sin embargo, se encuentra una vez más acusado por sus escritos. Las autoridades turcas han utilizado repetidamente las leyes penales de difamación para silenciar a quienes se atreven a hablar, y este caso no es una excepción”, dijo el novelista turco Burhan Sönmez, presidente de PEN International.
En los años 1960, el escritor estadounidense Arthur Miller propuso crear el Día del Escritor Encarcelado, que finalmente se estableció en 1981. Actualmente, reconocidos escritores como el italiano Roberto Saviano, el nigeriano Ben Okri y el británico Philippe Sands expresaron su solidaridad con los colegas que se encuentran en esta situación. El presidente del Centro Argentino de PEN, Gabriel Seisdedos, que integra el consejo mundial de PEN International, confirmó que la sede local participa activamente de la campaña.
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