Elisabetta Piqué relata sus vivencias en la guerra
Hoy, a las 15, en el Centro Cultural Borges
Con motivo de la publicación de su primer libro, "Diario de guerra" (Editorial Norma), la corresponsal de LA NACION en Italia, Elisabetta Piqué, contará hoy, a las 15, en el Centro Cultural Borges sus experiencias como enviada en el frente de batalla.
Piqué ha cubierto casi una decena de conflictos bélicos e insurrecciones en diversas partes del mundo. Entre otras, Bosnia, Haití, Kosovo, Medio Oriente, Indonesia, Afganistán e Irak.
La corresponsal será presentada, en el auditorio Astor Piazzolla del Centro Cultural Borges, por el subdirector de LA NACION, doctor José Claudio Escribano. Será un diálogo abierto con el público.
El acceso a la charla será gratuito pero con invitación. Quedan aproximadamente cien invitaciones que podrá retirarse en la entrada del auditorio a partir de las 14,30.
Un diario personal
La corresponsal comenzó a llevar consigo un diario personal durante las coberturas de las guerras de Afganistán e Irak, en el que volcó sus vicisitudes cotidianas, las dificultades para desarrollar su trabajo, sus miedos, sus arrojos y las condiciones de vida en los frentes de batalla.
Tal como lo cuenta en el libro, fue por sugerencia de un colega en Italia, que la alentó a llevar un diario de sus experiencias personales, que la corresponsal comenzó a escribir una crónica paralela de sus vivencias más íntimas. Antes nunca había pensado en esa posibilidad.
El libro contiene, además, una selección de artículos publicados por LA NACION sobre los conflictos en Afganistán e Irak. A lo largo de 325 páginas, Piqué cuenta hasta dónde una corresponsal debe aceptar correr riesgos; cómo se convive con el horror y la muerte; cómo se resuelven las necesidades elementales en medio de la precariedad de las condiciones del escenario de guerra, donde no hay luz ni agua potable ni servicios mínimos.
Según cuenta en el prólogo, la corresponsal tomó sus apuntes "a mano, en libretas rotosas, en lugares impensados" y en circunstancias muchas veces adversas. Bajo una manta o a la luz de una linterna, para no ser blanco de ataques, Elisabetta Piqué registró detalles de esa cotidianidad que no queda registrada en las crónicas de guerra.
Piqué define así su labor como corresponsal de guerra: "Cuando uno está en el frente de batalla, ve sólo una pequeña parte de la realidad en directo. De pronto, alguien que tiene acceso a varios medios, tiene más información de todo el asunto. Pero lo que le da valor a una crónica desde el frente, es que lo que veo está ocurriendo exactamente en el momento en que soy testigo".