El sonido de Ulises Conti
Un proyecto seduce al músico y compositor: ponerle sonido a una plaza de la ciudad. Además, presentará otro disco y otro libro
Después de un 2011 de múltiples logros, Ulises Conti se pregunta qué le deparará 2012. El año pasado publicó su primer libro, En Auckland ya es mañana (Editorial Mansalva); presentó su sexto disco, Los que no duermen , con Lola Arias; hizo la banda sonora del último film de Edgardo Cozarinsky, que se vio en el festival de Venecia; compuso música para las esculturas sonoras de León Ferrari y estrenó sus Pequeños conciertos para un espectador .
Varios proyectos están en camino. Entre ellos, una nouvelle sobre las aventuras de un grupo de adolescentes que viajan para jugar un torneo de básquet de verano y, después de una serie de extraños acontecimientos, descubren que el regreso a casa será más difícil de lo que esperaban. "Sé que lo que escribo no es exactamente literatura sino algo que está ahí, flotando entre un montón de otras cosas que sí lo son", dice Conti.
Además del libro, habrá en 2012 un nuevo disco de Conti, acompañado por una selección de músicos locales. "Me gusta pensar en el disco como obra de arte. En el relato que podemos encontrar en el conjunto de temas que lo forman, en el disco como una película o un libro: una historia única de sonidos", explica.
"Me gustan los artistas solitarios, los que no pertenecen a un grupo o a una escena en particular, los que trabajan desde la incomodidad, los que tienen una voz propia", confiesa. Y al describirlos se define. Porque todo eso es Ulises Conti. Su formación musical lo llevó a la experimentación. Dice que piensa en el sonido como materia, como algo plástico o visual. "Me interesa el sonido como ficción, pero también como no ficción, como punto de partida para abordar otros lenguajes y soportes. El sonido como una amenaza."
Al igual que muchos otros compositores, Conti está convencido de que el arte sonoro va conquistando terrenos cada vez más importantes. "El próximo año voy a sonorizar un espacio público, una plaza de la ciudad, posiblemente cerca del puerto." La idea de sonorizar espacios u objetos es uno de los aspectos más originales y reveladores del trabajo de este artista que elude categorías. "Veo la arquitectura musical en relación con otras arquitecturas. A través de una ciudad, el sonido es una identidad que puede expandirse entre la gente."