El semáforo de la Feria del Libro. ¿Qué indican los colores de los pabellones?
Del Verde al Rojo, pasando por el Amarillo, Azul y el Ocre, se necesita una brújula para recorrer el predio de La Rural; dónde están los grandes grupos, la zona joven y
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¿Cuál es el significado de los colores con los que se identifican los pabellones en la Feria del Libro? Del verde al azul, se necesita una brújula para recorrer el predio de La Rural. La distribución general tiene su lógica, aunque no es rígida. El Pabellón Ocre, el primero con el que se encuentra el público que ingresa por la avenida Santa Fe al 4200, es donde están las provincias -San Juan y San Luis son las primeras que se divisan, pero también participan Chaco, La Pampa, Buenos Aires, Catamarca, Jujuy, Santiago del Estero, Misiones, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, Santa Fe, Entre Ríos y La Rioja, con libros e información local- y otras instituciones como clubes de fútbol (Huracán y Newell’s Old Boys), el Congreso Nacional, municipalidades, el Museo Provincial Guillermo Enrique Hudson, academias nacionales, fundaciones, Zona Docente y el Espacio de Diversidad Sexual Orgullo y Prejuicio, con librería y actividades, este año al cuidado del escritor Juan Fernando García.
Por regulación de La Rural, el Ocre es un pabellón no comercial y el precio del alquiler de un stand, por su ubicación, es elevado. En el Pabellón Rojo y en el Blanco se agrupan las salas bautizadas con nombres de escritores argentinos, de José Hernández a Alfonsina Storni.
Por tradición (y chequera) en el Pabellón Verde se hallan las grandes editoriales, que suelen ser las más concurridas, como Penguin Random House (PRH) y el Grupo Planeta. No obstante, en esta edición ambos megagrupos se ahorraron un stand. Hasta 2019, Ediciones B (sello de PRH) y Paidós (de Planeta) tenían espacios propios, pero la crisis pandémica forzó recortes presupuestarios. También se encuentran los stands de Urano y Cúspide -colmados de jóvenes, grandes protagonistas de la Feria-, Eudeba y la Universidad Nacional del Litoral (con promociones y novedades para todas las edades), Corregidor, Riverside, El Ateneo, Continente, Loqueleo, Catapulta, La Crujía, Kapelusz, Pequeño Editor, Lenguaje Claro, Granica, Capital Intelectual y Siglo XXI (en un mismo stand, debido a que ambos pertenecen al empresario Hugo Sigman), el Grupo Claridad, V&R, Dunken y Galerna, entre muchos otros.
El Pabellón Amarillo es el de las embajadas, la ciudad invitada (La Habana), las editoriales independientes y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. “El retorno de la Feria a su modalidad presencial nos entusiasma mucho -dice el ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, a LA NACION-. Es un evento que convoca, edición a edición, a todos los públicos a sumergirse de lleno en la cultura. La expectativa tanto del público como de los expositores es enorme porque la Feria impulsa el desarrollo económico del sector al cual desde el Ministerio de Cultura acompañamos con distintas iniciativas”. El stand de la ciudad -amarillo sobre amarillo- presenta los catálogos de treinta editoriales independientes (seleccionadas a partir de una convocatoria) y un ciclo federal con escritores de todo el país. Entre otras, participan del stand 1400, Atuel, Qeja, Amauta & Yaguar, Dábale Arroz, Paco, Caterva, Las Furias, Linda y Fatal, Viajera, La Bicicleta, Frenéticxs Danzantes y Elemento Disruptivo. “En el stand habrá homenajes, sorteos y beneficios con el Pase Cultural”, agrega Avogadro.
A partir de la mediados de la década pasada, tanto el Pabellón Amarillo como el Azul se poblaron de stands colectivos, donde editoriales independientes sumaron esfuerzos para alquilar y montar un stand. Un stand de 14/16 metros cuadrados con estanterías de la empresa Anselmi cuesta aproximadamente 400.000 pesos. Este año en el Pabellón Azul, donde se encuentran los stands colectivos de La Sensación, La Coop y Carbono, debuta Camalotal (155), con libros de Metalúcida, Mil Botellas, Serapis y Los Lápices. Y en el Amarillo hizo lo mismo Un Cuarto Impropio (1401), que agrupa a ocho sellos dirigidos por editoras (DocumentA/Escénicas, Gog y Magog, Hekht, La Mariposa y la Iguana, Maravilla, Monada, Paisanita y Nebliplateada) y un grupo de “artivistas” feministas: La Lengua en la Calle. El stand incluye un “probador de libros” para que los lectores toquen y lean ediciones artesanales e independientes. TyPEO (2018) está conformada por Libros de Astier, Ediciones Cúlmine, Ediciones del Signo, Editorial El Colectivo, Hasta Trilce, La Libre, Editorial Muchas Nueces, Rara Avis Editorial, Ripio y Ubu Ediciones, editoriales independientes de ensayo, “investigación militante”, filosofía, narrativa, poesía, teatro, libros de arte y libros para chicos.
En el Amarillo, cerca de la entrada de Cerviño, está Zona Futuro, donde este viernes, a las 19.30, se celebrará una feria de plaquetas y fanzines, con actividades relacionadas con la literatura, la tecnología y el diseño editorial. El domingo, a las 20.30, la editorial Interzona -que publica a autores como Steven Millhauser, M. John Harrison, Stanislaw Lem, John Berger, Hélène Cixous, Noé Jitrik y Luisa Valenzuela- festejará allí sus veinte años. También está el stand del Banco Nación (1408), principal auspiciante de la Feria (con tarjetas del Nación, el Ciudad y el Provincia se pueden comprar libros descuentos que llegan hasta el 30%).
Ya va por su quinta edición Nuevo Barrio, sección ideada por la Fundación El Libro en el Pabellón Amarillo para editoriales invitadas. Este año participan las porteñas Final Abierto (que publica ensayo y narrativa), Barenhaus, Clara Beter (con narrativa, poesía y literatura infantil), la legendaria Argonauta (de poesía y ensayo, y atendida por Mario Pellegrini, hijo del escritor Aldo Pellegrini), Moebius (novela gráfica y libros álbum), Urania (que lanzó en edición de colección el discurso de César Aira al recibir el Premio Formentor) y Estudio Mafia (historietas y arte gráfico), Hemisferio Derecho y Peces de Ciudad (de Bahía Blanca), la marplatense Letra Sudaca (¿su novedad? Horror, cuentos de terror del director de cine italiano Dario Argento), Libros Silvestres y Ediciones de la Terraza (de Rosario y Córdoba, respectivamente, con libros álbum), y la editorial Arandurã, de Asunción del Paraguay, con narrativa y poesía de escritores paraguayos, un juego de cartas para aprender guaraní y una edición bilingüe guaraní-español de poemas de Olga Orozco. Estaba invitada al Nuevo Barrio el sello peruano Cascahuesos, pero faltó a la cita y dejó el lugar vacante.
“Es muy importante para nosotros participar de la Feria del Libro y del espacio que se brinda a las editoriales independientes -dice Omar Tavalla, director de Barenhaus-. Seguramente, será una Feria con muchísima concurrencia, teniendo en cuenta que hace dos años que no se realiza. Agradecemos a la Fundación del Libro por la oportunidad que nos brindó y por la confianza”. Barenhaus llega a la Feria con una nueva edición de 1984, de George Orwell, y las novelas Bajo el cielo de Manhattan, de Daniel de Ocaña, y La hija del español, de Tinco Andrada.
En el Pabellón Azul -donde se destacan el megastand de varios ministerios nacionales (con tres dinosaurios-robots), el rincón de juegos y lecturas del Ministerio de Educación y (atención, Amalia Granata) el del Ejército Argentino- hay que visitar los espacios de la Cámara Argentina del Libro, con catálogos de veintiún editoriales del país (Párrafo Aparte, Baltasara, Leviatán, Mandioca, Almaluz y Abran Cancha, entre otras); Manantial, que homenajea a la psicoanalista Diana Rabinovich, fallecida en abril de 2021; la filosófica Amorrortu, la distribuidora Waldhutter y Libros del Zorro Rojo, Edhasa, La Brujita de Papel y Libros del Zorzal (en un mismo stand, como Iamiqué, Kalandraka, Algar y Limonero), Gerbera, Ojoreja, Calibroscopio, Comunicarte, Del Naranjo -los libros para niños reinan en el Pabellón Azul-, El Emporio, Colihue y los stands de las editoriales universitarias. Varias librerías, editoriales y distribuidoras ofrecen promociones en este espacio de La Rural.
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