El regreso del lado más salvaje de Irvine Welsh, en el anticipo de su nueva novela
LA NACION
Aunque sea escocés, la literatura de Irvine Welsh no tiene la nobleza y el color de un buen scotch. Sus paraísos artificiales son otros. Lo saben desde siempre los lectores de Trainspotting.
En Un polvo en condiciones, Welsh regresa a sus grandes temas y obsesiones: las drogas duras (y blandas) y la adicción al sexo, en la figura de un actor porno amateur, la última moda, ya no tan nueva, del género. La frase de Aldous Huxley que abre el libro es la manera en la que Welsh refleja la ironía sobre sí mismo: "Un intelectual es alguien que ha encontrado algo más interesante que el sexo". Pero Welsh no es un intelectual. Es un novelista.
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