El Premio Nobel de Literatura empieza a bailar su danza de la fortuna
La Academia Sueca anunciará el jueves quién se quedará con el prestigioso galardón, que trata de dejar las controversias del pasado; los nuevos candidatos y los de siempre
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Comienza hoy la semana de anuncios que mantienen en vilo a los expertos más destacados del planeta en distintas áreas expresivas y del saber. El premio Nobel de Medicina inaugura este periplo de laureados elegidos por la Academia Sueca y el jueves se conocerá el nombre del merecedor de este prestigioso galardón por su trayectoria en el universo de la Literatura. Este último, controvertido por un escándalo cuya sombra aún no se ahuyenta, genera una gran expectativa en lectores, autores y en el mundo editorial, mientras crecen las apuestas, en un clima de absoluto hermetismo.
El jueves, a las 8 de la mañana, hora argentina, se conocerá el nombre del ganador del Premio Nobel de Literatura. Desde 2017, cuando estalló un escándalo por filtraciones a las prensa de posibles ganadores, el hermetismo es atroz. El culpable de adelantar el nombre de los ganadores, Jean-Claude Arnault, esposo de Katarina Frostenson una de las académicas con voz y voto en la decisión del ganador, fue también fue acusado de diversos delitos de índole sexual. En 2018 el Nobel de Literatura quedó vacante ante la parálisis que provocó este hecho en la institución. Sin embargo, en 2019 se entregaron dos galardones, a Olga Tokarczuk y Peter Handke, correspondientes a la edición anterior y la de aquel año. El año pasado, Louise Glück, una poeta estadounidense poco conocida por el gran público, recibió el galardón.
No existen normas o tendencias que regulen los fallos, pero si el año anterior el galardón estuvo destinado para una autora angloparlante, occidental, el Nobel debería, en esta edición, premiar otra lengua y tradición. Siempre está también el factor sorpresa y aún los puristas de estos premios no se reponen de la distinción que obtuvo Bob Dylan en 2016, galardón que no fue a recoger, sino que envío a su amiga Patti Smith a pronunciar unas palabras y a entonar una canción, una accidentada interpretación a causa de sus nervios. “Los criterios de selección han ido cambiando con el tiempo. Nos interesa lo global, la totalidad, es decir, es necesario ensanchar nuestras perspectivas cada vez más. Antes teníamos una perspectiva más eurocéntrica de la literatura y ahora estamos mirando en todo el mundo. Además, antes la mirada se detenía más en autores, en hombres, y ahora miramos a tantas maravillosas escritoras. El proceso de selección se ha intensificado”, decía el pasado el académico Anders Olsson en el canal oficial del Premio Nobel.
Un indicador que brinda pistas sobre el posible ganador las semanas previas al anuncio son las apuestas que este año, según la casa Ladbrokes, señalan como favorito a Richard Osman, quien dobla en intención a William T. Vollmann, Stephen King, Salman Rushdie, Milan Kundera y Martin Amis. Pero, ¿es realmente Osman el favorito de la Academia, de la institución responsable de elegir el premio, o se trata de una broma de sus fanáticos? El autor británico, comediante y conductor de TV, con un alto perfil en los medios de comunicación y en las redes sociales compite en estas apuestas con otros escritores ya consagrados y con el escritor estadounidense Vollmann, también conocido por su labor como corresponsal de guerra en diversos frentes. Osman escribe novelas policiales, bestsellers con buenas críticas, y el propio Steven Spielberg adquirió los derechos de El club del crimen de los jueves (Planeta). Sin embargo, la producción literaria de Osman, en comparación con otros favoritos, es más escueta. Ser sinónimo de bestseller o popular no es un epíteto despectivo y desde hace varios años King se mantiene en el podio de favoritos.
En lengua española Javier Marías tiene un lugar destacado en las encuestas y allí también se encuentra el eterno favorito, Haruki Murakami, el escritor japonés que invita a Occidente a ingresar en la literatura japonesa, reconocido por los puentes que construye entre los dos mundos. ¿Será en esta edición el turno de Oriente?
Cada febrero, la Academia Sueca establece 200 nominaciones para el premio Nobel de Literatura. Esta selección nace de candidaturas que proponen ganadores anteriores de esta distinción, académicos universitarios o presidentes de sociedades de autores de diversos países. Esta lista comienza a ser estudiada por los 18 académicos suecos que emitirán su voto y hacia julio la lista se reduce a ocho postulantes, antes del verano europeo, receso donde los miembros leen con detenimiento a los autores que integran esta selección. En septiembre se reúnen a deliberar en extensas sesiones y eligen al ganador que se anuncia a comienzos de octubre. Cincuenta años después de conformada la short-list de ocho nombres se revelan quiénes habían integrado en cada edición este selecto grupo de autores.
El lunes será el turno del Nobel de Medicina o Fisiología, ese es su nombre completo. Las miradas están puestas más que nunca en esta categoría porque el debate más interesante que ronda esta entrega es si se le dedicará un lugar a los científicos que desarrollaron las vacunas contra el Coronavirus y, en ese caso, quiénes serán los ganadores. El martes será el turno del Nobel de Física; el miércoles, para el de Química; el viernes se conocerá el Premio Nobel de la Paz; y el lunes 11, el de Economía. En Estocolmo se entregan tradicionalmente todos los premios, con excepción del Nobel de la Paz, que se entrega en Oslo. Los ganadores de los primeros premios recibirán la estatuilla en sus países de residencia, a causa de la pandemia. Aún la Academia no se ha pronunciado sobre el futuro de la ceremonia de entrega del ganador del Nobel de la Paz el próximo 10 de diciembre.
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