El Pompidou en la Triple Frontera: un museo “tejido” con ladrillos por un arquitecto paraguayo
La nueva sede del museo francés se inauguraría en 2026; Solano Benítez, ganador del León de Oro en la Bienal de Venecia, anticipó detalles del proyecto en el marco de Pinta Sud ASU
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“Tejida” con ladrillos: una estructura extraordinaria que “te pide que vos también lo seas”. Así será la sede del Centro Pompidou de la Triple Frontera, un punto estratégico de América Latina, cuya inauguración está prevista para fines de 2026. En sintonía con Malba Puertos, que abrirá en septiembre en Escobar, este edificio cercano a las Cataratas del Iguazú será un “museo-parque” en el que “los exteriores serán tan importantes como los interiores”.
“Se instalará en el borde de Foz de Iguazú, en el Estado brasileño de Paraná, donde se puede compartir con la Argentina y Paraguay. Me parece un gesto político increíble”, dijo a LA NACION Solano Benítez, arquitecto paraguayo ganador del León de Oro en la Bienal de Venecia en 2016, que presentó en el foro de Pinta Sud ASU algunas ideas de su proyecto. Según anticipó la nueva sede, que se sumará a otras que el Pompidou ya tiene realizadas o en construcción en distintos países, tendrá 10.000m2 cubiertos.
“Esto que se ve es conceptual, un estudio preliminar, no es el proyecto definitivo. No está hecho por la gobernación ni por el Pompidou, sino por el acuerdo entre ambos”, aclaró a su lado Luciana Casagrande Pereira, secretaria de Cultura del gobierno del Estado de Paraná. Detrás suyo, proyectadas sobre la pared ante un auditorio lleno en la Casa de la Integración, se sucedieron algunas imágenes que anticipaban una experiencia memorable: la de caminar debajo de una semisombra producida por una trama de apariencia liviana como un tejido, sofisticada y moderna. Construida con “el material más global del planeta”, pero de una forma nunca vista en sus 3500 años de historia.
“Pudimos haber buscado titanio en Rusia, pero queríamos que tuviera el ADN de la región donde nace. Es muy importante que los materiales tengan esa característica cultural”, dijo a LA NACION la funcionaria sobre este titánico proyecto, que demandará al gobierno de Paraná una inversión de 25 millones de dólares. Si bien no aclaró qué recursos aportará el Pompidou, sí adelantó que la programación de este museo interdisciplinario que funciona como un centro cultural será el resultado de “un diálogo” entre lo local y lo internacional. “No queremos que sea una nave que llegue de París para posarse en la Triple Frontera”, explicó.
No parece ser esa tampoco la idea del Pompidou, una institución pionera en la expansión global, cuya colección de arte moderno y contemporáneo reúne más de 120.000 obras y es la más rica de Europa y la segunda del mundo. A su sede central, la icónica estructura de cristal y metal diseñada por Renzo Piano y Richard Rogers que se alza desde 1977 en uno de los barrios más antiguos de París –y que permanecerá cerrada por reformas entre 2025 y 2030-, sumó otras en Metz, Málaga, Bruselas y Shanghái, y ya anunció la inauguración dos más en Seúl y Nueva Jersey para 2025 y 2027. Este último, sin embargo, quedó “en suspenso” por sus altos costos, según se anunció el mes pasado.
Según explica en su sitio web, el Pompidou impulsa un “modelo de desarrollo único” que consiste en construir conjuntamente con socios, durante un periodo de 5 a 10 años, proyectos que “respondan a las expectativas y especificidades locales en vez de establecer filiales. El socio asegura la explotación de las instalaciones y el Centre Pompidou, en estrecha colaboración con él, diseña la programación cultural y aporta su experiencia y todo el asesoramiento necesario en materia de conservación, mediación y acción educativa”.
Su primera sede en América Latina no solo se ubicará en un lugar cercano a tres países, sino también con gran movimiento. A las dos millones de personas que viven en un radio de 150 kilómetros se suman los turistas atraídos por el Parque Nacional Iguazú. “Solo del lado brasileño, en 2023 fueron 2.300.000 turistas. Foz de Iguazú es la segunda ciudad más visitada de Brasil”, señaló a LA NACION Casagrande Pereira, tras confiar que las negociaciones comenzaron en 2020 en forma virtual, en plena pandemia. Toda una apuesta de fe en el futuro.
La sede de la Triple Frontera será, según Benítez, “un monumento al aprendizaje” en un contexto de enormes desafíos como la sobrepoblación, los movimientos migratorios y el calentamiento global. Entre los que enfrenta su proyecto -en un predio de dos hectáreas y media cercano a un bosque y a un aeropuerto, frente al Centro de Convenciones de Foz de Iguazú- se cuentan “la integración y la reflexión acerca de la naturaleza, ya que estamos frente a una de las reservas ambientales más importantes del planeta”.
“Será una infraestructura que nos va a permitir soñar un mundo nuevo, en el que todos nos podamos encontrar”, sostuvo el arquitecto tras afirmar que “la crisis de hoy no es de falta de recursos ni de conocimiento. Es de imaginación: no somos capaces de transformar lo que tenemos y lo que conocemos para vivir mejor. Y ahí es donde el arte planta una bandera diferente: puede inspirar a la ciencia, a la técnica, en su capacidad de ir más allá de lo que la tradición ha sido capaz de mostrar. Me toca trabajar con el material más ‘tonto’, pero es la condición humana la que puede hacer de esa materia un monumento”.