El Papa pidió "hacer penitencia" al hablar de los casos de abuso
Se conoció ayer una carta en la que un cardenal celebra el encubrimiento de un abusador
ROMA.- Mientras el Papa se refirió ayer por primera vez al escándalo de la pedofilia, al hablar de la necesidad de "hacer penitencia", volvió a levantar gran polvareda la salida a la luz de una carta enviada en 2001 por el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, por entonces prefecto de la Congregación del Clero, a un obispo francés, para felicitarlo por no haber denunciado a un sacerdote abusador a la justicia.
"Lo felicito por no haber denunciado a un sacerdote [pedófilo] a las autoridades civiles. Usted ha actuado bien", le escribió el 8 de septiembre de 2001 Castrillón Hoyos a monseñor Pierre Pican, obispo de Bayeux-Lysieux, que pocos días antes había sido condenado a tres meses de prisión por no haber denunciado a un cura pedófilo de su diócesis.
"Me alegro de tener un hermano en el episcopado que, a los ojos de la historia y de todos los otros obispos del mundo, ha preferido la prisión antes que denunciar a un sacerdote de su diócesis", se lee en otro pasaje de la carta firmada por Castrillón Hoyos, publicada en la página online del diario francés Golias . El diario identificó al cura protegido como el abate Bissey, un religioso condenado a 18 años de prisión por abusos sexuales en menores.
La epístola en cuestión está fechada cuatro meses después de que Juan Pablo II decidiera que la Congregación para la Doctrina de la Fe, por entonces guiada por Joseph Ratzinger, sería la única en encargarse directamante de los casos de abusos por parte de sacerdotes.
El dato confirma que existía división en la alta jerarquía del Vaticano sobre el modo de enfrentar este escándalo, que para muchos, como Castrillón Hoyos, por entonces responsable de los curas de todo el mundo, debía ser encubierto.
Aclaraciones cotidianas
Por segundo día consecutivo, luego del revuelo por las palabras del secretario de Estado, Tarcisio Bertone -que relacionó pedofilia con homosexualidad-, el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, debió salir a dar explicaciones. Tras reconocer implícitamente que la carta de Castrillón Hoyos es auténtica, indicó que la misiva "no representa la línea de la Santa Sede" y que, de hecho, es "la demostración de lo muy necesario que era la unificación de todos los casos de abusos sexuales bajo la competencia unitaria y rigurosa de la Congregación para la Doctrina de la Fe".
Horas antes, durante una misa privada que celebró en la capilla Paulina, en el Vaticano, el Papa se refirió por primera vez a la oleada de críticas que está cayendo sobre él mismo, y el Vaticano, por el escándalo de la pedofilia.
"Nosotros, los cristianos, en los últimos tiempos hemos evitado la palabra «penitencia». Ahora, ante el ataque del mundo, que nos habla de nuestros pecados, podemos ver que ser capaz de hacer penitencia es un privilegio y vemos lo necesario que es hacer penitencia y reconocer así lo que está mal en nuestras vidas", dijo el Pontífice, que hoy cumple 83 años.
"Abrirse al perdón, prepararse para el perdón, dejarse transformar. El dolor de la penitencia, es decir, de la purificación y de la transformación, este dolor es gracia, porque es renovación; es obra de la Misericordia divina", agregó.
No se descarta que el Pontífice, que mañana emprende su primer viaje internacional del año a la isla de Malta, se reúna allí con víctimas de abusos.
COMIENZA EL JUICIO A WILLIAMSON
RATISBONA, Alemania (DPA).- El obispo ultraconservador Richard Williamson enfrentará desde hoy un juicio por haber negado el Holocausto. Hoy se iniciará el proceso por "instigación al odio" contra el religioso, de 70 años, perteneciente a la comunidad de San Pío X, que hizo esas declaraciones a la televisión sueca. La entrevista se emitió después de que el Vaticano levantara a la excomunión a cuatro obispos de esa comunidad, entre ellos Williamson, que vivía en Argentina. Expulsado del país, residente en Londres, no asistiría al proceso, en el que se lo podría condenar a una sanción económica de unos 12.000 euros.