El Papa exigió que Williamson se retractara

ROMA.- Bajo fuego y presionado por una fortísima oleada de críticas y pedidos de explicación, el Vaticano exigió ayer una retractación "pública e inequívoca" al obispo lefebvrista Richard Williamson, que negó el asesinato de seis millones de judíos en cámaras de gas durante el Holocausto.

En un comunicado, la Secretaría de Estado intentó ponerle fin a la tormenta que se abatió sobre Benedicto XVI desde que decidió levantarle la excomunión a Williamson y a otros tres obispos lefebvristas. La Santa Sede también sostuvo que, en ese momento, el Papa no sabía que el prelado británico tenía semejantes opiniones sobre el Holocausto.

"Las posiciones de monseñor Williamson sobre la Shoah son absolutamente inaceptables y firmemente rechazadas por el Santo Padre", afirmó el comunicado del Vaticano, que decidió pasar a la acción un día después de que la canciller alemana, Angela Merkel, compatriota del Papa, denunciara que los intentos de aclaración de la Iglesia habían sido "insuficientes".

En la peor crisis desde septiembre de 2006, cuando un discurso académico pronunciado por Benedicto XVI en Ratisbona provocó en el mundo musulmán una oleada de violentas protestas, el Vaticano lanzó un virtual ultimátum contra el obispo negacionista.

Si quiere ser plenamente admitido como obispo en la Iglesia Católica, "Williamson deberá tomar distancia en modo absolutamente inequívoco y público de sus posiciones relativas al Holocausto, desconocidas por el Santo Padre en el momento del levantamiento de la excomunión", indicó el comunicado de la Secretaría de Estado, que conduce el cardenal Tarcisio Bertone.

El hecho de que el Papa ignoraba el pasado negacionista de Williamson cuando decidió levantarle la excomunión puso una vez más en evidencia el gravísimo error cometido en el proceso de toma de decisiones de la Santa Sede.

Tal como destacan ahora los analistas, una simple búsqueda en Internet hubiera revelado que Williamson nunca escondió su aversión hacia el judaísmo, y que en 1989 en Canadá estuvo a punto de ser procesado por haber exaltado los libros de un autor negacionista, Ernst Zundel.

"Bastaba un clic en Google para hallar estos antecedentes", destacó el vaticanista del semanario L´ Espresso , Sandro Magister, en un artículo sobre el "doble desastre, de gobierno y de comunicación, del Vaticano".

Williamson vive en la Argentina, en un seminario que el movimiento ultratradicionalista fundado por el francés Marcel Lefebvre tiene en La Reja. En una entrevista con la televisión sueca difundida en enero último afirmó que las cámaras de gas de los campos de concentración nazis no fueron utilizadas para cometer asesinatos en masa, sino sólo con el objetivo de desinfectar a los prisioneros, y que sólo hubo entre 200.000 y 300.000 judíos asesinados.

No por nada la noticia de su rehabilitación por parte del Papa -hace dos semanas- desató fuertes reacciones no sólo en la comunidad judía, sino en las propias filas de la Iglesia Católica.

Como se trata de una cuestión gravísima -el negacionismo es considerado un delito en Alemania y en varios países europeos-, ni siquiera las posteriores declaraciones del Santo Padre para distanciarse del prelado británico y para destacar que "quien niega el Holocausto niega la Cruz" calmaron las aguas.

Y menos aún las palabras de Williamson, que el viernes último pidió perdón al Papa (nunca a la comunidad judía) por la tempestad desencadenada, pero sin retractarse en ningún momento.

Situación de la Fraternidad

Al margen de exigir una disculpa pública de parte de Williamson, en el comunicado de la Secretaría de Estado de ayer el Vaticano también puso los puntos sobre las íes en otras cuestiones.

Destacó que pese a que el papa Benedicto XVI levantó la excomunión de Williamson y de otros tres obispos lefebvristas -impuesta en 1988 por Juan Pablo II-, esto no significa una rehabilitación plena del movimiento ultraconservador fundado por Lefebvre.

"El levantamiento de la excomunión ha liberado a los cuatro obispos de una pena canónica gravísima, pero no ha cambiado la situación jurídica de la Fraternidad San Pío X (la organización fundada en 1969 por Lefebvre), que en la actualidad no goza de reconocimiento canónico por parte de la Iglesia", destacó el comunicado.

El Vaticano advirtió que para que ese pleno reconocimiento pueda ser posible, una "condición indispensable" es que los lefebvristas reconozcan plenamente el Concilio Vaticano II. La principal característica de los lefebvristas, que utilizan la vieja misa tridentina, en latín, es justamente su rechazo a distintas enseñanzas del Concilio Vaticano II con respecto a la libertad religiosa, el diálogo interreligioso y el ecumenismo.

La nueva toma de posición del Vaticano fue muy bien recibida por distintos grupos judíos.

"Fue la señal que el mundo judío estaba esperando", dijo Ronal Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial.

Elan Steinberg, vicepresidente del Grupo de Sobrevivientes del Holocausto, en tanto, le agradeció a Merkel sus "correctos comentarios" y dijo que el proceso para curar la "profunda herida causada en el diálogo católico-judío" ahora podía comenzar.

También el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí advirti´oen un comunicado que "la reintegración de un obispo negacionista del Holocausto por la Santa Sede es una ofensa para todos los judíos, de Israel y del mundo".

Un affaire en los Legionarios

• ROMA (Reuters).- El fundador de la orden religiosa Legionarios de Cristo, que había sido sancionado en 2006 por abusos sexuales, tuvo un hijo con una amante, reconoció ayer la institución religiosa. El escándalo hace referencia al padre Marcial Maciel, fallecido el año último, a los 87 años. El padre Paolo Scarafoni, vocero de la orden, dijo: "No podemos negar la existencia de esos hechos, pero no podemos entrar en detalle por respeto a la privacidad de las personas implicadas".