El Papa criticó el acoso a los católicos
Al llegar a España, dijo que se busca apartarlos de Dios; se dirigió a los jóvenes golpeados por el desempleo
MADRID.- Benedicto XVI inició ayer su esperado viaje a España con un contundente mensaje de crítica al creciente laicismo en este país y en el resto de Europa, pero también de exhortación al cambio y a la superación de las consecuencias de la crisis económica que afecta "a los que sufren y no tienen futuro".
En el avión que lo llevó a Madrid. Joseph Ratzinger había señalado que "la economía no se puede medir por el máximo beneficio, sino por el bien común", y añadió: "La economía no funciona sólo con la autorregulación mercantil, sino que necesita de la razón ética para trabajar para el hombre".
El Papa, que presidirá la Jornada Mundial de la Juventud, que ya atrajo a más de un millón de peregrinos, fue recibido en el aeropuerto de Barajas por el rey Juan Carlos I, la reina Sofía y en esta oportunidad, también por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien en la visita de Benedicto XVI del año último había optado por ausentarse del país, gesto que fue duramente criticado por la oposición conservadora. Varias reformas promovidas por el gobierno socialista (como las referidas al matrimonio homosexual o la ampliación del aborto) habían sido duramente cuestionadas por los obispos españoles.
A poco de llegar, el Papa expresó su preocupación por la crisis material y espiritual que afecta a buena parte de la juventud, y consideró a Europa responsable "ante toda la humanidad" hacia "los que sufren y no tienen futuro".
"Vengo aquí a encontrarme con millares de jóvenes de todo el mundo, católicos, interesados por Cristo o en busca de la verdad que dé sentido genuino a su existencia", dijo. "Muchos jóvenes miran con preocupación el futuro ante la dificultad de encontrar un empleo digno, o bien por haberlo perdido, o tenerlo muy precario e inseguro", prosiguió.
El Pontífice también apuntó contra la "red de la droga" y el proceso de secularización que fue avalado fuertemente desde los poderes públicos en los últimos años, y con especial intensidad entre los católicos bautizados más jóvenes. "Se los acosa queriendo apartarlos de El, privándolos de los signos de su presencia en la vida pública, y silenciando hasta su santo nombre. Pero yo vuelvo a decir, con todas las fuerzas de mi corazón: que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor", dijo el Papa.
Por otra parte, el Obispo de Roma ponderó las raíces cristianas de Europa, una de las fuentes de esperanza para el futuro de la Iglesia local y mundial. "La fe de todos los pueblos de España ha fructificado en tantos santos y santas de todas las épocas", recordó el Pontífice, que convocó a los jóvenes a "descubrir al Dios vivo", que los alienta y abre sus ojos a los desafíos del mundo en que viven, con sus posibilidades y limitaciones". En ese sentido, Benedicto XVI advirtió sobre "la superficialidad, el consumismo y el hedonismo imperantes, tanta banalidad a la hora de vivir la sexualidad, tanta insolidaridad, tanta corrupción", y agregó que los jóvenes "saben que sin Dios sería arduo afrontar esos retos".
Moda
Luego de almorzar en la Nunciatura, Benedicto XVI se dirigió en su papamóvil hacia la Puerta de Alcalá. Allí, junto con 50 jóvenes llegados de los cinco continentes, cruzó el histórico arco central del monumento. Luego se dirigió hacia la Plaza de Cibeles, donde el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, le entregó las llaves de la ciudad y el arzobispo de la capital española, Antonio María Rouco Varela, le dio la bienvenida.
Ante una apretujada multitud que portaba banderas de todos los países, pero donde se hicieron notar especialmente las argentinas, el Papa concentró sus críticas en el laicismo, a cuyos cultores dijo que "se contentan con seguir las corrientes de moda y se cobijan en el interés inmediato, olvidando la justicia verdadera, o se refugian en pareceres propios en vez de buscar la verdad sin adjetivos", dijo.
También apuntó contra el creciente "relativismo moral", cultivado con una intensidad cada vez mayor por los ateos y agnósticos. "Hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias", señaló, en alusión a la práctica del aborto y la eutanasia.
Por la noche, y tal como ocurrió anteayer, se realizó en la Puerta del Sol una nueva manifestación de laicos e "indignados" que protestan contra el supuesto financiamiento público inconsulto de la visita del Papa.
La policía, que poco antes había cerrado la plaza para impedir que se repitieran los enfrentamientos verbales de la víspera entre quienes defienden el Estado laico y los peregrinos que asisten a la JMJ, cargó y desalojó a los manifestantes.
ATAQUE CIBERNETICO
MADRID (AP).– Un ataque informático hizo colapsar durante algunas horas el sitio en Internet de la Jornada Mundial de la Juventud, que preside el papa Benedicto XVI en Madrid, según informaron los organizadores. "Sentimos el retraso en el envío de los discursos. Un ataque informático ha impedido que salieran a su hora’’, se podía leer en el sitio. El ciberataque consiguió bloquear la página www.madrid11.com horas antes de la llegada del Pontífice a España. El ataque continuó ayer y provocó que el sitio sólo funcionara de forma intermitente, dijo una vocera de la organización que habló bajo condición de anonimato.