El investigador y traductor Ernesto Montequín es el heredero universal de la obra de Edgardo Cozarinsky
Designado albacea del escritor y cineasta que falleció el domingo, tiene desde hace tres décadas a su cuidado las obras de Silvina Ocampo
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El investigador y ensayista Ernesto Montequín, que desde hace años tiene a su cuidado la edición de las obras de Silvina Ocampo y de J. R. Wilcock, es el heredero universal y albacea de la obra del escritor y cineasta Edgardo Cozarinsky, que falleció el domingo a los 85 años. “Es una responsabilidad inmensa”, dijo Montequín a LA NACION al confirmar la noticia. También dirige el Centro de Documentación Unesco-Villa Ocampo.
Conocido por los lectores por sus traducciones de libros de Wilcock, Elizabeth Taylor, Julian Maclaren-Ross, Marianne Moore, Roland Firbank, Muriel Spark y Daniel Balderston, entre muchos otros, Montequín también fue curador de diversas exposiciones en la Argentina y en el extranjero sobre Victoria Ocampo y la revista Sur.
En diálogo con LA NACION, contó que Cozarinsky no tenía familiares cercanos y que había dejado “algunos legados específicos”, como masters y negativos de sus películas para que fueran conservados adecuadamente, así como también derechos de algunas películas hechas en colaboración, como Dueto, que dirigió e interpretó con el actor Rafael Ferro, y Apuntes para una biografía imaginaria, que hizo con Constanza Sanz Palacios. “El resto son disposiciones sobre algunos bienes materiales, que nada tienen que ver con su legado literario ni cinematográfico”, agregó. En su caso, se ocupará por voluntad del escritor y cineasta expresada en un testamento de custodiar su obra. El autor de Lejos de dónde, Vudú urbano y La novia de Odessa escribió ensayos, cuentos y novelas, y dirigió y guionó más de veinte películas.
Montequín recordó que el negativo del primer film de Cozarinsky, titulado ... (Puntos suspensivos), de 1971, cuyo protagonista es un cura de extrema derecha interpretado por el productor discográfico y empresario editorial Jorge Álvarez, había sido donado por el director en vida a la Cinemateca Francesa. En esa primera película también figuran en el elenco Marilú Marini, Manuel Mujica Lainez, Ernesto Schoo y Hugo Santiago. A modo de homenaje y por iniciativa del investigador Fernando Martín Peña, la ópera prima se dará en el Malba (Figueroa Alcorta 3415) este domingo a las 20; a las 22, se proyectará Médium, de 2020, interpretada por la pianista, performer y docente Margarita Fernández.
El domingo, Cozarinksy fue velado en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (BNMM) de 20 a 24. Asistieron, además de Montequín y la directora de la BNMM Susana Soto, amigos del autor como Paola Lucantis (su editora en Tusquets), Carolina Biquard, Teresa Anchorena, Pablo Gianera, Josefina Delgado, Cristina Taquini, Fernando Madero, Vivi Tellas (que lo dirigió en el biodrama Cozarinsky y su médico), Jorge Mara, Esmeralda Mitre (que formó parte del elenco de Nocturnos), Néstor Tirri, Matilde Sánchez, Daniel Rosenfeld, Débora Vázquez, Matías Serra Bradford y Sergio Wolf. Melancólicamente, muchos bromearon, en memoria del autor de En el último trago nos vamos, que a Cozarinsky le hubiera gustado que hubiera champán en la ceremonia del adiós.
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