El historiador Norberto Galasso denuncia que su hija lo estafó y podría ser desalojado de su casa
El juicio cobró carácter público a raíz de un video en el que el propio autor, de 87 años, cuenta su caso; la hija dio su versión a LA NACION
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LA NACION
En un video difundido por el historiador Norberto Galasso (Buenos Aires, 1936), el autor, de 87 años, ratifica que ha sido víctima de una estafa ejecutada “a través de escrituras tramposas” por su hija María Laura y “un grupo de personas que dicen ser representantes del Club Atlético San Lorenzo de Almagro (Casla)”. El hijo del escritor, Gustavo Galasso, inició un juicio para recuperar el dominio de la casa donde vive con su padre, en la avenida Asamblea al 800, que podría ser rematada. María Laura Galasso y estos representantes del Casla habrían obtenido préstamos de dinero en dólares, presentando la escritura de la propiedad como garantía. Al no devolverlo, los acreedores hipotecarios iniciaron un juicio para cobrarse el préstamo.
“Este remate de la propiedad lleva consigo el desalojo -dice Galasso en el video-. Estoy seguro de que la Justicia finalmente se impondrá y todo volverá a su debido cauce y a su debida verdad”.
El juicio por nulidad fue iniciado en 2020 por el hijo del escritor y tramita en el Juzgado Civil 54 (Secretaría 84); en el Juzgado Civil 14, desde 2022, tramita la causa sobre la ejecución hipotecaria. El aviso de desalojo se notificó a finales del mes pasado. “Puede ser desalojado -dijo Gustavo Galasso en diálogo con LA NACION-. Es muy triste que una hija pague así; ella lo estafó con los papeles, luego hipotecó y, al no poder pagar, pueden rematar”. La casa se encuentra ubicada en la avenida Asamblea al 800, en Parque Chacabuco. La Justicia también recibió la denuncia de que barrabravas de Casla dispararon contra la propiedad de Galasso. “Todo está documentado e informado, con nombre y apellido”, agregó el hijo del historiador.
Un grupo de amigos de Galasso, entre los que aparece uno de sus editores, Aurelio Narvaja (de la editorial Colihue), dio a conocer un comunicado en defensa del historiador revisionista.
“Ha publicado más de cien libros, un sinnúmero de artículos en medios escritos, programas de radio y televisión -se lee-. […] A pesar de todo esto y la enorme cantidad de libros que Galasso ha vendido es una persona a quien no le sobra el dinero. Tiene un único bien, su vivienda, su hogar, el que heredó de sus padres y que es donde ha vivido desde su niñez. Excepto en el período de la última dictadura militar, en que debió mudar de domicilio para evitar ser encontrado y detenido. Hoy está en curso un muy probable desalojo ya que fue víctima de una estafa y lo más doloroso del caso es que esa estafa fue armada y ejecutada por su propia hija Laura en complicidad de personas que dicen ser representantes del club San Lorenzo de Almagro, cuyos nombres no son conocidos”.
Galasso habría puesto la propiedad a nombre de María Laura, con quien tenía una buena relación, por recomendación de la psicóloga de esta, que aconsejó que se le adjudicara algún bien para que se sintiera “segura”.
“Después de unos años, Laura abandonó la casa paterna y a partir de ahí comenzó un largo camino de enfrentamientos de ella hacia él -prosigue el comunicado, que Galasso ratificó en el video-. No hay explicación racional por el cambio de ella. Es incomprensible su actitud a menos que uno sospeche que ha sido planificado desde el comienzo. Galasso ha hecho la denuncia e iniciado un juicio por estafa contra su hija reclamando la devolución de la casa, juicio que aún se encuentra en proceso”.
“Si esto se concreta, si el desalojo en un corto tiempo se lleva a cabo, hay una pregunta que parece pertinente, ¿dónde irá a vivir Norberto, a su edad, si lo único que posee es ese hogar, herencia de sus padres?”, concluye el comunicado.
Allegados al autor de La Revolución de Mayo: el pueblo quiere saber de qué se trató proponen que la casa del historiador, con su archivo, hemeroteca y biblioteca, sea declarada patrimonio cultural e histórico del país, “expropiada por el Estado con intervención del Ministerio de Cultura y el de Justicia de la Nación” y preservada como vivienda y museo. También se considera la posibilidad de que sindicatos y otras instituciones adquieran la hipoteca para llevar adelante este proyecto.
La réplica de la hija
Tras la publicación de la nota, María Laura Galasso se comunicó con LA NACION y dio su versión de los hechos. “Mi padre y yo hace catorce años realizamos de común acuerdo una operación de compraventa, sin ninguna irregularidad ni terceros de club alguno -confirmó-. Las escrituras resultantes se inscribieron en el Registro de la Propiedad de la ciudad de Buenos Aires y continuamos nuestro vínculo en la armonía y gran compañerismo de siempre. Pero hace pocos años, las incesantes presiones patrimoniales de mi hermano y su pareja, más las asesorías de abogados que fomentan hostilidad vincular para inventar cobrar y litigios hacen que mi padre se sienta estafado”. Según dijo, tiene un impedimento legal para ingresar a la casa por una denuncia falsa.
“No hay juicio de estafa, ni lo hubo, porque fue una operación consensuada, nadie tiene obligación de dejar herencia -agregó-. La avidez material y la violencia doméstica generada hacia mí a la fecha nos mantienen alejados. En abril de 2021 ofrecí del 50 % al 100 % de los bienes a condición del cese de la violencia: propuesta rechazada. En febrero de 2022 en dos ocasiones se disparó a mi persona e hice la denuncia en la Oficina de Violencia Doméstica. Se impide el ingreso mío con perimetrales falsas y en la Justicia se demostró que esas falsas denuncias tenían como violencia real, misógina, un único objeto: obtener la casa”.
Hace más de un año que no ve a su padre. “La estafa procesal que sí existe menciona la hipoteca y la impuntualidad en los pagos: con uso de la violencia se impidió desde 2019 el alquiler del local comercial, todo ello evidentemente omitido a mi padre”. Esta causa tramita en el Juzgado Civil 10.
La hija del historiador recordó que su padre fue declarado “Embajador de la Cultura Popular Argentina”, por Cristina Kirchner en 2014. “Esa designación le provee la liquidez suficiente para alquilar más de una casa como la actual si fuera desalojado -señaló-. Pero eso no tiene por qué suceder mientras los acreedores y yo sostengamos los acuerdos lógicos de dos partes civilizadas dialogan respecto de la disposición de otros bienes. También crecí en esa casa y aún espero oficial de justicia para ingresar”.
Respecto del texto difundido por los allegados a su padre, dijo que, además de intentar difamarla y exponerlo a él, aportaba una solución “inviable” a corto plazo. “Puesto que si hoy quieren los acreedores ejecutan el inmueble, pero no lo he permitido -concluyó-. Más allá de los ataques físicos y todas las formas de violencia utilizadas, los dichos de mi padre responden a información tergiversada”.
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