El grupo español SM deja el país y traspasa parte de su catálogo a una editorial argentina
La multinacional, que publica manuales escolares y literatura infantil y juvenil, transfirió su catálogo a Ediciones Logos; no obstante, varios contratos con autores e ilustradores fueron rescindidos y una gran cantidad de libros será destruida
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Varios escritores e ilustradores de literatura infantil y juvenil -entre ellos, Oche Califa, Graciela Repún, Pablo Zweig y Verónica Sukaczer- informaron a la prensa y en redes sociales que, este lunes, la editorial multinacional SM les había comunicado por mail la rescisión de los contratos de sus libros publicados en el conocido sello El Barco de Vapor, que pertenece al grupo español. El mail llevaba como asunto “Carta de terminación de contrato” y estaba firmada por el director ejecutivo de SM, Vitor Hugo Vicente. “Como usted sabrá, lamentablemente, debido la situación actual del país y de la economía global SM se ha visto obligada a cesar su actividad en Argentina -se lee en la carta-, lo que afecta directamente a la continuidad de la explotación de la siguiente obra por parte de nuestra compañía [aquí se incluía el título de la obra ‘discontinuada’]. De esta forma, tenemos que dar por finalizadas las relaciones que nos unían con usted en relación con dicho título, revirtiendo en su favor todos los derechos sobre los mismos por lo que podrá libremente, a partir de este momento, disponer de ellos a su entera discreción”. El CEO de SM aún no respondió las consultas de este diario.
En silencio, sin que ningún medio cultural se entere, sin quejas sindicales, solo el pataleo de los autores, la editorial SM se retira del país.
— Verónica Sukaczer (@VeroSuk) February 16, 2022
Uno de los mejores catálogos de LIJ de Argentina, el premio Barco de Vapor que queríamos todos, bye bye 💔.
También se les informó que, “a consecuencia de este doloroso proceso de cese de actividad”, los libros en poder de SM serían destruidos (los autores podrán, no obstante, retirar treinta ejemplares sin costo del depósito de SM en Vicente López hasta el 1º de marzo). Pese a las protestas por la destrucción de libros por parte de muchos lectores una vez conocida en redes la noticia, se sabe que varios autores prefieren que sus libros se destruyan antes de que sean vendidos a precio vil a cadenas de librerías de saldos porque, en su opinión, esto desprestigia las obras. Por otro lado, y contra lo que se dice habitualmente, la donación de libros a bibliotecas en el país no es tan sencilla como se cree. Los libros de El Barco de Vapor tienen un público amplio entre estudiantes de escuelas primarias y secundarias.
“Mala noticia: la editorial española SM se retira de la Argentina -escribió Califa en su muro de Facebook este miércoles al atardecer-. Parece el capítulo final de un proceso de ires y venires que comenzaron en 2018, cuando anunció igual cosa, aunque luego se desdijo, rearmó equipos, se mudó y, el año pasado, dio la comercialización a otra empresa. Pero ahora ha comunicado a los autores la finalización de sus actividades y, por consiguiente, también los de los contratos por derechos. Con esto, queda un catálogo que no se continuará ni reimprimirá; es decir, títulos que solo permanecerán en los lectores o bibliotecas que ya los tengan. No sé en qué medida, porque ya venía en un proceso de achique, también significará la pérdida de una fuente laboral. Recordemos, finalmente, que es una editorial ‘textera’, además de literaria y que en la Argentina lanzaba, cada año, un importante premio”. Califa es autor de dos libros en El Barco de Vapor: Diario de un escritor y El astronauta perdido.
Zweig, por su parte, escribió: “SM, la editorial que me publicó cuatro libros se va del país, a mí y a todos sus autores nos invitaron a retirar cierta cantidad de ejemplares de nuestros libros antes de hacerlos papel picado. Los voy a extrañar, Emi, Ramiro, Barrilete y sobre todo Señor Pérez [nombres de personajes de libros como Emi hizo achús, con José María Gutiérrez como coautor, y El señor Pérez va al trabajo], el primero que escribí y dibujé y que tantas satisfacciones me dio. Chau”.
¿Se hunde, entonces, El Barco de Vapor, nave insignia de SM y con un catálogo de literatura infantil y juvenil muy apreciado por docentes, padres y lectores? En diálogo con LA NACION, el director comercial de Ediciones Logos, Rafael D’Angelo, confirmó que SM había transferido parte de su fondo editorial a esta empresa argentina. “Nos traspasó todo el stock y la parte comercial -dice D’Angelo-. Ellos han cancelado algunos contratos de El Barco de Vapor, pero para nada se deja de continuar esa colección; de hecho, hay contratos para diez libros nuevos en 2023. Se va a potenciar la colección con autores argentinos, con algunos que se bajan y otros que no. Esa colección es una joya”. El acuerdo entre SM y Logos se firmó, en principio, por diez años, y la empresa argentina (que también produce libros escolares) comercializará los títulos de SM en el país y continuará con el plan editorial. “Somos el representante comercial exclusivo de SM en Argentina”, se lee en la página web de Logos.
En noviembre de 2021, SM había emitido un comunicado de prensa en el que señalaba que desde ese momento la empresa argentina la representante comercial de SM y de sus sellos El Barco de Vapor, SM y Educamos en Argentina. “A través de esta alianza comercial se mantienen vigentes todos los títulos y canales de distribución y cientos de colegios de todo el país continuarán utilizando los libros de texto y de literatura infantil -se informaba en ese comunicado-. SM y Logos continuarán lanzando novedades y sosteniendo el prestigio que ambas marcas han logrado con contenidos innovadores y brindado un servicio de calidad a las instituciones educativas”. Logos nació en Rosario hace quince años y exporta libros a América Latina, España y Estados Unidos.
D’Angelo anticipó que este año se reimprimirán 39 títulos de El Barco de Vapor. Solo una parte del personal de la multinacional SM continúa trabajando en Logos; el resto fue despedido entre 2019 y 2021 por la multinacional española, que alista su retiro de otro país latinoamericano. “Hemos crecido mucho en el sector editorial e incorporamos gente de SM en determinadas áreas”, dice D’Angelo. Algunos de los autores locales que integran el catálogo de la “joya” de SM -ahora en manos de Logos- son Liliana Bodoc, Fabián Sevilla, Graciela Montes, Franco Vaccarini, Sandra Siemens, Isol, Sebastián Vargas y Laura Escudero (varios de ellos ganaron el Premio Barco de Vapor organizado por SM entre 2002 y 2018).
“SM se constituyó en un referente de la comunidad educativa durante los más de veinte años en nuestro país -dice a LA NACION la presidenta de la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP), María Inés Redoni-. Que una editorial decida irse del país siempre es una mala noticia. Es una pérdida para los autores, los lectores, para los que trabajan con los libros y, en este caso, especialmente en la educación. Es un hecho que no ayuda a la bibliodiversidad, que tanto propiciamos los que estamos en esta industria”. Como es sabido, en la Argentina los niños y jóvenes necesitan leer más y no menos.
Por su parte, el presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL), Martín Gremmelspacher, sostiene que es necesario hacer una distinción respecto de la salida de SM del país. “La razón social, la persona jurídica, que es SM, no existe más porque se fue del país -dice-. Pero lo importante de toda editorial es el catálogo, no la razón social. Gran parte del catálogo seguirá estando en Logos, que es una empresa argentina que tiene muchos años”. Gremmelspacher agrega que el grupo SM tenía en el país dos razones sociales, por un lado, la editorial de textos para la enseñanza escolar y de literatura complementaria (SM, El Barco de Vapor y Educamos en la Argentina), y la editorial PPC (Pensar, Publicar, Creer), que publica libros religiosos y cuya representación comercial en el país está a cargo de Bonum, sello que dirige Gremmelspacher.
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