“El Gran Cuaderno”, una revista literaria en papel en la era del clic
La dirigen tres escritoras y rinde tributo a Ricardo Piglia, cultor de las libretas; además de ensayos, relatos y experimentaciones, incluye fotografías e ilustraciones de artistas latinoamericanos
¿Una revista literaria en papel en el imperio digital? El nuevo número de El Gran Cuaderno -que desde 2022 dirigen las escritoras Adriana Riva, Ana Navajas y Natalia Rozenblum- se publicó en ocasión de la Feria del Libro porteña y a semanas del inicio de la convocante Feria de Editores (FED). El nuevo número incluye colaboraciones de María Negroni (un falso diario de Truman Capote), Camila Fabbri (con entradas de un diario), poemas de Pablo Anadón, un ensayo sobre el silencio de José María Brindisi, otro de Martín Kohan sobre la memoria, un escrito de Ana Catania acerca del color naranja y el hambre e imágenes de cuadernos de la artista ecuatoriana Powerpaola y Washington Cucurto.
Hay firmas internacionales: la chilena Alejandra Costamagna, la mexicana Verónica Gerber Bicecci (que amplifica un cuento de la española Emilia Pardo Bazán), la brasileña Flávia Péret, además de ilustraciones de la colombiana Herikita y fotografías del uruguayo Pablo Albarenga (de mujeres yanomami, en Brasil, que intervinieron con dibujos las fotos). El chileno Gonzalo Maier reescribe de memoria un célebre cuento del ruso Nikolái Gógol, “La nariz”. Los materiales de El Gran Cuaderno son inéditos o fueron publicados en medios digitales.
“El Gran Cuaderno nació de dos deseos: hacer cosas con amigas unidas por el amor a la literatura, casi como una excusa para tener más espacios de encuentro, y recuperar algo que nos gustaba tanto como las revistas en papel y que prácticamente dejaron de existir -dice Navajas a LA NACION-. Nosotras somos de las últimas generaciones que se criaron con esa materialidad, no somos nativas digitales, y la extrañábamos. Por supuesto que leemos libros impresos, pero una revista es una especie aparte y puede ser una multiplicidad de cosas”. El nombre de la publicación proviene de una cita de Ricardo Piglia: “Se terminan los cuadernos y se termina todo”.
Los sumarios de los cinco números de la revista indican un criterio regional. “Cuando definimos cuál era nuestra búsqueda, coincidimos en que nos interesaba difundir lo que ocurría en la escena artística latinoamericana, tanto de gente conocida como de quienes no tienen visibilidad, con foco en la literatura, pero también generando un diálogo de la escritura con otras disciplinas como la fotografía y la ilustración -dice Rozenblum-. Un poco haciendo honor al nombre de la revista y otro poco porque nos interesa mucho la intimidad del proceso creativo, también publicamos una sección que se llama ‘Cuadernos de artistas’ y que incluye a una gran variedad de disciplinas, desde las más evidentes como ilustradores, fotógrafos o artistas plásticos hasta músicos y actores. Por eso el diseño es tan importante como el contenido, un modo de expresar nuestra mirada. Queremos una revista para coleccionar”. La revista tiene el formato de un cuaderno o una “gran libreta”.
El diseñador y director de arte de la revista es Santiago Goria. El papel del interior es bookcel, el más común en los libros, y el de la tapa es chambril, con una trama que va cambiando de número a número.
“Siempre nos gana el entusiasmo y antes de terminar uno ya empezamos a pensar en el próximo -dice Navajas-. El secreto, creemos, es que a los cuatro nos encanta hacer la revista”.
“El proyecto goza de buena salud, dentro de un contexto muy difícil en el país -admite Riva-. El año pasado sacamos tres números, ahora en abril salió el quinto y estamos planeando el sexto para octubre, es decir que vamos a imprimir menos, pero intentamos que eso no corra el foco de nuestro trabajo, sobre todo porque la respuesta, tanto de los artistas convocados como de los lectores, es increíble, y eso nos entusiasma”.
Es una revista de exportación. “Logramos estar en algunas librerías de Uruguay, México y Alemania -añade Riva-. Acá se consigue por nuestra tienda online y en ferias. Este año estuvimos por primera vez en la Feria del Libro, en el stand de La Coop, y en agosto vamos a participar de la FED. También estuvimos en la Feria de Arte Impreso Migra. Esos espacios son lugares imprescindibles de encuentro con los lectores y con los autores”.
La revista se consigue en esta tienda online y en ferias de libros. Cuesta $ 19.000, pero hay combos promocionales si se compran números anteriores en los que participaron, entre otros, Sergio Bizzio, Clara Obligado, César Aira, Tomás Downey e Isol, y los colombianos Juan Cárdenas y Carolina Sanín, los mexicanos Alejandro Cartagena y Jazmina Barrera, las chilenas Lina Meruane y María José Navia, y el uruguayo Dani Umpi.
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