El Filba nacional lleva la literatura de viaje a Bariloche
Reúne hasta el domingo más de 30 autores y revela en sus actividades la vitalidad de la escena en la región
SAN CARLOS DE BARILOCHE. - Una vibración en el piso de madera de la emblemática biblioteca del Centro Cívico, desde donde se veía caer la tarde con un cordón de montañas de fondo, anticipó la sed de literatura que había en el Sur. La voz que generó ese temblor ante unas 300 personas fue la de Anahí Rayén Mariluán, una joven cantante y compositora de raíces mapuches que coronó el inicio del Festival Nacional de Literatura, en una jornada especial y emotiva para los locales, por la partida del talentoso artista, músico e historietista, Carlos Casalla. Las palabras en mapuzungún, la lengua mapuche que tanto se escucha en la Patagonia con nombres de pueblos o lagos, tuvieron su espacio a través del canto en este festival que celebra las letras, en una ciudad donde se reproducen los exponentes, alentados por el entorno, que durante estos días colmaron las salas de cada charla y cada taller que trajo a Bariloche la sexta edición del Filba.
Una propuesta amplia y descontracturada se reproduce desde el miércoles (con una pausa obligada el jueves por el paro nacional) en toda la ciudad, con sedes en la emblemática Biblioteca Sarmiento, parte del Patrimonio Histórico del Centro Cívico, la Escuela de Arte La Llave y la Sala de Ensayo Dengün Piuke, ubicadas en los barrios de la periferia, o hacia el oeste con actividades en la Casa Soria Moria, un espacio en el corazón del Circuito Chico que por primera vez se abrió al público.
El festival realizó ediciones en Bahía Blanca, Santa Fe, Azul, Mar del Plata y San Rafael, con el objetivo de "hacer viajar a la buena literatura, acercar otros programas a públicos que muchas veces quedan relegados en una sociedad que, sin lugar a dudas, es fuertemente centralista", precisó el presidente de Filba, Pablo Braun al presentar la propuesta en el auditorio de la Biblioteca Sarmiento donde valoró la influencia de distintas realidades en Bariloche que van desde la cultura mapuche hasta un alto desarrollo científico. "Filba tiene la ambición de recorrer todo el país y así llegamos a Bariloche donde nos sorprendió, en el viaje exploratorio que hicimos en enero, la cantidad de escritores, ilustradores y poetas sobretodo que generan una escena super vital todo el año", destacó Gabriela Adomo, la directora del festival.
La visión de un Bariloche activo en las letras lo demuestra la Fiesta de la Palabra que este año tendrá la séptima edición, un espacio impulsado por los propios escritores para contagiar a la comunidad. Tiene su correlato además con la creación de la Editora Municipal Bariloche, que desde hace dos años premia a poetas y narradores con la publicación de sus libros.
"Bariloche, San Martín de los Andes, Villa la Angostura, es una región con muchos productores de cultura, gente que se está relacionando de una forma más genuina porque desde acá el acercamiento a editoriales o espacios es bastante más trabado, pero que tienen un ímpetu y una pulsión muy fuerte", opinó el escritor e ilustrador Pablo Bernasconi.
Referente de la cultura local, Bernasconi oficia de anfitrión junto a otros tantos escritores como Graciela Cros (Premio Nacional de Poesía), Luisa Pelufo (premio Emecé por la novela Todo eso oyes) y Emilio Di Tata Roitberg (Mención Especial del Premio Clarín de Novela por González Catán). Todos ellos participan de los paneles junto a la escritora Claudia Piñeiro, Cristian Aliaga, Rosario Bléfari, entre otros.
Cuatro escritores rompieron el hielo con el público en este desembarco del Filba en Bariloche con una propuesta que llamó a la introspección para reflexionar acerca de las montañas personales que han tenido que escalar (reales, geográficas o imaginarias). Signados por el luto en los que quedó envuelta la ciudad el miércoles por la muerte del historietista y músico, Carlos "Chingolo" Casalla, Bernasconi y Pelufo homenajearon al artista: "Hubiese sido un abonado a la primera fila, claramente".
Tampoco el contexto actual escapó a Cristian Aliaga, poeta y escritor que condujo 1.000 kilómetros desde Comodoro Rivadavia para participar del festival. "Van a quedar muchas montañas para subir, montañas enormes de una ciudad para reconstruir", afirmó en alusión al temporal que azotó la capital chubutense.
La conferencia inaugural estuvo a cargo de Sylvia Molloy, que tomó relatos de viaje para analizar el lugar del escritor y del lector en esas narrativas, partiendo de un escrito de Domingo Faustino Sarmiento en 1845 en su libro Viajes en Europa, África y América.
La ensayista radicada en Nueva York tomó un incidente en la isla chilena Juan Fernández narrado por Sarmiento para exhibir que casi dos siglos atrás la cuestión de género era objeto de debate e incorporado en el texto como una forma de provocar al lector.
Agenda
16 hs.
Caminata por el bosque (Casa Soria Moria- Circuito Chico). Con Vera Giaconi, Adrián Moyano y Anahí Mariluan.
19 hs.
Cata de libros con Esteban Castromán y Claudia Piñeiro.
18 hs.
Recital literario. Mentiras y moretones, con Pablo Bernasconi, Pablo Ríos y Eugenio Davide (Biblioteca Sarmiento).
21.30 hs.
Lecturas. Para hacer bien el amor hay que venir al Sur. Leen: Bendersky, Giaconi, Havilio y Paz.
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