El examen a graduados ya divide las aguas
Las universidades privadas cuestionan la iniciativa de Juri
La propuesta del examen final de los graduados universitarios, anunciada por el Gobierno con el argumento de avanzar en la calidad de la enseñanza superior, comenzó a dividir las aguas entre las universidades nacionales y privadas.
Mientras la reacción favorable por parte de las sedes estatales fue inmediata, las reservas y objeciones de las instituciones privadas se hicieron sentir. El anuncio sorprendió al Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), que acordó pedir una reunión inmediata con el ministro de Educación, Hugo Juri, para reclamarle un plan integral de la educación superior.
"Hasta ahora sólo escuchamos ideas, tanto en la propuesta de las evaluaciones a los graduados como en la instrumentación de los colegios universitarios. Nosotros queremos discutir sobre propuestas claras y documentos más consistentes", precisó ayer a La Nación el rector de la Universidad de Belgrano, Avelino Porto, que participó de una reunión con sus pares, que se prolongó siete horas.
Respaldo de la UBA
Juri anunció la intención de examinar a los graduados para evaluar las universidades anteanoche, en San Luis, en el congreso nacional de Franja Morada. Sus dirigentes recibieron la propuesta como "una herramienta de diagnóstico que permitirá a la universidad discutir cuestiones de fondo".
"Sólo pueden rechazar las pruebas de sus graduados las universidades que temen un mal resultado", dijo ayer el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Oscar Shuberoff, que dio un amplio respaldo a la iniciativa del ministro Juri.
"Es una muy buena idea. El Estado nacional debe recuperar alguna capacidad de controlar la calidad educativa, en todos los niveles de enseñanza", dijo en referencia a la intención oficial de fortalecer el control sobre las instituciones.
"La medida es útil y elevará la calidad académica de las universidades", aseguró el rector de la UBA, de donde anualmente egresan 15.000 profesionales.
Con Shuberoff coincidió el ingeniero Jorge González, decano de Ciencias Exactas y designado rector de la Universidad Nacional de Córdoba. Consideró que la iniciativa de Juri "es muy positiva y tiende a brindar herramientas para la evaluación institucional y para saber cómo funciona la formación del egresado". A su universidad concurren 100.000 estudiantes y cada año se gradúan más de 5000 alumnos.
El rector Gerardo della Paolera, de la Universidad Torcuato Di Tella, criticó la decisión de tipificar en un examen único para cada disciplina "la enorme diversidad en la creación de contenidos que caracteriza a las instituciones universitarias".
Más sencillo, dijo, "sería establecer un examen final al concluir el secundario, que sirva como referencia para el ingreso universitario, tal como ocurre con los modelos exitosos que se aplican en Francia, Italia y Alemania".
Para el rector de la Universidad Austral, doctor José Alejandro Consigli, la propuesta de un examen final a todos los egresados universitarios "es, cuando menos, de dudosa conveniencia". Y explicó que la ley de educación superior prevé que la evaluación y acreditación de las universidades se realice a través de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) o de entidades privadas autorizadas por este organismo.
"Lo que necesita la educación universitaria para mejorar no son más controles sino alicientes: fondos públicos y privados para promover la investigación, aportes para becas, desgravaciones impositivas que fomenten el mecenazgo y reconocimiento efectivo de la importancia de la tarea docente", explicó Consigli.
La Superintendencia
Las posiciones opuestas se extienden también a la decisión del Ministerio de Educación de avanzar en el control administrativo y académico de las casas de estudios, con la creación de la Superintendencia de Universidades.
"No le veo ningún sentido académico ni jurídico", advirtió el rector Della Paolera, al rechazar la creación de ese organismo. "Para medir la calidad de la enseñanza ya existe la Coneau", expresó.
Porto sostuvo que las universidades privadas ya tienen controles de gestión, a través de las inspecciones de justicia y los informes al Ministerio de Educación.
La iniciativa oficial fue apoyada por el justicialista Aníbal Y. Jozami, rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y ex secretario de Políticas Universitarias en el gobierno de Menem.
"Me parece una medida positiva porque mejorará las universidades y su relación con la sociedad. Quizás es una iniciativa que deberíamos haber tomado nosotros durante nuestra gestión, a medida que aumentábamos el presupuesto universitario", precisó.
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