El escritor rumano Mircea Cartarescu ganó el premio Formentor
Con la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, se entregó este mediodía en la Sala Juan L. Ortiz de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno el Premio Formentor. Por primera vez desde su creación, el acto tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires, con la participación del presidente del premio, Basilio Baltasar y los otros cuatro jurados, entre ellos el director de la Biblioteca Nacional, el narrador y ensayista Alberto Manguel. El autor de Historia natural de la curiosidad había sido el ganador de la edición anterior del premio.
El escritor rumano Mircea Cartarescu, nacido en Bucarest en 1956, resultó el elegido en 2018. Cada uno de los cinco miembros del jurado del premio Formentor sugiere a tres candidatos. El autor de Lulu y Solenoide, dos de las obras más destacadas del poeta, narrador y crítico literario, se impuso sobre el resto. Para el jurado, su obra integra la evidencia de la realidad, la cartografía de la memoria y la energía creativa del sueño en un mismo ímpetu narrativo.
Según Manguel, se trata de un escritor "muy argentino". El director de la Biblioteca Nacional atribuyó ese rasgo a que el premiado aborda de manera impar los "años robados" por la dictadura rumana a su pueblo. "La atmósfera de temor obligado y de amenaza injusta de las narraciones de Cartarescu resulta familiar para los lectores argentinos", dijo Manguel. Este no es el primer premio que recibe el escritor; entre otros, ha merecido el Gregor von Rezzori en 2016 y, en 2018, el premio Thomas Mann de Literatura.
Andrés Ibáñez, integrante del jurado, sostuvo que los lectores están ante "un autor genial, denso y un poco difícil" y recomendó la lectura de Nostalgia y Solenoide, dos de las grandes obras de Cartarescu. Aunque haya sido publicada en España por Impedimenta y en México por Sexto Piso, gran parte de la obra del escritor rumano se encuentra en librerías porteñas. Manguel reveló que mantendría negociaciones con la embajada de Rumania en la Argentina para poder invitar al escritor a la Biblioteca Nacional.
"Me siento increíblemente honrado por la concesión de este premio, que acepto del modo más humilde y con enorme emoción, puesto que el Formentor es uno de los premios literarios más prestigiosos no solamente del ámbito europeo sino del mundo entero de las letras", escribió el autor al enterarse de la noticia. También agradeció en su carta al jurado y a la traductora española Marian Ochoa de Eribe, que traduce su obra para Impedimenta. El 5 de octubre de este año, el escritor se encontrará con el jurado en Mallorca, donde le será entregado el premio de 50.000 euros. "Solo quiero desenmascarar la realidad, abrir puertas a laberintos imposibles de desentrañar y para ello escribiría aunque no quedara ni un solo lector en el mundo", sostuvo Cartarescu.
Un premio de origen argentino
La historia del premio Formentor de las Letras tiene dos etapas bien diferenciadas. De prestigio internacional e impulsado por editores del nivel de Antoine Gallimard y Carlos Barral, reconoce la obra de autores que dedicaron su vida a la literatura. En 1961, los ganadores fueron dos autores que signaron la literatura del siglo XX: Jorge Luis Borges y Samuel Beckett. Esa primera etapa del premio concluyó en 1967, con el premio al inefable escritor polaco que vivió en la Argentina, Witold Gombrowicz.
En 2011, con motivo del 50º aniversario, las familias mecenas Barceló y Buadas recuperaron el galardón que, desde entonces, parece un premio a la literatura escrita exclusivamente por varones: Carlos Fuentes, Enrique Vila-Matas, Javier Marías, Roberto Calasso y Ricardo Piglia obtuvieron el Formentor. El ganador del año pasado fue Manguel, ensayista, narrador y director de la Biblioteca Nacional. Este año, por primera vez en la historia del premio, lo obtuvo un escritor rumano.
Manguel, en su calidad de anfitrión, presentó a los compañeros de jurado. Basilio Baltasar, escritor, periodista y editor español, es el presidente del premio Formentor. Lo acompañaban el escritor español Andrés Ibáñez; el filólogo, poeta y narrador Francisco Ferrer Lerín y la traductora y narradora nacida en Marruecos Aline Schulman, que pasó su infancia en Buenos Aires. Una característica del premio es que cada jurado escribe una defensa de los motivos de la elección del ganador, que se publica en Carnets del Formentor, un lujoso volumen en el que aparecen el discurso del escritor galardonado y varias fotografías.
Provisto de 50.000 euros, el premio se entrega en un tradicional acto llamado "Conversaciones literarias Formentor" en los jardines del hotel Formentor, ubicado en la bahía de Puerto Pollensa, en Mallorca. Ese hotel fue creado por un mecenas argentino en los años 1920. El poeta y millonario Adán Diehl imaginó que el hotel sería un centro de cultura y ocio para la Europa elegante de la Belle Époque, donde se reunirían personalidades de gran fortuna y sus amigos, "los poetas menesterosos". No obstante, la fortuna de Diehl (casado con Delia del Carril) solo aguantó siete años, tras los que regresó a Buenos Aires sin llegar a ver el brillo que luego adquiriría su proyecto. En la década de 1950 resurgió de la mano de Bartomeu Buadas, que lo volvió a inscribir en la agenda turística, artística y literaria internacional. El sábado, los cinco jurados que deliberaron en Buenos Aires en la Casa Victoria Ocampo visitaron el cementerio de la Recoleta y dejaron flores en la tumba de Diehl.