El escritor británico Neil Gaiman, nuevamente acusado de abuso sexual
Varias mujeres denunciaron agresiones sexuales y prácticas sadomasoquistas sin consentimiento por parte de ellas; Amazon y Disney cancelaron los proyectos audiovisuales basados en obras del creador de “Coraline”
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En una investigación de la periodista Lila Shapiro publicada ayer por New York Magazine, varias mujeres acusan al premiado escritor, historietista y guionista británico Neil Gaiman (Portchester, 1960) de agresión sexual; el creador de Coraline, de 64 años, ya había sido denunciado a mediados de 2024, cuando recibió cinco acusaciones de abuso sexual a través del podcast Master: the allegations against Neil Gaiman, de Tortoise Media, donde se investigaron correos electrónicos, testimonios y comunicaciones con la policía.
Una de las nuevas denunciantes, la neozelandesa Scarlett Pavlovich, trabajó como niñera de los hijos de Gaiman y de la cantante y compositora feminista Amanda Palmer (exesposa de Gaiman desde 2022) para el escritor que también se asumió como feminista en varias oportunidades (se jactó incluso de haber compuesto con Palmer una “oda feminista” dedicada a las primeras científicas). En los encuentros sexuales no consentidos, Gaiman le ordenaba que lo llamara “Master” (amo) para excitarse.
En el primer encuentro, que tuvo lugar en febrero de 2022, el escritor le había pedido a Pavlovich, que es lesbiana (según dijo la joven, esto lo excitaba aún más), que se metiera desnuda en una bañera ubicada en el jardín de su casa en Londres, mientras él atendía llamados telefónicos. Aunque se negó, él insistió y la convenció (la joven había bebido alcohol; él, solo agua). Un rato después, Gaiman se apareció desnudo ante la joven -en ese entonces de veintidós años- comenzó a acariciarla, intentó penetrarla y eyaculó sobre el rostro de la joven, a quien le pedía que lo llamara “Master” para poder alcanzar el orgasmo, todo sin el consentimiento de Pavlovich. La portada de New York Magazine muestra un retrato de Gaiman, con su mirada profunda de ojos oscuros, mofletes y rizos entrecanos, con la leyenda “Llámame amo. Los juegos de poder sádicos del autor de fantasía Neil Gaiman”.
Luego de este episodio, Pavlovich (que había sido abusada en la infancia y estaba desempleada) continuó trabajando para la familia. Hubo otros episodios presuntos de sexo oral y sexo anal forzados, en los que la denunciante asegura que se desmayó de dolor, así como de ser obligada a beber su propia orina en presencia de uno de los hijos de Gaiman y Palmer. El escritor la llamaba “esclava”. Según la joven, Palmer estaba al tanto de los hechos y le pidió a su exmarido que acudiera a terapia.
La víctima más joven de Gaiman, una fan del escritor, tenía dieciocho años, y las demás mujeres, entre veinte y treinta años cuando conocieron al escritor. Katherine Kendall, admiradora del novelista, recordó que el escritor se había abalanzado sobre ella en una fiesta durante una gira de presentaciones y firmas de libros por Carolina del Norte y la había besado a la fuerza en 2012, pese a que por Skype le había anticipado que no quería tener una relación con él. “Bésame como si lo sintieras”, le dijo el escritor, que agregó que era “muy adinerado” (años después, tuvo que pagarle a la joven más de 50.000 dólares para un tratamiento terapéutico).
Kendra Stout afirmó que tuvo una relación con Gaiman en 2003, en la que hubo prácticas de BSDM (bondage, disciplina y sadomasoquismo) sin consentimiento por parte de ella. Gaiman habría violado a Stout cuando esta sufría una infección urinaria. Muchas recuerdan que Gaiman usaba la frase “Call Me Master”.
The literary crowd that had a hell of a lot to say about Harvey Weinstein before he was convicted has been strangely muted in its response to multiple accusations against Neil Gaiman from young women who'd never met, yet - as with Weinstein - tell remarkably similar stories.
— J.K. Rowling (@jk_rowling) January 13, 2025
En diálogo con algunos medios, los representantes de Gaiman afirmaron que los encuentros sexuales habían sido consensuados. Desde ayer, “Neil Gaiman” y “Fuck Neil Gaiman” son trending topic en redes sociales.
En X, la escritora británica J. K. Rowling se mostró sorprendida por el “silencio” de la comunidad literaria ante las denuncias en contra de su multipremiado compatriota. “El público literario que tenía mucho que decir sobre Harvey Weinstein antes de que fuera condenado se ha mostrado extrañamente silencioso en su respuesta a las múltiples acusaciones contra Neil Gaiman por parte de mujeres jóvenes que nunca se habían conocido, pero que -como en el caso de Weinstein- cuentan historias notablemente similares”, sostuvo Rowling. En español, obras de Gaiman han sido publicadas por Penguin Random House, el Grupo Planeta y OVNI Press.
No obstante, desde que comenzaron las acusaciones contra Gaiman, todos sus proyectos audiovisuales han sido cancelados o paralizados. En septiembre de 2024, Disney frenó la adaptación cinematográfica de la novela El libro del cementerio; Amazon Prime canceló la tercera temporada de la serie Good Omens y Netflix no decidió aún si avanzará con la tercera temporada de The Sandman.
Las denuncias contra Gaiman salieron a la luz por primera vez en julio pasado, cuando dos mujeres hablaron en el podcast Master, de Tortoise Media, y lo acusaron por abuso sexual. Luego se sumaron otras que mencionaron actitudes del autor que ahora fueron confirmadas por las mujeres entrevistadas por Shapiro, que vincula el comportamiento de Gaiman con la Cienciología, la secta estadounidense creada por el escritor de fantasía y ciencia ficción L. Ron Hubbard en 1952, a la que pertenecieron los padres de Gaiman, el escritor y su primera esposa. Según Shapiro, de joven Gaiman habría sufrido vejaciones por parte de sus padres. La periodista describió el perfil de las mujeres denunciantes como miembros de una “comunidad inherentemente vulnerable”.
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