El equívoco del seguro y el destino de los 33 cuadros que estaban en Olivos
Tras las declaraciones del vocero presidencial sobre la millonaria póliza de las obras de arte que estaban en la quinta, se supo que el importe era en pesos y que los cuadros ya habían regresado a la Cancillería
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Ayer a la mañana, el vocero presidencial, el periodista Manuel Adorni, aseguró que la residencia de Olivos estaba “decorada por algunos cuadros que tienen un seguro por el que todos los argentinos pagamos 2,6 millones de dólares”. Entre esos “algunos cuadros”, hay obras de grandes maestros como Pridiliano Pueyrredón, Emilio Pettoruti, Fortunato Lacámera, Xul Solar, Antonio Berni, Lidy Prati, Nicolás García Uriburu, León Ferrari, Víctor Grippo y Lucio Fontana. “La verdad es que, con una Argentina pobre, con 1,3 millones de niños indigentes, resulta absolutamente irracional”, declaró en su informe matutino.
Adorni fue desmentido por su antecesora en el cargo, la periodista Gabriela Cerruti. “El portavoz Manuel Adorni confundió hoy una cifra en pesos con la misma en dólares -sostuvo en la red social X-. El seguro de las obras de arte que se debe pagar en la residencia de Olivos como en cualquier otro museo o lugar de resguardo es de dos millones setecientos mil PESOS ANUAL y ya fue pagado este año”. La póliza 05631270, de la aseguradora del Banco Nación, ofrece una cobertura por “robo y riesgos similares” para 33 obras que estaban en la Quinta de Olivos, y tiene un valor de $ 2.733.611 por el periodo que va de enero de 2023 a enero de 2024.
El portavoz @madorni confundió hoy una cifra en pesos con la misma en dólares. El seguro de las obras de arte que se debe pagar en la residencia de Olivos como en cualquier otro museo o lugar de resguardo fue de dos millones setecientos mil PESOS ANUAL y ya fue pagado este año. pic.twitter.com/recss5tJxm
— Gabriela Cerruti (@gabicerru) December 15, 2023
Por otro lado, esas obras habían regresado adonde pertenecían, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el pasado jueves 7, días antes de la asunción presidencial de Javier Milei. Algunas se habían podido ver en las cadenas nacionales del presidente Alberto Fernández emitidas desde la residencia presidencial durante la pandemia o en la penosa imagen de la “fiesta de Olivos” llevada a cabo en julio de 2021, cuando para el resto de los mortales regían las restricciones sanitarias.
Las obras forman parte del patrimonio cultural de la Argentina. “Los cuadros en préstamo volvieron el 7 a Cancillería -dice la funcionaria saliente a cargo de la Dirección de Asuntos Culturales de Cancillería, la escritora Paula Vázquez-. Obviamente, los cuadros tienen que estar asegurados siempre. Cuando están en Cancillería, el seguro lo paga Cancillería; cuando se van en préstamo, lo paga el organismo que lo tenga en préstamo. Lo que dijo el vocero es de una ignorancia extrema”.
Durante el gobierno de Cambiemos, el presidente Mauricio Macri optó por llevar obras de su propia colección; en imágenes solía verse una imponente pintura de su yerno, Pablo Siquier, pareja de la artista Gimena Macri.
Pettoruti, Xul Solar y Berni
Si bien la póliza de Nación Seguros no consigna los títulos de las obras, se pudo saber que algunos de cuadros eran varias obras de Víctor Grippo (Configuración y Fuera de órbita, entre otras) y Laberinto vertical y Laberinto vertical I, de Miguel Vidal; Composición decorativa, de Lino Enea Spilimbergo; Libro en blanco, de Emilio Pettoruti; Retrato del compositor, de Alfredo Guttero; una obra sin título de León Ferrari y Sur valuado, de Nicolás García Uriburu. También había pinturas de Alfredo Hlito, Juan del Prete, Carlos Silva y Tomás Maldonado. El valor total de la colección de Cancillería prestada a Olivos supera los 332 millones de pesos.
La colección de obras de arte del Ministerio de Relaciones Exteriores se conformó en gran parte durante el mandato del canciller Guido Di Tella, en la presidencia de Carlos Menem (”el mejor presidente de toda la historia”, según Milei). La expresidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos y hoy asesora del Teatro Colón, Teresa Anchorena, había seleccionado los cuadros que se compraron en ese entonces.
“Los objetos deben conservarse en un edificio a prueba de incendio bajo seguridad física o electrónica las 24 horas, y protegido de temperaturas y humedad inusuales, luz excesiva, insectos, gusanos, polvo o cualquier otro peligro ambiental”, se determina en la póliza. Resta saber si, para que ahorrar en seguros, el actual presidente dejará de solicitar en préstamo obras de arte a organismos estatales. De todos modos, los cuadros deben estar asegurados siempre, estén en Cancillería o, en préstamo, en la Quinta de Olivos, la Casa Rosada o un museo público o privado. La única forma dejar de pagar la póliza de seguro es que el Estado venda los cuadros.