El enigmático Banksy llegó a Madrid con una muestra “no autorizada”
LA NACIONSilvia Pisani
MADRID.– Guarda celosamente su identidad. Nadie sabe quién es pero, en los círculos artísticos, se habla de él como un fenómeno cultural. Un dato de nuestro tiempo.
Banksy, el artista callejero que se esconde tras ese nombre, protagoniza una "muestra no autorizada" con 70 obras de su autoría, que astutamente, cuestiona al publico con la duda habitual frente a este tipo de fenómenos.
"¿Genio o vándalo?", es el título de la exhibición que estará abierta hasta marzo próximo. Para responder al enigma, de cuya resolución uno puede tener ya una idea, hay que pagar casi 16 euros por la entrada.
Show en Sotheby´s
Lo último que se supo de este millonario grafitero nacido en Bristol en 1975 fue lo que ocurrió hace casi un par de meses en Londres, en una subasta de la firma Sotheby´s.
Una compradora ofreció 1.04 millones de libras (casi 1,30 millones de dólares) por Niña con Globo, una de sus obras paradigmáticas.
Pero, para asombro -o diversión- de todos, apenas cerrado el remate,la obra se autodestruyó al pasar por un pequeña trituradora oculta en el marco inferior de la pieza. Fue eso lo más comentado en los medios.
Tal vez como metáfora de lo incierto que es todo, la obra en cuestión está hoy, de nuevo, en Madrid.
No la que se autodestruyó, claro, sino otra. Porque Niña con Globo integra una cadena de serigrafías que el artista hizo de la misma obra. O sea que… tal vez… veamos unas cuantas más autodestruirse. Todo eso queda abierto como interrogantes en la muestra que acaba de abrir sus puertas.
Rompedor
"No quiero hablar en su nombre. Pero Banksy es un artista que rompe con todas las normas", dijo Alexander Nachkebiya, uno de los curadores de la exhibición.
¿Es eso lo que busca? ¿Romper las reglas? "Lo que pretende es poner el foco en los problemas de hoy", dijo el comisario, fascinado con el personaje anónimo que hace dos décadas atraía con los murales que pintaba en ciudades de todo el mundo, ayudado con brocha gorda y moldes de metal.
Eso es, tal vez, lo más llamativo de su producción. En línea con Andy Warhol, utiliza los elementos cotidianos -un banco, un globo, un niño, una rata, una empalizada, un banco, un barril de petróleo- para indagar sobre las tensiones de todos los días.
Setenta trabajos
A media luz y, por momentos, casi en la penumbra - "para que la obra sea la protagonista"- la exhibición recoge alguno de los trabajos más famosos del autor.
Está allí Stop Esso, el mural que pintó para Greenpeace, en el que una pareja toma sol mientras una mujer, cerca, enciende un cigarrillo con un barril de petróleo.
También está Napalm, con la niña de ojos aterrados que llora mientras da una mano al presidente de McDonalds y otra, a Mickey Mouse.
Tampoco falta Manténganlo real, con el mono y la leyenda "Ríanse, pero algún día estaremos al mando", junto con más serigrafías, fotos y videos. Incluso, hay una supuesta "reproducción" de su taller.
Destacan las serigrafías de obras tan conocidas como Código de Barras o El amor está en el aire, de las que se han vendido copias alrededor del mundo.
Una instalación envolvente, creada especialmente para la muestra, recibe al visitante que, durante el recorrido –y tal vez como sugestión de lo que podría ser el show– verá más de una vez la comentada destrucción de Niña con Globo en Sotheby´s a partir de los videos que se muestran en monitores.
¿Está todo esto a la venta? Los promotores de la exhibición dicen que no. Que no es ese el objetivo. Que las obras son de coleccionistas particulares y que están allí porque autorizaron su exhibición. Pero que, claro, si alguien está interesado… se puede hacer el contacto. En números gruesos, las 70 obras suman unos 20 millones de dólares, según estimó el propio Nachkebiya.
La muestra ya estuvo en Moscú y en San Petesburgo, donde fue visitada por medio millón de personas que se hicieron la misma pregunta: "Es esto un genio o un aprovechador?"
En esta presentación, organizada Organizada por IQ Art Management y la firma Sold Out, el visitante puede dejar su respuesta. Para eso hay una sala habilitada. Justo antes de la salida, que desemboca en la boutique de la muestra.
Por Silvia Pisani
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