El editor Daniel Divinsky despide a su gran amigo: "Quino era un compañero de vida"
Triste y consternado, Daniel Divinsky anunció por Twitter esta mañana la muerte de Quino, su amigo de toda la vida y compañero de aventuras por el mundo. "Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo lo llorará". El editor histórico del creador de Mafalda y uno de los fundadores de Ediciones De la Flor, junto con Kuki Miller, consideraba a Quino como parte de su familia. Compartieron viajes por trabajo y por placer. Quino le tenía tanto confianza a los editores de De la Flor (que desde la salida de Divinsky en 2015 quedó a cargo de Miller, su ex esposa) que nunca aceptó las ofertas tentadoras de los grandes grupos editoriales para llevarse su obra completa a un sello internacional.
Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará.&— Daniel Divinsky (@DanielDivi1) September 30, 2020
Hoy, en un día triste por la despedida a la distancia, ya que Quino vivía en Mendoza, el editor aceptó recordarlo en una charla telefónica exclusiva con LA NACION.
"Quino era mucho más que un autor de la casa, como se suele decir. Más que un amigo de esos con los que uno se cuenta intimidades, Quino era un compañero de vida. Salíamos juntos, tomábamos vacaciones en familia. Había una relación de confianza tan grande que hasta pude tener la audacia de reemplazarlo hace varios años en una entrevista pública en Tucumán: él estaba disfónico y no podía haber y yo di las respuestas que él hubiera dado mientras lo veía asentir con la cabeza porque era exactamente lo que él pensaba. Creo que lo conocía tan bien que podía decir lo que él hubiera dicho.
Entre los viajes que compartimos, uno exótico fue el que hicimos a la isla de Pascua, cuando todavía no era un destino muy habitual, y desde ahí viajamos a Tahití. Fue un viaje inolvidable desde todo punto de vista. También fuimos una vez de vacaciones a República Dominicana. Convivimos todo el tiempo, era una relación entrañable en todo sentido. Superaba todo lo que tenía que ver con la edición de sus libros.
Mafalda lo acompañaba siempre porque la gente le pedía dibujos y autógrafos a donde fuera. Tanto que en un momento quedó prohibido hablar de Mafalda en las conversaciones amistosas. Ya estaba aburrido de ese tema. Ya en los últimos años, cuando iba a la Feria del Libro y ya no podía dibujar, hacía solo una firma. Por sus problemas con la vista, solo firmaba.
Estuve con él a fines de enero en Mendoza, donde vivía. Y estoy siempre en contacto con sus sobrinos Diego y Julieta, que es su representante. Lo internaron la semana pasada por un accidente cerebrovascular, del cual no se recuperó. Estuve pensando toda la mañana cómo despedirme y creo que lo mejor es lo que ya dije: fue un gran compañero de vida".