El controversial cuento para chicos de la primera Nobel de Literatura
Se publicó en la Argentina Un hijo distinto, de Selma Lagerlöf, escrito en 1915; anticipa el debate sobre la diversidad
Dos editoras argentinas rescataron un cuento para chicos de la autora sueca Selma Lagerlöf, la primera mujer galardonada con un Premio Nobel de Literatura, y lo publicaron este año para inaugurar el sello independiente Jataka Libros. Escrito en 1915, Un hijo distinto (Bortbytingen, en el original, y más conocido en inglés como The Changeling) es un relato provocador e inquietante y dispara diversas interpretaciones. Todo lo que sucede desde el principio y hasta las últimas páginas resulta políticamente incorrecto. Precursora del feminismo en la literatura, Lagerlöf narra una historia implacable de encuentro y desencuentro, de identidad y diversidad, de aceptación y amor filial.
"Hacía rato que queríamos retomar la colección Jataka, que había iniciado hace diez años La Bestia Equilátera, donde publicamos cuatro fábulas budistas, y el cuento de Selma nos pareció ideal", cuenta María Martoccia, socia de Javiera Gutiérrez en la aventura de lanzar un pequeño sello en este contexto de contracción de la industria editorial. "Escribir da trabajo, leer también: eso pensé cuando imaginé a un lector a partir de los diez, once años. Por supuesto, puede leerlo un adulto. El cuento tiene esa calidad eterna de los buenos relatos, como los de Kipling, Oscar Wilde o Silvina Ocampo, y ofrece una docena de temas para pensar y discutir. Los lectores pueden llegar a conclusiones muy controversiales", agrega la autora y traductora.
A partir del encuentro casual entre una madre y un hijo con una troll y su hijo, la trama muestra las reacciones que pueden surgir en una familia ante un ser "diferente". En tiempos de redes sociales, para los usuarios de Twitter, un troll es alguien que publica mensajes agresivos o provocadores con el objetivo de atacar personalidades o instalar temas. Por algo las editoras decidieron agregar en la primera página una aclaración: "Troll: ser fantástico, por lo general dañino, de los cuentos nórdicos tradicionales".
"Lagerlöf es una de las grandes escritoras de la literatura sueca, Premio Nobel de Literatura en 1909, cíclicamente olvidada por las tendencias editoriales. En el país solo circulan algunos de sus textos más célebres (Las aventuras de Nils Holgersson, La carreta fantasma, y hace unos años se reeditó la novela Jerusalem). Entre otros temas, ella estudió y tomó las leyendas tradicionales y los seres fantásticos del folclore escandinavo; Un hijo distinto se inscribe en esa producción. Al leerlo sentimos que habíamos encontrado algo especial. Tiene muchos de los elementos fascinantes de los cuentos que nos atraparon en la infancia: la escritura es clara, accesible; hay situaciones límite y un in crescendo dramático intenso más una vuelta de tuerca final. Si bien presenta un inmenso conflicto personal, social y hasta ético, siempre está en primer plano el relato y es solo a través de la trama que puede dispararse la reflexión", acota Gutiérrez.
Martoccia tradujo el texto del inglés, una tarea que, según reconoce, presentó en principio las dificultades propias de los textos bien escritos: "Es como estar caminando cerca de un precipicio, todo el tiempo se puede dar un paso en falso", asegura. "A la vez, de un modo leve, intentamos acercar el relato a un lector actual, con algunas palabras y diálogos menos pomposos que los de la versión original".
La adaptación del título en sueco, cuya traducción literal sería "El sustituto" o "El reemplazo", tuvo que ver con el contenido: "Remite a una práctica que los trolls realizan y está incorporada en ese folclore. Esos seres, de costumbres tan distintas a las humanas, roban niños y dejan en su lugar a la propia criatura. ¿Travesura? ¿Modo de conectarse? Creímos, entonces, que Un hijo distinto resumía la situación y lo acercaba a los lectores de hoy", explica.
La vigencia de esta historia escrita hace más de un siglo tiene que ver, sin dudas, con el eterno miedo al diferente. Para Gutiérrez, "Lagerlöf no se queda en conflictos pequeños y propone un gran dilema para los personajes; creo que eso es lo que impacta, lo que despierta la mente del lector, incluso lo que perdura. La autora fue lo suficientemente hábil como para conservar la otredad del ser fantástico y la distancia afectiva de la madre humana sin que se perdiera la emotividad del texto, y a la vez es categórica sin imponer una lectura unívoca". Martoccia coincide: "Creo que se puede hilar fino hasta llegar a una última conclusión que hasta podría decirse que es más bien un consejo o una advertencia práctica y sana: no se trata de forzarnos para que nos guste lo diferente, se trata simplemente de aceptarlo aun sin comprenderlo".
Maestra rural durante una década hasta que publicó su primera novela, La saga de Gösta Berling, en 1891, Lagerlöf (1858-1940) ganó el Nobel de Literatura en 1909 "en reconocimiento del elevado idealismo, la vívida imaginación y la espiritual percepción que caracterizan sus escritos", según los académicos que la distinguieron. "Seré elegida para la academia sueca y ganaré el Premio Nobel", vaticinó en 1903 en una carta a la escritora Sophie Elkan. Su libro El maravilloso viaje de Nils Holgersson, de 1906, se convirtió en obra de culto de la literatura infantil. Encargado por el Consejo de Educación de Suecia, se lo considera el Quijote de los niños.
Selma logró su cometido después de varias frustraciones. En 1914, fue nombrada académica, aunque no podía votar: recién en 1919 se permitió el voto femenino en la Academia sueca. El reconocimiento a Lagerlöf abrió el camino a otras escritoras, aunque las mujeres son, todavía, abrumadora minoría.