El chico que vivía adentro de una cebra
El protagonista del libro Dentro de una cebra, de Micaela Chirif y Renato Moriconi, ve el mundo y las cosas que lo rodean de una manera especial: todo a rayas. Eso sucede cuando uno vive adentro de una cebra. A partir de esa original idea, la autora peruana y el ilustrador brasileño desarrollan una historia breve pero contundente que parece, en un principio, un tanto opresiva pero luego se vuelve esperanzadora.
"Ha sido muy satisfactorio recibir interpretaciones muy diversas: desde un prisionero en una cárcel hasta un viaje del útero hacia el nacimiento, pasando, en efecto, por distintos tipos de sufrimiento o agobio o desesperanza que concluye en una experiencia liberadora", comentó Chirif a LA NACION unos días antes de llegar al país para participar del festival de literatura infantil Filbita, que se realizará en Buenos Aires del 15 al 17 de noviembre.
"Creo que la posibilidad de transformar ciertas situaciones un poco opresivas o agobiantes en otras más amables es algo que me interesa en tanto materia de la literatura, pero también como exploración vital. Especialmente cuando, en esa transformación, cuesta diferenciar el espacio real del imaginado", agregó Chirif.
Dentro de una cebra fue publicado por el pequeño sello argentino Limonero y resultó premiado el mes pasado por la International Youth Library, la biblioteca de literatura infantil y juvenil más grande del mundo, que se encuentra en Munich (Alemania). Con el objetivo de promover la literatura infantil y juvenil, la institución organiza el festival bienal White Ravens, que reúne a autores, ilustradores y profesionales relacionados con la literatura infantil y juvenil de todo el mundo. Chirif y Moriconi darán un taller de escritura y creación artística en base al libro que crearon juntos el domingo 17, a las 16.30, en la Casona de los Olivera (Av. Directorio y Lacarra, Parque Avellaneda), en el cierre del Filbita.
En referencia al prestigioso premio, Chirif dice con orgullo: "Me alegró mucho que en la reseña del catálogo White Ravens se mencione que el texto es ‘hermético y misterioso’ pero, al mismo tiempo, ‘abierto y conducente a múltiples interpretaciones’. Me alegró porque es lo que intentaba hacer: encontrar un equilibrio adecuado entre lo que se dice y lo que no. De esa manera podría dejar lugar para que el lector pudiera ser también un autor".
Con respecto a la ambigüedad de la trama, la autora explica: "No hay un mensaje oculto que sea susceptible de ser ‘traducido’. En toda su posible ambigüedad, el texto dice simplemente lo que dice. Y a lo que aspira es a enganchar con los lectores para que estos se animen a ensayar un sentido o, mejor aún, varios. El punto de partida del texto fue muy sencillo: un chico que veía todo a rayas. En la primera versión que escribí, al final había una explicación que daba cuenta del porqué de esa manera de ver las cosas. Sin embargo, me di cuenta de que esa explicación reducía las posibilidades de lectura así que, al final, traté de trabajar un cierre que no se clausurara en un sentido único. Creo que las imágenes de Renato aportaron su propia narrativa y su propia ambigüedad desde la gráfica. Pero sobre eso él puede hablar mucho mejor que yo". Moriconi hablará sobre la "naturaleza polifónica" de éste otros libros en la charla "El libro ilustrado. Una obra de frontera", el sábado 16, a las 10, en la Alianza Francesa (Avenida Córdoba 946).
Artista plástico, el autor e ilustrador brasileño dicta cursos, talleres y conferencias en Brasil y en instituciones de otros países como el Museo de Arte Contemporáneo de Lima (Perú) y la Escuela Internacional de Ilustración (Italia). Ha recibido el premio Fundación Cuatrogatos (EEUU), fue finalista del Premio Andersen al Mejor libro de Arte y fue incluido en listas de crítica especializada como "The Most Astonishingly Unconventional Children’s Books", confeccionada por la Revista de la Biblioteca Escolar de Estados Unidos y "Los Mejores Libros Infantiles de 2018" del diario The Boston Globe.
Chirif, por su parte, ganó en 2013 el concurso de álbum ilustrado "A la orilla del viento" con Más te vale, mastodonte, publicado por Fondo de Cultura Económica, sobre un personaje que tiene un mastodonte testarudo como mascota. En octubre pasado, la autora ganó el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños. Así se presenta, con sus propias palabras, en la página del Filbita: "Nací en Lima, una ciudad en la que el cielo es gris como la panza de un burro. Al menos, eso decimos los limeños. Mi primer libro fue un libro de poemas. Unos años después llegué a los libros ilustrados por pura casualidad y descubrí que me quería dedicar a ellos para siempre. Algunos de mis libros son Más te vale, mastodonte, ¿Dónde está Tomás?, Dentro de una cebra, Desayuno, Niebla y En forma de palabras. Disfruto de escribir".
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