El canto de la sirena del rock Fabiana Cantilo se vuelve plegaria y poema
En “Desvío”, su primer libro, la cantante y compositora reúne poemas y dibujos hechos durante la pandemia; memorias en verso de una artista clave de la música nacional
- 5 minutos de lectura'
“Nada que quieras hacer, / no hay nada que no puedas hacer. / Nada que quieras hacer, / no hay nada que no pueda hacerse”, cantaba Fabiano Cantilo (Buenos Aires, 1959) en “Escritos del mar”, uno de los temas del álbum Superamor, de 2015. Sirena del rock argentino, voz líder de Los Twist, vocalista de Charly García y Fito Páez, una de las “parakulturales” Bay Biscuits y solista inigualable, cumple con su canto profético y debuta ahora como poeta con Desvío, recientemente publicado por Sudestada en la colección Poesía Sudversiva a cargo del escritor chaqueño Juan Solá. “Nunca olvidemos que al final / estamos a salvo”, escribe la poeta-cantante en uno de los poemas de “La vida misma”, primera parte del poemario, tal vez la más “cantileana” del conjunto. Con su primer libro, la cantante se suma a una estirpe de rockeros-escritores, como Luis Alberto Spinetta, Paula Maffia, Fito Páez, Rodrigo Manigot, Adrián Dárgelos y Manuel Moretti, entre otros.
El legado familiar late en los versos de Desvío. En 2011, la cantante y compositora había presentado su primera muestra de dibujos y pinturas acompañada por su padre; diez años después, incursiona en el género poético e intercala entre los textos dibujos propios, hechos a mano alzada. Así como en el recordado álbum Hija del rigor (cuya portada hoy sería objeto de debate público) había musicalizado dos poemas escritos por su madre, Silvina Luro Pueyrredón, en su primer poemario le dedica el libro y a su padre, el empresario y pintor Gabriel Cantilo, que falleció en 2016, una sección entera de textos elegíacos (con foto incluida). También se publica un poema-crónica a su “padre musical”, Paul McCartney: “Ver a Paul anoche / sacudió mi existencia diminuta. // Ese / hizo que yo pudiese cantar / y sentirme un hada, / en medio del infierno / después del colegio. // Vi a Paul anoche”.
“Desvío es una experiencia de poesía-rock, elemento disruptivo dentro de la tradición poética que pone de manifiesto no solo los alcances, sino también las bondades que ofrece el discurso poético para entablar un diálogo con lectoras y lectores en torno a temas sensibles como la tristeza, la infancia y la injusticia -dice Juan Solá a LA NACION-. Una pieza tan única como inefable que en sí misma contiene un discurso de época y una visión tan honesta como desgarradora de las relaciones humanas”.
El libro lleva un prólogo de una leyenda viviente de la poesía y la contracultura criolla: Fernando Noy. “Fabiana Cantilo siempre ha sido un ser poetizante, poema encarnado ella misma, aunque aquí y ahora, desde el propio silencio musical nos ofrenda esta serie de poemas fascinantes, irrumpiendo con imperiosa necesidad de ser nombrados sobre páginas atravesadas por incesantes visiones desde el Tiempo al Amor y tan diversas gemas temáticas que al sumarse emiten un mismo resplandor sobre el escenario ahora impreso de su devenir poético”. Como escribe Noy en su introito, Desvío puede leerse como un “memorial que nada excluye, desde la fabulosa infancia hasta pasiones innumerables bajo tantas lunas y soles futuros por brillar”. Algunas líneas evocan la dorada y estimulante década de 1980, en la que fue protagonista: “¿Y el Einstein en qué se habrá convertido? / Quedan en el aire las risas de Vivi / los acordes de Los Twist”. Como no podía ser de otro modo, el libro se presentará en noviembre en el Roxy, en la esquina de la avenida Federico Lacroze y Álvarez Thomas.
Otra esquina porteña está presente en Desvío. En la sección “Pampa y Estomba”, Cantilo vuelve al escenario de la historia de amor que protagonizó con Fito Páez. “Ahora ya, / no hay más palabras. // Se desviaron nuestras vidas / nuestras miradas. // Si tan solo supiese un poco más / para cortar esta guerra muda”, se lee en uno de los poemas.
Retrato de una creadora vital y mágica, su primer libro de poemas comienza con plegarias sobre la experiencia pandémica dedicadas a los que atravesaron “la tranquera de la vida” a partir de marzo de 2020: “Muertes inocentes. / Los honro. / Los abrazo. / Vayan hacia la luz, hermanos míos. // Perdón. / Perdón. / Perdón”. Páginas después, estas se tranforman en interrogantes: “¿Qué? / Y el mundo se detuvo / Ah, ¿entonces yo había venido para esto? / ¿Alguien ve? / Ciudades desiertas / Por fin! / ¿Quién fue? / ¿Dios?”. Para Fabiana Cantilo, todos los caminos -desvíos incluidos- conducen al arte.
Un poema de Fabiana Cantilo
Guerras azules
se preparan para estallar.
Milagros de estrellas
Explotan en colores desde cielos lejanos
Éramos niños
inocentes
asombrados.
Amores, sigo aquí
Julie
Vasquito
Nona.
Esos que ya pasaron la tranquera de la vida
que susurran como el viento
junto a los pájaros que bajan a mi jardín.
Hojas, viento, canto
que me acunan en esta tarde
de temprana primavera.
Otras noticias de Arte y Cultura
“Enigma perpetuo”. A 30 años de la muerte de Liliana Maresca, nuevas miradas sobre su legado “provocador y desconcertante”
“¿Qué hace que el arte sea valioso?” La pregunta que desafía los límites desde hace más de un siglo
“Obras en proceso”. Se anunciaron los quince finalistas del Premio Estímulo a la Escritura para creadores de 20 a 40 años
Más leídas de Cultura
“Me comeré la banana”. Quién es Justin Sun, el coleccionista y "primer ministro" que compró la obra de Maurizio Cattelan
“Un clásico desobediente”. Gabriela Cabezón Cámara gana el Premio Fundación Medifé Filba de Novela, su cuarto reconocimiento del año
La Bestia Equilátera. Premio Luis Chitarroni. “Que me contaran un cuento me daba ganas de leer, y leer me daba ganas de escribir”
“La Mujer Gato”. Eduardo Costantini logró otro récord para Leonora Carrington al pagar US$11,38 millones por una escultura