El artista Michelangelo Pistoletto, de 85 años, se recupera del coronavirus
Una buena noticia en medio de la pandemia llega desde Italia. El artista y teórico italiano Michelangelo Pistoletto, referente del arte povera, se ha recuperado del coronavirus y se encuentra en su casa en Biella, en el Piamonte, con su mujer.
A los 85 años, el artista que visitó Buenos Aires en 2019 para participar de la segunda edición de Bienalsur se encontraba hospitalizado y envió días atrás un mensaje de aliento a la #comunidadbienalsur, unión de artistas surgida alrededor de la bienal de arte nacida en la Argentina, para seguir pensando el arte en momentos difíciles.
Las últimas obras de Pistoletto fueron hechas en la Argentina y se expusieron en el Muntref-Centro de Arte Contemporáneo, la sede de la embajada de Italia en Buenos Aires, el Museo Nacional de Arte Decorativo, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Benito Quinquela Martín y en las aguas del Riachuelo. Sus instalaciones y creaciones de sitio específico se pueden ver de manera virtual en Homenaje a Pistoletto en la cuenta @muntref en redes sociales.
"Acabamos de enterarnos de que Pistoletto superó el coronavirus por el que que estuvo internado más dos semanas -dice a LA NACION Diana Wechsler, directora artística y académica de Bienalsur-. Ya ha regresado a la casa. Llegamos a conocerlo bien en los dos viajes que hizo, en 2018 y el año pasado, para organizar el recorrido marcado con sus obras en la ciudad de Buenos Aires". En el jardín de la embajada de Italia, el artista creó El círculo de las siete puertas, una gran instalación que permitió que se abrieran las puertas del jardín de esa institución.
El "recorrido Pistoletto" mereció una exposición antológica donde el artista estableció una historia de su proyecto creador y humanista. Verene degli Stacchi (Venus de los trapos) y Segno arte (Signo del arte) fueron algunos de los enclaves de esa ruta del italiano en Buenos Aires, que concluyó en la boca del Riachuelo con una instalación flotante: Terzo Paradiso (Tercer paraíso), para la que contó con el apoyo de estudiantes de la zona sur de la ciudad y de los barrios 31 y Rodrigo Bueno, ingenieros y docentes.
"Nos hace muy felices saber que un hombre de la fortaleza intelectual y de concepciones como él haya logrado superar la enfermedad luego de varios días y que haya vuelto a su casa junto a su esposa, Maria, colaboradora ideal en sus proyectos", agrega Wechsler. "Se puede leer en esta recuperación un símbolo de la capacidad de lucha por la vida".
La instalación Terzo Paradiso aún continúa "viva" en las aguas contaminadas del Riachuelo porteño. Con el paso del tiempo, se ha cubierto de vegetación, contribuyendo a regenerar las condiciones de habitabilidad de varias especies. Como sus obras, Pistoletto sigue siendo un símbolo de la transformación que el mundo reclama.