El arte de la estampa se convierte en espacio de reflexión
Unas cuarenta piezas que integran el patrimonio del Museo Nacional del Grabado saldrán de las cajas que las mantienen lejos del público y serán exhibidas en sede prestada. La exposición "Grandes maestros, un homenaje" se inaugura hoy en la Casa del Bicentenario, curada por la artista Nora Iniesta.
Una selección de xilografías, litografías, aguafuertes y serigrafías recorre la historia más reciente de la técnica del grabado en manos de reconocidos artistas argentinos del siglo XX, como Adolfo Bellocq, Aída Carballo, Pío Collivadino, Raquel Forner, Emilio Pettoruti, Nelia Licenciato, Víctor Rebuffo, Margarita Galetar y Sergio Sergi.
Para Iniesta, que también dirige el Museo del Grabado, "en la actualidad, el grabado se ha vuelto el lugar de experimentación de nuevas estéticas. Liberado de la constricción del mundo de las comunicaciones, que resignaba su rol a la ilustración, el arte de la estampa ha logrado constituirse en un espacio de reflexión sobre la imagen, sobre lo múltiple y lo original, que repone las preguntas sobre qué es el arte en uno de los géneros más humildes y laboriosos".
El Museo del Grabado, que fue fundado en 1960 sobre la base de la colección particular de los artistas Oscar e Irene Pécora, cuenta con 12.000 piezas. Desde 2009, ese patrimonio se conserva en un espacio del edificio de la Biblioteca Nacional, en Recoleta, sin ser exhibido, salvo raras excepciones, como la muestra que se abre hoy.
Según el sitio del Ministerio de Cultura, "el museo permanece cerrado por refacciones", pero lo cierto es que está inactivo desde 2009. Comparte el desatino del Museo Nacional de Arte Oriental de no contar con sede propia o estable y de tener directores nombrados por el Ministerio de Cultura de la Nación sin concurso previo. "Hasta que no tengan sede no se concursará", argumentan.