Egresa la primera promoción de mujeres del Colegio Monserrat
En 1998 rompieron la tradición masculina de la histórica casa
CORDOBA.- Las primeras 36 de las 40 chicas que en 1998 rompieron la tradición masculina del histórico Colegio Monserrat -dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba- finalizarán mañana sus estudios. Serán las primeras mujeres egresadas como bachilleres con orientación humanista, y una de ellas lo hará como escolta de la Bandera por sus altas calificaciones.
El acontecimiento tiene relevancia porque la conversión del Monserrat en mixto estuvo precedida por una dura disputa, a lo largo de 1997 y principios de 1998, entre autoridades, docentes, padres y estudiantes, en la que se produjeron tomas del establecimiento, manifestaciones, discusiones y pleitos judiciales. Finalmente, la Justicia falló a favor de quienes impulsaban la transformación y el proceso siguió adelante, más allá de las voces discordantes. Transcurridos 7 años, ya no se escuchan detractores y el balance es favorable.
Actualmente, de 1600 estudiantes el 30 por ciento son mujeres. De promoción 2004 egresarán 210 alumnos. La fiesta será el sábado 20 de este mes, y la entrega de los diplomas, en septiembre de 2005.
Las primeras 40 chicas que ingresaron debieron sobrellevar la presión del momento álgido. La sufrieron de parte de los alumnos que ya cursaban en el colegio masculino, no de los que ingresaron junto con ellas. Las chicas también percibieron el malestar de algunos docentes que se oponían al cambio, aunque se cuidaron en el trato.
"Con la última promoción que egresó el año pasado tuvimos algunos problemas. Con las restantes no hubo inconvenientes", comentó a LA NACION Mercedes Tagle, en alusión a alguna hostilidad que sufrieron las chicas por parte de los varones de cursos superiores. "Nos insultaban a nosotros y a nuestros compañeros. No sé por qué. No entiendo, porque ellos también querrán que sus hijos o hijas vengan a este colegio. Me pregunto si a sus hijas también les van a decir lo mismo que nos decían a nosotras." En cambio, destacó que la convivencia en su curso (7° E) "fue buenísima. Nunca hemos tenido ningún tipo de dificultad con ninguno, nos hemos llevado muy bien".
Mercedes, que cursó la primaria en un colegio de monjas, se desentendió de las agitadas jornadas que se vivieron antes y después de la conversión del colegio en mixto: "Yo era muy chica en ese momento (tenía 11 años) y nunca me interesó lo que dijeron. Cuando ingresé en primer año nunca nadie me discriminó. Para mí no fue nada traumático. Estoy muy orgullosa de haber cursado en el Monserrat, pienso que es el mejor", expresó.
"Creo que su transformación en colegio mixto lo ha mejorado, según me cuentan los celadores, porque al haber mujeres ya es como que los varones no hacen tanto lío", manifestó. Según la joven, "la sociedad moderna exige que la educación sea mixta. Sería ridículo que el Monserrat siguiera siendo de varones. No sería justo que las mujeres no pudieran recibir una educación tan buena como ésa".
Noelia Falcón también admitió que "las primeras semanas fueron difíciles porque nosotras éramos pocas y el colegio era de varones. Se sentía el rechazo de los chicos. Algunos preferían alejarse antes que estar a nuestro lado. Era el machismo del Monserrat". Proveniente de un colegio mixto, la chica señaló que en su curso no tuvo problemas con sus compañeros. "Fue una convivencia muy buena y formamos un curso muy unido."
Entre el plantel femenino descolló Yohana Belén Zdero, porque a mediados de año se convirtió en la primera mujer escolta de la Bandera por sus mejores promedios. "Para mí, los 7 años en el colegio fueron los mejores. Nunca tuve problemas con nadie", expresó. Se declara plenamente satisfecha con la formación recibida, que considera superior a la de otros colegios públicos. También se angustia: "Ahora que terminan las clases siento dolor y vacío interior, porque desde que entrás en el colegio empezás a amarlo. Y ahora que te tenés que ir es doloroso".
Un cambio positivo en todo sentido
- El profesor de historia Marco Dichiara -egresado del Monserrat en 1970 y docente desde 1978- consideró ante LA NACION que es "positivo en todo sentido" el ingreso de las chicas al colegio, aunque admitió que él tenía sus dudas al principio. De todos modos, se declaró convencido de que "siempre, donde hay una mujer, se enriquece todo. Cuantas más mujeres haya, profesoras, autoridades y alumnas, más se embellece y se enriquece la vida de la familia y de las instituciones". Acerca de cuál fue el rendimiento académico con la presencia femenina, opinó: "Se ha mantenido la tradición de que es un colegio de buen nivel académico". Reconoció que "en algunos casos las chicas tuvieron mejor rendimiento que los varones".