Eduardo Sacheri, en el stand de LA NACION en la Feria del Libro: "Me gusta reflejar lo que me pasa pero sin ponerme en primer plano"
El autor de La noche de la Usina, ganador del premio Alfaguara de novela 2016, participó del ciclo Conversaciones en la feria
El autor de La noche de la Usina, ganador del premio Alfaguara de novela 2016, participó del ciclo Conversaciones con escritores en el stand de LN de la Feria del Libro. Ameno, de buen humor, Eduardo Sacheri habló sobre sus recientes proyectos: un guión original para una nueva película que dirigirá Juan José Campanella, la adaptación para una miniserie televisiva de la novela Inés del alma mía, de Isabel Allende, y del libro El fútbol no es así, del español Javier Tebas. También, adelantó que recibió un ofrecimiento para adaptar La noche de la Usina al cine y que en julio saldrá un nuevo libro, que reúne muchas de sus columnas sobre fútbol publicadas en la revista El Gráfico.
-¿Qué cambió en el último año en tu vida y en tu carrera, a partir del premio Alfaguara?
-El libro salió al mismo tiempo en España y América latina. Entonces, pasé 2016 de viaje para presentarlo en países donde no soy tan conocido, como Colombia, México, Uruguay. Fue un año intenso. Lo que genera un premio como el Alfaguara es que te da a conocer en lugares nuevos.
-¿Haber ganado un premio tan prestigioso te condiciona ahora al momento de volver a escribir?
-Trato que eso no suceda. Es como cuando la película El secretos de sus ojos ganó el Oscar: si pienso sólo en eso, qué hago? No. Trato de que cada libro sea un desafío nuevo. Además, yo escribo cuando tengo una idea y cuando tengo algo interno que quiero hablar conmigo.
-Justamente, La noche de la Usina trata sobre la crsis de 2001 y cómo afectó a la gente. Me dijiste en una entrevista anterior que vos visite gran incertidumbre entonces porque no sabías de qué ibas a vivir, si ibas a seguir publicando. Esa incertidumbre se refleja en la novela.
-Sí, pensá que entonces yo vivía de mis clases como profesor de Historia en escuelas del conurbano. Me pagaban en patacones. Mis libros todavía no se vendían. Yo pensaba: ¿y ahora qué hago? Pero cuando escribí la novela, en 2015, puse esas sensaciones y también cómo había procesado el tema 14 años después. A mí no me gusta meterme en mis libros, como hacen otros escritores. Me gusta reflejar lo que me pasa pero sin ponerme en primer plano.
-Este es un año muy televisivo en tu trabajo, con las adaptaciones de la novela de Isabel Allende, entre otras. ¿Cómo es la experiencia de trabajar a partir de material ajeno y más de una autora “intocable” como ella?
-Mi manera de adaptar las novelas es tratar de no faltar a la verdad. Me pongo en el lugar de lector: veo qué le falta contar o qué se podría desarrollar en los personajes. Claro que es difícil y más en estos casos en que tuve que escribir guiones para series televisivas y no para una película. Pero Allende estuvo de acuerdo en que lo hiciera yo. Esa es otra ventaja de haber ganador el Oscar: me llaman para trabajar porque soy conocido.
-Dijiste que te ponés en el lugar del lector para adaptar un libro. ¿Cómo sos como lector?
-Soy un lector voraz. Leo mucho. Además como publico en una editorial grande, me regalan muchos libros. Leer a otros es parte del trabajo. Te afina el oído. Acabo de leer lo último de Javier Cercas y Fernando Aramburu. Voy a empezar pronto Las maldiciones, de Claudia Piñeiro.
-¿Es cierto que La Noche de la Usina va a filmarse?
-Sí. Hay una idea de hacer una película con La Noche de la Usina. Yo quiero participar en el guión para que no hagan algo que no me guste. Pero no puedo adelantar mucho más.
-¿Y qué podés contar sobre el guión original que escriben junto con Campanella?
-Tampoco mucho (risas). Juan tiene una idea y dice que vamos bien. Pero él es un optimista. Yo, como soy pesimista, creo que no. Estamos trabajando a cuatro manos, como hicimos con El secreto de tus ojos y Metegol. Claro que con Metegol fue más fácil para mí porque Campanella no sabe mucho de fútbol y entonces yo me mandaba solo.
-En julio saldrá un libro nuevo tuyo, con muchos de los artículos sobre fútbol que escribiste para la revista El Gráfico. ¿Son periodísticos o cuentos?
-Escribí para El Gráfico hace unos años. Cuando me llamaron, me dijeron que escribiera lo que yo quisiera. Así que muchos me salieron como cuentos.
-Una pregunta del público: tu novela Los dueños del mundo es disfrutada por adolescentes. ¿De dónde salieron esas historias de la infancia?
-Ese es el libro más autobiográfico. En un verano, en Villa Gesell, con mis hijos más chicos y amigos de ellos, me pedían todas las noches que les contara un cuento. Entonces, yo les contaba una anécdota de mi infancia. Una, dos, tres… hasta que mi mujer me surgirió que lo escribiera. Una de las chicas había anotado una especie de índice con los temas. Y de ahí surgió el libro.
-¿Y por qué no escribió otro para jóvenes?
-Porque no tuve una infancia con tantas aventuras.