Dos gemelas unidas por su pelo, la inquietante historia que revive en el Malba
Con una obra del artista brasileño Tunga se completa el archivo virtual de performance “La historia como rumor”
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Las gemelas, vestidas de blanco y unidas por una larga cabellera, pasean por la sala observando las obras montadas. Los asistentes al encuentro Utopía y Entropía, en la ciudad de Petrópolis, las miran azorados. Ellas siguen caminando, sin prestarles atención.
“Son dos hermanas que se aman y se sorprenden de todo lo que ven. Caminan de la mano, comparten secretos, y de tanto en tanto se sientan en alguna esquina a mirar las cosas a su alrededor […] No hablan con nadie más, no porque sean antipáticas sino por timidez”, dicen las instrucciones que les dio Antônio José de Barros Carvalho e Mello Mourão, conocido como Tunga (1952-2016). Es el año 1984, y la primera vez que el artista brasileño presenta una performance que se convertirá en uno de sus trabajos más conocidos y enigmáticos.
Desde entonces Xifópagas Capilares Entre Nós, obra que evoca a las inquietantes hermanas de El resplandor o a las retratadas por Diane Arbus en 1967, sería presentada en varias instituciones del mundo –entre ellas, la Tate Modern, que también compró la pieza- y cierra ahora en el Malba el ciclo virtual La historia como rumor.
En 1985, cuando se realizó en el marco de un congreso de psicoanálisis en Río de Janeiro, Tunga publicó un panfleto con una historia referida a la mitología nórdica y atribuida al naturalista danés Pieter Wilhelm Lund (1801-1880), considerado por muchos el padre de la paleontología y la arqueología brasileña.
La ficción narrativa alude a dos hermanas gemelas unidas por su cabellera, cuya presencia fue considerada como una amenaza en el pueblo donde vivían. Sus habitantes decidieron que, al llegar a la pubertad, tendrían que ser separadas o sacrificadas. Ambas se negaron a cortarse el pelo, y fueron decapitadas.
“La cabellera junto con las dos cabezas fue colgada de un árbol, pero con el tiempo los cráneos se despegaron del cuero cabelludo, dejando solo aquel cabello rubio, como un trofeo macabro. Un forajido halló la cabellera al pasar por ahí, y la tomó para dársela como regalo a su amada. Ella la salvaguardó con cuidado, pero tomó un par de hebras para bordarlas en un pedazo de seda. Al hacerlo, la muchacha notó que, gradualmente, el cabello se convertía en oro y otros bellos metales”, relata en el sitio malba.org.ar/rumor/tunga el curador Jochen Volz, convocado por Gabriela Rangel, exdirectora artística del Malba. Ambos hablaron ayer sobre este trabajo junto con la crítica y curadora Luisa Duarte, en un encuentro virtual.
Según Volz, quien tuvo a su cargo la curaduría de la 32ª Bienal de San Pablo en 2016, “hay muy pocas obras en la historia del arte con semejante capacidad de síntesis, atemporalidad y fuerza poética. El motivo de la eterna búsqueda del gemelo es tan universal como el temor a la separación”.
“El problema real de cómo ser un ser humano es la melancolía de estar juntos. La melancolía de estar solo, la melancolía de la continuidad, y la posibilidad de establecer la continuidad entre dos cuerpos continuos”, dice el propio Tunga citado por la historiadora del arte Catherine Lampert, que organizó una exposición de Tunga en la Galería Whitechapel de Londres y varias más en otras instituciones. Una reflexión muy contemporánea en tiempos de pandemia.
Considerado una figura emblemática de la escena artística brasileña, Tunga fue el primer artista contemporáneo que expuso en el Museo del Louvre, en 2006, tras haber participado de la Documenta de Kassel (1997) y las principales bienales del mundo. Integró conocimientos de literatura, psicoanálisis, teatro, ciencias exactas e historia natural para realizar las esculturas, videos, objetos, cerámicas, performances, dibujos e instalaciones que hoy se exhiben en prestigiosas instituciones como la Colección Peggy Guggenheim de Venecia y el Instituto Inhotim.
“Xifópagas Capilares Entre Nós -señala Volz- es una obra vital también para comprender la totalidad del trabajo de Tunga. Es una introducción extraordinaria a su vocabulario visual, material y poético. Pelo, trenzas, nudos, la calma, las calaveras, el cuero cabelludo, el cuerpo humano, el trofeo, son elementos recurrentes en las esculturas y los dibujos de este artista. Metales preciosos como el cobre, el bronce, el latón, el plomo o el oro, son los materiales que reiteradamente utiliza. Incluso la figura poética del palíndromo reaparece a lo largo de su trayectoria”.