Discusiones para volver a pensar los museos
En el marco de ARCO, el Reina Sofía organizó el debate “Musealidades alternativas”
MADRID.– Las musas están atareadas. Este año se estrenan nuevos espacios de arte, memoria y pensamiento a lo largo y ancho del planeta y se preparan para recibir nuevos visitantes –incluso virtuales–, críticos, estudiantes, vecinos, turistas y artistas. Sin embargo, esta noticia es tomada con cautela por los expertos en museos. En el Reina Sofía, en el marco de la Feria ARCOmadrid, se celebra el encuentro "Musealidades alternativas: experiencias y diálogos", donde gestores y directores europeos e iberoamericanos de estas instituciones comparten sus experiencias y debaten sobre los desafíos de su actividad. Cada día más dinámicos, los museos tejen lazos con la sociedad y estos nuevos roles obligan a repensar y a buscar una nueva definición de museo.
En el último encuentro del Consejo Internacional de Museos (ICOM), celebrado en Kyoto en septiembre, los asistentes se proponían llegar a un consenso sobre la definición de museo, aunque no lo lograron. Ana Longoni, directora de Actividades Públicas y del Centro de Estudios del Museo Reina Sofía, explica esta crisis: "Antes, un concepto muy normalizado, era el de ese espacio que convertía al museo en un templo agnóstico donde se reunía patrimonio y donde se construía un relato hegemónico en torno al patrimonio. Este proyecto moderno estalló por los aires. Estamos hoy repensando nuevas categorías". Estas últimas son precisamente aquellas sobre las cuales reflexiona el encuentro: entender al museo como un lugar de encuentro, como sujeto a interpelar, como agente articulador del entorno y como punto de partida para la creación y el desarrollo.
Caja de resonancia
Pablo Martínez, director de programas públicos del Macba, en Barcelona, se refirió al potencial que posee el museo como herramienta para construir lazos sociales rotos: "El museo debe apelar a esa otra forma que tiene lo estético, esa manera de producir algo que no se puede decir con palabras, que se resiste a alimentar los discursos que ya están en la agenda política o en los medios".
El museo se propone ser una caja de resonancia. Magda Lipska, curadora del Museum of Modern Art en Varsovia, consideró, ante un contexto de neofascismo que se evidencia en Polonia, la búsqueda que realizó su institución para crear nuevos lenguajes para dialogar con la sociedad. La exhibición "Never Again. Art Against War and Fascism" (2019), si bien se centraba en tres momentos históricos, realizaba preguntas que referían al contexto polaco presente.
También como caja de resonancia de la actualidad, el feminismo es un tema clave que debaten los museos. "¿Que significa que un museo sea feminista? Es una pregunta que nos hacemos todos los días, en todos los planos, que no significa solo cómo se construye una colección, sino cómo se trabaja, como se construyen formas de poder, cómo se debaten las ideas y se enuncian a través de un lenguaje. La respuesta no es afirmar que somos un museo feminista, porque eso sería una falacia atroz, sino no dejar de interpelarnos constantemente sobre estas preguntas", intervino Longoni.
Entre memoria y amnesia
"El pequeño Guggenheim de Bogotá", como llaman al Museo de Arte Contemporáneo de la capital colombiana, se propuso colaborar con la sociedad para comprender el conflicto y la violencia que azotó al país a través de su colección permanente. "Es un museo que denuncia y que desea ser una voz", dijo su director, Gustavo Ortiz Serrano. La argentina Hortensia Völckers, directora artística y miembro del consejo ejecutivo de la Kulturstiftung des Bundes en Halle an der Saale, también compartió su experiencia sobre esta institución que depende del Parlamento. La tensión entre lo público y lo privado fue otro de los temas que se debatieron.
El escenario internacional se prepara para la inauguración de doce museos en 2020, en dos ciudades de China, y también en Houston, Oslo, Berlín y Viena, entre otros. Pero ¿el hecho de que se inauguren tantos museos es positivo? "Andreas Huyssen planteó en los 90 que estamos viviendo una era memorialística, de compulsión a construir museos. Frente a cualquier acontecimiento trágico, la respuesta social inmediata es la de construir un museo. Huyssen consideraba que esto, en lugar de generar memoria, generaba amnesia. Creo que hay algo de ese pronóstico que hizo que marca nuestra época. Está, por un lado, esta pulsión memorialística, pero, por el otro, también está el capitalismo cognitivo o capitalismo cultural que tiene en el turismo cultural uno de sus grandes vectores y se alimenta básicamente de grandes museos", explicó Longoni.
Caja de resonancia, refugio, foro social, los museos se expanden. La luz cenital no está depositada sobre alguna obra en particular. Son ellos hoy los protagonistas, preciados sujetos de la sociedad.
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