Diego, Frida y una historia de amor de alto vuelo y sin escalas
La historia de amor de Frida y Diego es dolorosa y eterna. Un romance de discordias, peleas y reconciliaciones. Hombre bravo y sin medias tintas, Rivera era un infiel desenfadado. Ella le devolvió la misma moneda en varias oportunidades, incluido el discutido romance con la actriz Dolores del Río, descubierta por un productor de Hollywood cuando bailaba un tango en una cantina del DF. Dolores fue uno de los rostros más bellos del cine mudo. Frida Kahlo nació en Coyoacán, México, el 6 de julio de 1907. A los seis años tuvo poliomielitis, lo que cambió su personalidad y la obligó a ocultar la pierna derecha en anchos pantalones. Era joven cuando un accidente de tranvía cambió para siempre su destino. La ruptura de costillas, pelvis y esguinces de columna la ató a la cama y a la pintura. Su consuelo era pintar autorretratos mirándose en un espejo colgado del techo. Cuando se conocieron, Rivera, que era profesor de artes, tenía 36 años; ella, 15. Se casaron en 1929 (era el tercer matrimonio para él). Una pareja rara en tiempos tumultuosos, unida por el amor al arte, que tantos años después sigue siendo noticia de récords. A propósito, la obra de Rivera vendida al empresario argentino es casi diez veces más grande y también casi dos veces más cara que la de su mujer.