Dibujos vivos en el cielo
Valeria Conte Mac Donell volvió a impactar con otra de sus obras al aire libre en San Martín de los Andes
Si alguien nos contara que en San Martín de los Andes vive una artista que dibuja con el cielo como fondo, seguramente la imaginaríamos con lápices y papeles, sentada al aire libre, esbozando trazos bajo un inmenso cielo celeste? Pero en el caso de Valeria Conte Mac Donell, joven artista radicada en Neuquén (www.valeriaconte.com.ar), el cielo es el soporte físico (real) de sus dibujos. Por lo tanto, las nociones tradicionales de "figura" y "fondo", básicas en el aprendizaje de esta disciplina, se trastocan por completo, y la acción de "dibujar" cobra una dimensión sorprendentemente inédita.
Mac Donell realiza lo que en arte contemporáneo llamamos una "acción performática": en su casa-taller en las cercanías del lago Lolog armó una estructura de aproximadamente 9 metros de altura que, a partir de un sistema de tensores y malacates, le permite suspenderse en el aire para hacer dibujos cuyos trazos son de alambre, con el cielo como fondo.
Así, el dibujo se va desarrollando en el espacio -es decir, en la naturaleza, aliada y a la vez enemiga en las obras de Mac Donell-, y en el tiempo; un tiempo que resulta vital, tanto para la artista como para quienes participan de la acción.
Lo que ella propone como obra es, en realidad, una experiencia, una obra de arte viva, en la que el proceso cobra igual importancia -incluso mayor- que el resultado final. Es conmovedor, movilizante, verla moverse como una araña, sostenida literalmente por su propio dibujo, concentrada y cuidadosa, tejiendo con trazos de alambre las formas que lleva en su mente y que nosotros, desde acá abajo, iremos descubriendo a medida que transcurran las tres horas que dura la acción.
Si bien esta experiencia encuentra su punto de partida en el dibujo, disciplina antiquísima en el ámbito de las artes visuales, la singularidad que Mac Donell le imprime al acto de dibujar invita a pensar en los nuevos modos de existencia, percepción y circulación de las obras de arte, un fenómeno que no cesa de presentar inesperados desafíos.
Que el cielo sea el fondo, como se tituló esta acción performática, fue presentada en marzo junto con un poético ensayo fotográfico de Suyai Otaño, otra joven artista radicada en la Patagonia, cuya obra explora la desconcertante relación con su hermana gemela. El evento que las reunió se llamó En paralelo: dos artistas, dos escenarios, un territorio, y contó con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación y de la Secretaría de Cultura de San Martín de los Andes.
Cabe destacar el alto grado de solidaridad y colaboración que la comunidad local demostró durante el encuentro. Quienes allí estuvimos pudimos comprobar, una vez más, la especial naturaleza que cobran los vínculos afectivos cuando son sembrados al calor del pan casero cocido en un horno de barro.
Florencia Battiti
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