Día de la Historieta: Enriqueta lee a Mafalda y Tute trae de vuelta a Caloi y Fontanarrosa
Los humoristas gráficos que publican sus tiras todos los días en LA NACION dedican una viñeta a celebrar este arte capaz de mover a la risa, la emoción y la reflexión
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“La historieta es lo mejor de dos mundos. La historia desde adentro, como lo es la literatura. Y la piel de la historia, como lo es el cine. Y cuando dibujo y texto se fusionan con elegancia, es como ver bailar a Ginger y a Fred”, dice Liniers, autor de Macanudo, y comparte un cuadrito de su tira en el que Enriqueta lee Mafalda. Lo hace hoy para conmemorar que es el Día de la Historieta. Como él, los humoristas gráficos que publican en la contratapa de LA NACIÓN fueron invitados a compartir una viñeta y algunas palabras sobre el género que más les gusta.
Tute define a la historieta como “un arte popular, una herramienta ilimitada” a través de la cual se puede “contar la historia que queramos, mover a la risa o emocionar”. El “cuadrito” que elige para compartir en este día nos reencuentra con Clemente (personaje que dibujaba su padre, Caloi), Inodoro Pereyra (de Roberto Fontanarrosa) y Mafalda (de Quino).
Alejandra Lunik, autora de Hablo sola, desea “que el día de la historieta (y todos los días) sean una convocatoria a celebrar la diversidad y la riqueza de la historieta argentina, a valorar el trabajo de sus autoras y a disfrutar de la lectura de cómics”, y aprovecha la ocasión para invitar a reflexionar sobre “el papel del humor en la sociedad y la importancia fundamental de defender la libertad de expresión”.
“La historieta fue un arte masivo hijo del auge de las rotativas de prensa del siglo XX -escribe Diego Parés, a propósito de la fecha que se conmemora-. Hoy, las nuevas tecnologías generan otras formas de comunicación, por eso creo que continuar haciendo y publicando humor e historietas es una decisión tanto estética como de calidad de vida: uno puede o no cultivarse en el arte, puede o no elegir oxigenar la realidad a través del humor gráfico. Al igual que el teatro, incluso que el cine, la pintura y la literatura, la creación y publicación de historietas obedece sobre todo a una decisión de defender un cierto nivel de calidad de vida.”
“La historieta ha sido por décadas la puerta de entrada a la cultura para las masas populares, ahí donde no había nadie, estaba la historieta para acercarte a Dumas, a Asimov, a Verne y a sus propias historias que son muchas y muy buenas -piensa Max Aguirre-. La historieta fue con su abrazo de cultura popular mi amiga y mi hermana mayor y la de muchos otros pibes y pibas nacidos y criados en los muchos barrios obreros del conurbano”, opinó el autor de la tira Genio y figura.
“La historieta para mí fue siempre una forma de comunicarme con el mundo. Para los chicos de hoy en día, con la invasión permanente de la tecnología y las pantallas, es una puerta fundamental de ingreso a la literatura, la reflexión y la cultura -considera NIK-. Al ser la historieta un componente de imagen más texto representa una gran ayuda para uno de los problemas más grandes que enfrenta la educación en estos tiempo: la comprensión de textos. Deseo que un día como hoy contribuya a que muchos más chicos se acerquen a los libros y a las historietas”, augura el humorista.
LA NACION
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