“Todos estábamos esperando el momento para verlo”, dijo Gonzalo Santile, que logró las tomas en Salta y Córdoba; la NASA compartió las imágenes en sus redes sociales
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En los últimos días, el premiado astrofotógrafo Gonzalo Santile (Buenos Aires, 1973) registró el paso del “cometa del siglo”, bautizado C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS) desde dos puntos en la Argentina. Es un cometa de la Nube de Oort, descubierto el 9 de enero de 2023 por el Observatorio de la Montaña Púrpura, en China, y confirmado el 22 de febrero de 2023 por el sistema ATLAS, en Sudáfrica. “Desde ese momento, todos los aficionados a la astronomía y la astrofotografía estábamos esperando el momento para verlo -dice Santile a LA NACION-. Como su magnitud era tan fuerte, con un promedio de 2.3, nos permitió verlo a simple vista antes del amanecer a finales del mes pasado y luego después del atardecer en octubre, que es cuando se acerca más a la Tierra”. Este último evento cósmico tuvo lugar el 12 de octubre.
Las deslumbrantes fotos se hicieron en Cafayate, en la provincia de Salta, y en San José de las Salinas, en la provincia de Córdoba. Cuando los cometas se acercan al Sol, el hielo de los núcleos se sublima y pasa directamente del estado sólido al gaseoso, liberando una larga estela de polvo que refleja la luz, a la vez que desprende gases. La NASA compartió en cuentas de Instagram (Universe View Screen) y Facebook (Sky) las imágenes de Santile.
El fotógrafo argentino pudo capturar el cometa en tres ocasiones con su cámara Nikon D750 astromodificada, un rastreador de estrellas con lentes de gran angular y un minitelescopio de 180 mm. “Pasé toda la noche haciendo fotos hasta el amanecer porque no podía permitirme no fotografiarlo después de casi un año sin hacer fotos”, revela Santile, que es licenciado en Administración de Empresas y vive en la localidad cordobesa de Villa Carlos Paz. Concursará con las fotos en los Premios Mundiales de Fotografía de Sony.
“Primero viajé a Cafayate, para tener buenos encuadres y colores con las montañas del lugar y luego, de regreso en mi ciudad, me quedé en San José de las Salinas para fotografiarlo en ese enorme mar de sal -cuenta-. Es allí donde apenas lo pude captar bien bajo en el horizonte, pero coronado por unos de los brazos de nuestra galaxia y cuando es visible la constelación del Gran Cazador, Orión”.
La foto en San José de las Salinas es una panorámica de 180 grados compuesta por tomas individuales verticales de un total de 30 imágenes: dos filas de diez tomas para el cielo y otras diez para el suelo del salar. “Es la zona más oscura de mi provincia, clasificada en el catálogo de contaminación lumínica como Bortle 1″, puntualiza. Esto significa: “ubicación con cielo oscuro excelente, negro”.
“Como usé un gran angular de 30 mm, sabía que el cometa se iba a ver chiquito -dice Santile-. Aun así me pareció interesante registrarlo, y aunque en el momento ya no se veía a simple vista, cuando llegué a mi casa y revisé las fotos ¡allí estaba! Usé un rastreador de estrellas para mayor definición y estrellas puntuales para el destaque de nebulosas a lo largo de todo el brazo de Vía Láctea”.
La foto del cometa que intenta esconderse tras los cerros de Los Colorados se hizo en Cafayate. “Es uno de mis lugares preferidos por su cielo y sus geoformas”, dice Santile.
“Después de diez horas de manejo desde Villa Carlos Paz, llegamos a Cafayate, nos registramos y fuimos a comer unas ricas empanadas en la peña El Antigal, donde mi hijo Bauti, de 9 años, hacía su debut en el bombo junto al cantante de ese día -relata-. Después, paseo obligado por la Plaza 20 de Febrero y a dormir, sin antes poner el despertador a las tres de la madrugada. El cometa sería visible a las 6.05 de la mañana, así que tenía tiempo de prepararme y hacer fotos en el lugar. Finalmente apareció y yo estaba listo con mi lente de 180 mm para captarlo de cerca”.
“Realmente es un momento emocionante verlo a simple vista y acercarse luego con el lente para ver ese bólido de hielo cruzar la atmósfera. Fue una de las experiencias más increíbles que me tocó vivir como fotógrafo”, concluye el “cazador de estrellas” mientras planea la próxima aventura astrofotográfica.