Descubrimiento: sale a la luz un secreto escondido hace 160 años en una pintura de Cézanne
Mientras inspeccionaba la obra de arte, la jefa de un antiguo museo estadounidense encontró unas pequeñas grietas y manchas blancas en el lienzo que parecían formar un extraño patrón
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Durante la inspección de rutina de una pintura del artista francés Paul Cézanne conocida como “Naturaleza muerta con pan y huevos”, la jefa del museo de Arte de Cincinnati, Estados Unidos, dio con un secreto guardado en la obra que data de 1865.
Mientras la revisaba, Selena Urry notó algo extraño: pequeñas grietas parecían formarse en zonas muy específicas del lienzo, configurándose así una especie de patrón. Junto a ello, también pudo vislumbrar algunas destellos de blanco que resaltaban entre las quebraduras, lo que le llamó más la atención.
“Lo primero que pensé es que podría haber algo debajo que deberíamos mirar”, contó a CNN. Con intenciones de resolver el misterio, la mujer se puso en contacto con una compañía médica local y solicitó la entrega de una máquina de rayos X portátil para hacer un escaneo y develar de una vez por todas el contenido oculto.
Con ayuda de programas de edición de fotos, encontró finalmente la respuesta que estaba buscando. Al poner la pintura en vertical y unir las manchas descubiertas en un principio, le fue posible dar con la imagen de un hombre.
¿Un autorretrato?
Tras consultar a colegas, la jefa del museo llegó a la conclusión de que el hallazgo es una especie de autorretrato. “Está posando incluso como lo haría en un autorretrato. En otras palabras, nos está mirando, pero su cuerpo está girado. Si fuera un retrato de alguien que no sea él mismo, probablemente sería de frente”, profundizó.
Otra hipótesis es que el artista se haya sentido inspirado de repente y necesitara con urgencia un lienzo, por lo que tomó uno sobre el que ya había pintado. Esta teoría se encuentra respaldada por el hecho de que Cézanne parece no haber quitado ninguna mancha de pintura previa antes de empezar.
Quedan muchas preguntas todavía. Los expertos aguardan poder analizar la pintura con escaneos avanzados como imágenes multiespectrales, proceso que permitiría ver texturas invisibles al ojo humano, y la espectroscopia de fluorescencia, con la que se obtendría información sobre químicos empleados.
“Esperamos comunicarnos con colegas en los mundos de la conservación y curaduría para ver si podemos tener acceso a otros equipos”, concluyó la directora. Para Peter Jonathan Bell, curador de pinturas, esculturas y dibujos, recién se está “al comienzo del proceso de descubrir todo lo que podamos sobre el retrato”.
“En los próximos meses o años, se incluirá la colaboración de expertos de Cézanne en todo el mundo para identificar al modelo y realizar más análisis técnicos y de imágenes que nos permitan comprender cómo se habría visto el retrato y cómo se hizo”, anticipó a continuación.
Por el momento, la pintura volverá a ser exhibida el próximo 20 de diciembre y no será trasladará a otra institución para su análisis. Esto último se debe a que implicaría desafíos logísticos, además de que los visitantes del museo se perderían de ver una de las tres pinturas de la colección que se encuentra en Cincinnati.
Las técnicas utilizadas por el pintor
“Naturaleza muerta con pan y huevos”, detalló el medio norteamericano, fue pintada en un estilo realista, inspirado en los períodos barroco español y flamenco. Esta manera de dibujar marcó el principio de la carrera del artista. Más tarde, desarrolló una estética más colorida antes sumergirse en el movimiento postimpresionista.
A mediados de la década de 1860, Cézanne experimentó con una nueva técnica de pintura tosca, lo que involucraba el uso de una espátula para aplicar el color. Esta técnica tiene un punto de contacto con el retrato oculto que Urry descubrió a principios del mes de mayo.