Descubren detalles ocultos en pinturas egipcias ancestrales a través de un nuevo método de escaneo
Se trata de imágenes que a simple vista no se pueden detectar, licencias artísticas, retoques, cambios de color y otras características que parecían impensables para obras que datan del 1.400 a.C.
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Un equipo internacional de investigadores franceses y belgas recurrió a la tecnología portátil de imágenes químicas para analizar antiguas pinturas egipcias y demostró que pintaban con un margen hasta ahora insospechado de libertad creativa: realizaban retoques y cambios de color.
La investigación revela ciertas licencias artísticas en dos obras: la representación de Ramsès II en la tumba de Nakhtamon y en las pinturas de la tumba de Menna. Los descubrimientos relativizan la rigidez con la que se suele asociar la expresión creativa de la antigua civilización egipcia. El Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, a cargo del estudio, junto con la Universidades de la Sorbona y de Lieja (Bélgica), señala que en su lengua no existe ni siquiera una palabra para designar el término “arte”.
Las pinturas analizadas, fechadas aproximadamente en 1.400 y 1.200 a. C, fueron estudiadas “in situ” con novedosas herramientas portátiles que permiten realizar análisis químicos no destructivos. Ambas pinturas analizadas en detalle están ubicadas en capillas funerarias la necrópolis tebana, cerca del río Nilo, y datan del periodo ramésida. Una de ellas pertenece a Menna, un alto funcionario que ejerció su cargo en el reinado del faraón Amenhotep III y fue enterrado en Tebas en una rica tumba conocida como TT69, que se había ordenado construir, decorada bellamente con escenas de su vida cotidiana.
A pesar de la alta calidad de las imágenes que facilita esta visita virtual de las pinturas que decoran la tumba del alto funcionario, hay pequeños detalles que son imposibles de apreciar a simple vista como el “tercer brazo” oculto de una representación de Menna que acaba de ser descubierto por el estudio realizado.
Este equipo internacional de investigadores ha utilizado diversos dispositivos portátiles para llevar a cabo un mapeo de la química de los pigmentos que los antiguos artistas habían empleado y, de este modo, dejar al descubierto las alteraciones que se habían producido durante su trabajo. Así, no sólo se ha podido conocer la corrección en uno de los brazos de la figura y que había permanecido oculta durante milenios, si no también detectar un collar que hasta ahora era desconocido en un retrato de Ramsés II.
También se analizó otra capilla tebana que perteneció a un funcionario llamado Nakhtamón, quien trabajó como “supervisor del altar” en el Ramesseum (el templo funerario del faraón Ramsés II en la orilla occidental de Tebas). Utilizando la misma técnica de imágenes de fluorescencia de rayos X macro (MA-XRF), los investigadores descubrieron el collar oculto, así como diversos ajustes en la corona y otros elementos que decoraban la figura real. Según indican los expertos en el estudio publicado en la revista Plos One, estos cambios podrían estar relacionados con algún tipo de cambio en la simbología religiosa.
”En ambos casos, la imagen precisa y legible de la composición física de la superficie pintada ofrece un enfoque visual renovado basado en la química, que se puede compartir a través de un enfoque multi e interdisciplinario. Sin embargo, esto también conduce a una descripción más compleja de las mezclas de pigmentos que podrían tener múltiples significados, donde lo práctico a menudo conduce a lo simbólico, y de ahí, con suerte, a una definición renovada del uso de colores en conjuntos complejos de representaciones del antiguo Egipto”, dice el artículo de la revista científica Plos One. La próxima misión de los científicos será analizar otras pinturas en busca de nuevos indicios de la artesanía y las identidades intelectuales de los antiguos dibujantes-escritores egipcios.
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