Desciframiento del mundo
Un ensayo de la argentina Ángela Pradelli estudia el acto de leer, la figura del lector y el enigma del sentido
"El deseo de leer, como todos los otros deseos que distraen nuestras almas infelices, puede ser analizado", pensó Virginia Woolf. Ése, el del análisis, es el desafío que asume la escritora argentina Ángela Pradelli en El sentido de la Lectura , un ensayo en el que se propone indagar en las razones y alcances del acto de leer.
¿Es necesario que leamos?, ¿cómo hacerlo?, ¿para qué?. Estas son algunas de las preguntas que intenta responder la autora. En ese marco, la lectura se revela como un eslabón central en la composición del mundo y de sí mismo que hace el lector: en su relación con los textos, articula un punto de vista, una cosmovisión que lo define. En una especie de círculo virtuoso, el lector da sentido a lo escrito y al mismo tiempo se ve transformado por lo que lee. El poder de los libros reside, en parte, en su capacidad de provocar un desplazamiento interno; aquello que el escritor Michael Holroyd describió de este modo: "Cuando leo me olvido de mí mismo, y cuando vuelvo a mi mundo tengo la sensación de que soy alguien ligeramente distinto".
La figura del lector cobra en este análisis un rol central. Roland Barthes ya advertía que en la cultura capitalista -por aquello de hacer girar la rueda del mercado de los libros- hay una sobrevaloración de la figura del autor. Pradelli asume que el destino de los textos importa tanto como su origen: de dónde viene un escrito, quién lo escribió y con qué intención. El lector intenta apropiarse del texto en términos lingüísticos pero también filosóficos, y como plantea el escritor inglés John Berger -entrevistado en el libro-, este es un ejercicio subjetivo y relativo: "Así como el acto de escribir no es más que un acto de aproximarse a la experiencia sobre la que se escribe, del mismo modo el de la lectura es otro acto de aproximación".
Hay una pregunta inquietante que recorre el libro: ¿inciden las lecturas, de un modo indirecto, en las elecciones de vida del lector? Con la convicción de que toda escritura es colaboración, la autora convoca a escritores, músicos, editores, traductores, directores de teatro, poetas, periodistas y docentes, que relatan experiencias personales y repasan las marcas que dejaron en sus vidas determinadas experiencias de lectura. Aportan su visión y su experiencia los escritores Diana Bellesi, Antonio Dal Masseto, Guillermo Saccomanno, Pablo De Santis, Esther Cross, María Teresa Andruetto, el dibujante Miguel Rep, y la compositora y cantante Andrea Álvarez, entre muchos otros. Todos ellos reconocen y comparten episodios que signaron sus respectivas historias. "Sentí esos relatos como imprescindibles, verdaderas revelaciones de mundos", define Pradelli. De esas confesiones íntimas se desprende que en la voluntad de interpretación se juega la necesidad de crecimiento y comprensión, más allá del goce que supone la lectura. Ésta aparece, además como posibilidad de apertura interna: "No hay más que conversar con alguien que está cerrado a las lecturas para percibir que su universo se concentra inevitablemente en un único sistema propio de creencias endurecidas que hace que su vida sea una asfixia", describe la autora.
No hay garantías a la hora de intentar dar sentido a un texto: más que a la resolución de un acertijo, la lectura se parece a una suerte de danza entre quien ha escrito y quien lee. En ese vaivén de aperturas y repliegues, que pone en juego la memoria, la imaginación e incluso ciertas operaciones corporales, se revela la incandescencia del encuentro, esa comunión entre autor y lector que trasciende las fronteras del espacio y el tiempo. Leer quizá sea, también, elegir una voz por encima del griterío del mundo.
El sentido de la lectura
Ángela Pradelli
Paidós
232 páginas
$ 99
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