Descalifican una polémica acusación contra Borges
Dicen en México que apoyó una masacre
Un organismo del gobierno mexicano reveló ayer la existencia de un telegrama del 3 de octubre de 1968, guardado en el Archivo General de la Nación de ese país y atribuido a Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Manuel Peyrou, por el que los tres intelectuales argentinos supuestamente habrían adherido a la decisión del gobierno encabezado por Gustavo Díaz Ordaz de reprimir una manifestación estudiantil que pasó a la historia como "la matanza de Tlatelolco". El documento es parte de una serie de archivos cuya apertura ha sido permitida por una ley de acceso a la información sancionada en México.
Desde Buenos Aires, biógrafos y amigos de Borges rechazaron la veracidad del telegrama y coincidieron en que el autor de "El Aleph" jamás tuvo militancia política y que, dada la personalidad de los tres escritores, ninguno hubiera sido capaz de adherir a una matanza.
Aquel horrendo acontecimiento, al que se sumó otro similar en 1971, en el que murieron entre 300 y 500 estudiantes, mujeres, niños y obreros que manifestaban en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, es una de las heridas sin cerrar de la historia mexicana, cuya reconstrucción es parte de una decisión del actual gobierno.
El dolor de la memoria
Ante una consulta de LA NACION, desde Ciudad de México, la investigadora que reveló la existencia del documento, María de los Angeles Magdaleno Cárdenas, dijo sin hesitaciones: "No me sorprendió la existencia de este telegrama. En aquel momento su país se quedó callado". En 1968, el presidente argentino era Juan Carlos Onganía.
Directora de Análisis Histórico de la Fiscalía Especial para Desaparecidos, Magdaleno defendió la verosimilitud del documento y agregó: "También hay otros telegramas, como el de Jean Paul Sartre que pedía la liberación de los estudiantes detenidos después de la represión".
La revuelta estudiantil tuvo lugar diez días antes de realizarse en México los Juegos Olímpicos de 1968. Como consecuencia del aquel hecho, el poeta Octavio Paz, por entonces embajador en la India, renunció a su cargo.
Para explicar el itinerario recorrido por el telegrama atribuido a Borges, Bioy y Peyrou, la investigadora mexicana dijo: "Fue enviado al presidente Gustavo Díaz Ordaz, por medio del secretario de Gobierno Luis Echeverría, equivalente al ministro del Interior de su país. El documento pertenece al Fondo Gobernación, sección Dirección General de Seguridad, volumen 2985".
Según explicó Magdaleno, el telegrama ya fue incluido en una investigación titulada "Los archivos de la violencia", publicada en 1998 por Sergio Aguaya Quesada, investigador del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México.
La escritora María Esther Vázquez, biógrafa de Borges, dijo anoche: "No creo que Borges, que nunca tuvo militancia política, ni Adolfito Bioy, que nunca se comprometió con nada ni con nadie, ni Peyrou, que fue víctima de la represión peronista, hubieran firmado jamás un telegrama de ese calibre". Señaló que "sólo caben dos posibilidades. Quizás alguien los engañó y ellos no tenían la menor idea de qué se trataba. O el documento es totalmente falso. No creo que a sabiendas ninguno de los tres firmara en favor de una matanza".
El coleccionista de Borges Alejandro Vaccaro agregó que tanto Borges como Bioy y Peyrou eran hombres ajenos a las cosas políticas. "Aunque en 1976 Borges dijo que los militares eran caballeros, en 1981 firmó una solicitada en favor de los desaparecidos. Pudo pasarle que firmara ese telegrama por pedido de alguien, porque a él le gustaba colaborar con lo que le pedían".
En tanto, el abogado Fernando Soto, apoderado de María Kodama en la Fundación Borges, rechazó la veracidad y el contenido del documento mexicano, y recordó que Borges jamás tuvo actividad política.