Derek Walcott: el poeta que cantó el Caribe
La obra de Derek Walcott, que murió ayer a los 87 años en su casa de la pequeña isla de Santa Lucía, recuperaba esa dimensión que tanto amaba Borges: la épica. Omeros (1992), su libro mayor, es un vastísimo poema que recrea en cierto modo el mito de Ulises y de la Odisea en otros mares, centralmente los de las Antillas. Dos años después de publicar esa épica, la Academia Sueca le concedió el Premio Nobel de Literatura "por su obra poética de gran luminosidad sustentada en una visión histórica nutrida de un compromiso multicultural" .
Walcott había nacido en Santa Lucía, que obtuvo la independencia en 1979. Se graduó en la Universidad de las Indias occidentales, en Trinidad, y vivió la mayor parte de su vida en los Estados Unidos y en Trinidad, a dondese trasladó en 1953 y trabajó como crítico de teatro. A los 18 años, publicó 25 poemas.
Al margen de las consideraciones multiculturales, Walcott fue un verdadero virtuoso de la forma y unos de los mayores poetas en lengua inglesa. Otro poeta, Joseph Brodsky dijo de él: "Su tintero es una cornucopia de esquemas métricos y estróficos; y aunque el metro en el que se encuentra más cómodo sea el yambo libre, sus versos están más basados en la rima que en el metro. Como el océano.
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