Del inodoro, la soda y el ladrillo a la deuda externa: los museos más raros de la Argentina
Una docena de curiosos casos para visitar y sorprenderse con piezas e historias de las temáticas más variadas
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Un día en un museo suele estar asociado a un recorrido por colecciones de arte o antigüedades, material científico o narrativas históricas. Sin embargo, el territorio nacional cuenta con espacios que presentan temas menos convencionales, desde la historia del ladrillo, el inodoro o el audífono hasta exhibiciones de piezas anatómicas y momias prehispánicas o un museo dedicado exclusivamente a la deuda externa argentina.
Propuestas así de atípicas ofrecen al visitante la posibilidad de disfrutar de nuevas experiencias educativas muy curiosas. Fundados por coleccionistas privados o a través de organismos e instituciones como la Morgue Judicial o la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, estos templos paganos se localizan en la Ciudad y en distintas provincias del país.
Museo de la Soda y el Sifón
Más de 4.200 piezas, entre sifones, máquinas llenadoras, herramientas y botellas de gaseosa y de sodería, cubre y portasifones, carteles publicitarios y una biblioteca temática dan cuerpo al Museo de la Soda y el Sifón, en Berisso (Avenida del Petroleo Argentino 799). Su creador y mentor, Luis Alberto Taube, reunió a través de los años modelos de distintos diseños, tallas y colores, a través de los cuales el museo narra distintos aspectos relacionados con el origen y la evolución de la bebida y de los recipientes, así como la forma en que la soda y el sifón se introdujeron en la Argentina. El acervo alberga ejemplares de los primeros sifones utilizados en el mundo y valiosas unidades de doble bocha, de origen inglés y francés, y una máquina inglesa para llenado de fines del siglo XIX, entre otras reliquias. El museo, que fue inaugurado en 2003, se compone de tres salas. Próximamente contará en sus instalaciones con un bar temático dedicado a la mítica bebida.
Museo del Títere
En el barrio de San Telmo (Estados Unidos 802), el Museo Argentino del Títere cuenta con un fondo de más de 500 ejemplares. Pertenece a la Fundación Mané Bernardo-Sarah Bianchi, precursoras del movimiento titiritero en el país y fundadoras del espacio, que fue inicialmente itinerante. Guillermo Farisco, vicepresidente de la institución, explica que el principal activo del museo es “el títere y toda su esencia”, con creaciones de todo el mundo que traían de sus viajes Sarah y Mané. Entre las piezas destacan, entre otras, un conjunto de títeres realizados por el poeta y escritor Federico García Lorca. Quitapenas, el grupo estable de titiriteros del museo, estrenó por su parte varias obras, entre ellas una adaptación libre de La guerra de los yacarés, el cuento homónimo de Horacio Quiroga. Desde el inicio de la pandemia, el espacio realiza talleres y difunde material audiovisual de manera virtual, aunque está prevista a corto plazo la apertura de su sala de espectáculos.
Museo del Acordeón
El Museo del Acordeón fue creado en 2005 por la familia Anconetani, formada por varias generaciones de fabricantes del instrumento. Recorre la historia a través de múltiples ejemplares en exposición, documentación histórica y referencias a los proceso de construcción. Funciona anexo al taller de fabricación familiar. Algunos de los instrumentos confeccionados en la casa llegaron a manos de músicos como el Chango Spasiuk o Pipo Pescador, cuyo mítico acordeón, La Cirila, descansa en el museo. Fue una donación del artista antes de mudarse a Europa. Otro elemento estrella de la colección es un acordeón de Raúl Barboza realizado por Anconetani por encargo suyo. El taller también realizó instrumentos para otros de los más importantes chamameceros del país. “Hay piezas que muestran el uso del instrumento a lo largo de los años y otras referentes a sus intérpretes y a la relación con las colectividades”, explica el museo. Con unas 20.000 visitas recibidas hasta la fecha, el lugar puede visitarse en el barrio de Chacarita (Guevara 490) mediante citas concertadas con antelación.
Museo del Audífono
Desde los primeros aparatos de caja comercializados en los años 50 a los modelos actuales engrosan la colección del Museo del Audífono, creado en el año 2000 por Gabriel Beker. Una visita al espacio, situado en el barrio de Montserrat (Juan Domingo Perón 1647), permite apreciar el desarrollo y avance tecnológico en la fabricación de los elementos de audiología a lo largo de las épocas, con medio millar de piezas procedentes de anticuarios de Argentina, Uruguay, Brasil y Chile. Su fundador comenzó a investigar y compilar piezas en los 90 gracias a una iniciativa de su padre. La pieza más antigua data de 1910. Existen pocos museos dedicados a esta temática en el mundo. El sitio funciona diariamente a modo de negocio de venta y reparación de aparatos.
Museo de la Deuda Externa
El visitante aficionado o curioso por la historia político-económica del país anhelará una visita al Museo de la Deuda Externa Argentina. Dependiente de la Facultad de Económicas de la UBA (Avenida Córdoba 2122), el sitio fue creado a comienzos de la década del 2000 por iniciativa de graduados y docentes que apostaron por abrir el debate sobre el endeudamiento nacional con datos. Con una cronología sobre la historia de la deuda, el recorrido se realiza a través de paneles que se refieren al tema desde la Independencia hasta hoy, con imágenes, folletos, documentales institucionales, juegos y acceso a una serie animada. “El móvil de esta iniciativa fue la voluntad de divulgar la problemática de la deuda, cuyo bajo nivel de tratamiento tanto a nivel mediático como académico no se condecía con su alta importancia como condicionante político y económico del desarrollo nacional”, señala el museo.
Museo Forense
El Museo Forense de la Justicia Nacional Dr. Juan Bautista Bafico, situado en el edificio de la Morgue Judicial (Junín 760), se presenta como un sitio de gran interés jurídico y científico gracias a su colección de unas 2500 piezas anatómicas en perfecto estado de conservación y centenares de maquetas sobre el cuerpo humano. El acervo incluye tejidos anatómicos con diferentes lesiones de interés médico-legal, reproducciones de cabezas realizadas en yeso, radiografías, materiales de laboratorio e imágenes, todo acompañado de fichas técnicas informativas. La mayor parte de los restos humanos pertenece a personas fallecidas entre las décadas de 1930 y 1940, víctimas de accidentes, homicidios o suicidios, cuyos cadáveres no fueron reclamados ni retirados y se destinaron a fines de investigación. El museo recibe unos 7.000 visitantes al año, en su mayoría estudiantes universitarios, cadetes de fuerzas de seguridad y profesionales de carreras afines. Se accede con cita previa.
Museo de Farmacobotánica
El Museo de Farmacobotánica fue fundado en 1900 por el farmacéutico Juan Aníbal Domínguez sobre la base de sus propias colecciones obtenidas en trabajo de campo para catalogar la materia médica argentina junto con donaciones de distinto tipo. Con sede en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA (Junín 954), el espacio recorre la historia y el uso de las plantas medicinales y su aplicación en la salud y en la industria farmacéutica, y cuenta con colecciones de herbarios de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Ecuador; así como de maderas del país del centenario de 1910, materia médica argentina, material incaico, temáticas antropológicas y, entre otras especialidades, estupefacientes.
Museo de la Cámara Fotográfica Simik
El Museo Simik tiene un acervo de más de 2.500 cámaras y 25.000 fotos en papel. Retrata la evolución de la fotografía y de las cámaras fotográficas desde sus inicios. Comenzó a funcionar en 2002 y se ubica dentro del local e instalaciones del Bar Palacio, en el barrio de Chacarita (Avenida Federico Lacroze 3901).
Museo del Ladrillo
Para conocer la historia de la industria ladrillera nacional basta con acercarse al Museo del Ladrillo, situado en La Plata (calle 514 1905). Inaugurado en 2019, es dirigido por la Fundación Espacio Ctibor. Está vinculado a la historia de la comunidad y se orienta a preservar testimonios materiales e inmateriales de la centenaria fábrica de ladrillos Francisco Ctibor. Su exposición está vinculada a los adelantos tecnológicos aplicados a la industria ladrillera, a la inmigración y a la fundación de la ciudad de la Plata. El espacio está conformado por la antigua administración de la factoría, la vivienda original del ingeniero checo Francisco Ctibor, viviendas de obreros, chimeneas y hornos. De entre ellos, el horno Hoffman, construido en 1882, es un exponente de los adelantos de la Revolución Industrial que, junto a otros dos hornos menores, están siendo recuperados para otorgarles nuevos usos. Entre los objetos que se exhiben destacan maquinarias de producción (como una antigua cortadora de ladrillos de fines del siglo XIX), vagonetas, volquetes, moldes, herramientas, vías y ladrillos con el sello Ctibor procedentes de Ushuaia o Puerto Deseado, así como ejemplares de los utilizados en la Usina del Arte y el Museo de Arte Moderno. El museo acoge múltiples actividades, como conferencias, residencias para artistas, concursos y prácticas de alumnos de las universidades de la ciudad. Actualmente abre sus puertas los martes y jueves, de 14 a 18 horas.
Museo del Agua y de la Historia Sanitaria
Con cita previa, puede visitarse en el Palacio de las Aguas Corrientes el Museo del Agua y de la Historia Sanitaria, el cual aborda aspectos de interés sobre el agua, el saneamiento en Buenos Aires y el proyecto y construcción de su singular sede. Además, acerca la historia de lo cotidiano a través de piezas y artefactos sanitarios únicos, nacionales e importados, como los incluidos en su colección de inodoros, además de piezas de cañerías, medidores, grifería, depósitos y rejillas de distintos materiales y procedencias. También conocido popularmente como el Museo del Inodoro, el sitio reúne los más variados diseños del revolucionario aparato, incluidos los que fueron diseñados con bidet integrado, aquellos aptos para personas con hemorroides u otras curiosidades como los construidos con lavatorio incorporado. Actualmente, las personas que lo deseen pueden visitar una muestra dentro del museo, situado en la Avenida Córdoba 1950, solicitando cita previa a través del portal: https://www.aysa.com.ar/lobuenodelagua.
Museo de Arqueología de Alta Montaña
En el corazón de Salta capital, presenta colecciones referidas al patrimonio arqueológico asociado a las ceremonias realizadas en las altas cumbres de los Andes y a los contextos culturales del mundo prehispánico. Su principal acervo reside en el patrimonio arqueológico descubierto en 1999 en la cima del volcán Llullaillaco, lugar sagrado donde hace más de 500 años fueron entregados a los dioses en una ceremonia inca tres niños en el marco de un conjunto de ofrendas. El excelente estado de conservación de las momias, hoy conocidos como la Niña del Rayo, el Niño y la Doncella, implicó un desafío en la aplicación de técnicas que permiten su adecuada preservación. Los cuerpos se conservan en cápsulas diseñadas según los lineamientos de la criopreservación. Algunas voces han cuestionado el traslado de los niños sacrificados de su emplazamiento original al museo, situado en la calle Bartolomé Mitre 77 (Salta).
Museo Rocsen
Un colmillo de narval, una momia nazca de Perú, un mandolín zulú del Congo africano, insectos extintos y una motocicleta con doble tracción conviven en el Museo Rocsen, ubicado en la localidad traslaserrana de Nono (Córdoba), e inaugurado en 1969. Imponente desde la fachada, sobre la que reposan 49 estatuas de personajes históricos esculpidas por su fundador, está a cargo del antropólogo, artista y coleccionista francés Juan Santiago Bouchon. Autodefinido como un espacio multifacético, el sitio abarca un centenar de temáticas de las más variadas disciplinas, desde la ciencia y el arte a la tecnología. Posee rincones dedicados a distintas culturas y secciones sobre física, química, biología, radiocomunicación, música y otras especialidades. Presenta colecciones de automóviles y carruajes, instrumentos, piezas de arqueología americana, objetos vinculados al mar, máscaras, juguetes y vestimentas de distintas épocas, un área de minerales y, entre muchos otros fondos, cámaras fotográficas y cinematográficas. Con un promedio de 40.000 visitas anuales, el museo (ubica en la calle X5887, Nono) abre en la actualidad sus puertas al público los fines de semana.
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