Decisión salomónica: finalmente la obra de Roald Dahl tendrá dos versiones en el Reino Unido
Tras la polémica, se publicarán en inglés tanto la cuestionada adaptación políticamente correcta como las obras originales, tal cual el autor de “Matilda” y “Charlie y la fábrica de chocolate” las escribió
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En el Reino Unido, los lectores podrán elegir a su propio Roald Dahl. Ayer, el sello británico Puffin Books, que integra el megagrupo Penguin Random House (PRH), tomó la salomónica decisión de publicar las obras en dos versiones: la cuestionada adaptación políticamente correcta (que tuvo el aval de los herederos del escritor) y otra tal cual este la escribió. El anuncio se hizo este viernes, luego de una andanada de críticas de lectores, artistas y escritores como Salman Rushdie, Rosa Montero, Billy Bragg, Annie Jacobsen, Pablo De Santis y María Teresa Andruetto.
“En medio de feroces batallas contra la prohibición de libros y las restricciones sobre lo que se puede enseñar y leer, la edición selectiva para hacer que las obras literarias se ajusten a sensibilidades particulares podría representar una nueva y peligrosa arma”, escribió en su cuenta de Twitter Suzanne Nossel, directora ejecutiva del Centro PEN de Estados Unidos.
At @PENamerica we are alarmed at news of "hundreds of changes" to venerated works by @roald_dahl in a purported effort to scrub the books of that which might offend someone. 1/13 https://t.co/IXOkIaXYmt
— Suzanne Nossel (@SuzanneNossel) February 18, 2023
El jueves, la reina consorte del Reino Unido, Camilla, se refirió al caso Dahl ante un grupo de escritores como William Boyd, Ben Okri y Phillippa Gregory. “Por favor, manténganse fieles a su vocación, sin que los obstaculicen aquellos que desean restringir la libertad de expresión o imponer límites a su imaginación”, alertó. Se presume que la intervención de la reina consorte, reconocida lectora, fue determinante para la decisión de PRH. El primer ministro británico, Rishi Sunak, condenó el proyecto de reescritura de los libros de Dahl.
La colección clásica de Dahl, que se lanzará a finales de este año, constará de diecisiete títulos, entre ellos Charlie y la fábrica de chocolate, Danny, el campeón del mundo, El gigante bonachón y Las brujas. En un comunicado al personal, el director ejecutivo de PRH del Reino Unido, Tom Weldon, reconoció “la importancia de mantener impresos los textos clásicos de Dahl” para la editorial. “Los lectores tendrán la libertad de elegir qué versión de las historias de Dahl prefieren”, agregó Weldon. Para algunos críticos británicos, la decisión de Puffin Books no es un acto de censura, sino una inteligente estrategia comercial que volvió a encumbrar el nombre del autor de Matilda, cuya versión en clave de comedia musical se puede ver en Netflix desde finales de 2022.
Francesca Dow, directora de Penguin Random House Children’s, declaró que en PRH habían publicado “con orgullo” las historias de Dahl durante más de cuarenta años en asociación con The Roald Dahl Story Company. “Su espíritu travieso y su singular genio narrativo han deleitado la imaginación de los lectores a lo largo de muchas generaciones. Hemos escuchado el debate de la semana pasada que reafirmó el extraordinario poder de los libros de Dahl y las preguntas muy genuinas sobre cómo las historias de otra época pueden mantenerse relevantes para cada nueva generación”.
Destacó que el papel de la editorial era “compartir la magia de las historias con los niños con el mayor criterio y cuidado”. “Los libros fantásticos de Roald Dahl son a menudo las primeras historias que los niños pequeños leerán de forma independiente, y cuidar la imaginación y las mentes en rápido desarrollo de los lectores jóvenes es tanto un privilegio como una responsabilidad”, remarcó en defensa de la “edición sensible” (que no nació de un repollo sino que responde a las demandas de activistas, intelectuales, padres, docentes y autoridades educativas).
La editorial Puffin Books había sido criticada luego de que The Telegraph informó que había contratado a “lectores sensibles” para revisar los libros de Dahl y que el lenguaje considerado ofensivo, misógino y gordofóbico sería eliminado de las nuevas ediciones. Algunos de los cambios en los libros del autor -que en vida protagonizó polémicas por sus dichos antisemitas y racistas- son el uso de “enorme” en lugar de “gordo” para describir a Augustus Gloop en Charlie y la fábrica de chocolate y “bestial” en lugar de “fea y bestial” para presentar a la señora Cretino en Los Cretinos.
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