“Deberíamos despedirte solo con poemas”: María Onetto, homenajeada por escritores en redes sociales
Colegas, directores y poetas movilizados por la pérdida de la actriz, inolvidable protagonista de films como “La mujer sin cabeza”, de Lucrecia Martel
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Ayer, apenas se conoció la muerte de la actriz, profesora y psicóloga María Onetto, a los 56 años, en las redes sociales escritores de todas las generaciones rindieron homenaje a la inolvidable protagonista de películas como La mujer sin cabeza y Rompecabezas, y que siempre estuvo vinculada a la literatura. Basta mencionar sus trabajos en teatro en La gaviota, de Anton Chejov; La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre, de Federico García Lorca; Muerte de un viajante, de Arthur Miller, y La persona deprimida, basado en textos de David Foster Wallace.
El sábado 11, Onetto iba a cerrar la primera jornada del festival literario “Leer-Literatura en el río”, organizado por la Secretaría de Cultura y Ciudad de San Isidro, en el que leería con su voz provista de misterio y perplejidad cuentos espeluznantes de escritores argentinos como Elsa Bornemann y César Aira.
“Adiós querida María -escribió en Facebook el director teatral y dramaturgo Juan Parodi, que dirigió a Onetto en Globalisiados y la convocó a participar del ciclo pandémico Leer en Casa, donde la actriz leyó poemas de William Shakespeare, Edgar Bayley, Nicanor Parra, Cecilia Cavallo y Sharon Olds-. Haber pasado por este mundo y dejar inteligencia, sabiduría, poesía, compromiso... Mucho más que una actriz extraordinaria. Mujer chamana que lograba elevar una charla, un escenario, un plano... te vamos a extrañar tanto. Deberíamos despedirte solo con poemas”. Se la puede escuchar en el podcast del ciclo en Spotify, y también verla y escucharla en YouTube. Así cerraba Onetto su lectura, dos años atrás: “¡A leer poesía, que poesía es liberación!”.
El escritor y periodista Maxi Legnani, cocreador de Leer en Casa, publicó en sus redes un poema que escribió luego de conocer la noticia de la muerte de Onetto. En “María”, se incluyen expresiones dichas por la actriz como “lo leí”, “me lo dijeron” y “lo viví”.
Un poema para Maria Onetto. Con amor y con gratitud por su arte. pic.twitter.com/KDHL4Z3D1r
— Maxi Legnani 🇦🇷 (@maxilegnani) March 3, 2023
“Son frases que ella me dijo en entrevistas o yeites que tenía en redes sociales cuando citaba alguna frase -dice Legnani-. Es un poema que me salió muy de las tripas porque es una muerte que siento muchísimo, porque no sabía lo que ella estaba atravesando. Volviendo a mirar una entrevista que le hice, ella se refirió a mi trabajo como poeta y quise brindarle un homenaje como poeta”.
“Hasta en el final / una escena / escenario / poética y estética // en otro tiempo / tus manos buscaban la / reflexión nueva / el descubrimiento (recuerdo que decías) / ‘Lucrecia Martel me aconteció / pocas cosas me acontecieron’ // me queda resonando / tu cuerpo en escena / un personaje y otro / fundiéndose / tus palabras / como un llamado / a despertarnos”, se lee en el poema de Legnani. “Me decía que ella era una actriz que necesitaba una conexión, un compromiso, con los textos que llevaba adelante en la interpretación -recuerda Legnani-. Me impresiona mucho que haya hecho la obra basada en los textos de D. F. Wallace, que también se quitó la vida”.
Desde Córdoba, el escritor, actor y director Roberto Videla compartió una semblanza de Onetto en su muro de Facebook, titulada “Sobre María Onetto. Lo que me quedó de su paso por este mundo”.
“Sorprendía su manera de estar en silencio, de preparar sin esfuerzo aparente las palabras y soltarlas a su modo, un modo extraño y muy cercano, parecido a eso que hace la gente cuando piensa y luego habla, en la vida, no en el teatro o el cine, en donde se hace otra cosa -escribió Videla-. La rodeaba un... ni sé cómo decirlo... espacio propio, en el que tejía y destejía su actuar. Era un aura de tristeza, de agobio, de levedad, de fragilidad (como una mariposa que golpea la lámpara) que casi podía tocarse. Sorprendía y brillaba en pequeño. No me sorprendió su suicidio, fue como dentro del orden de las cosas, no estaba fora da ordem”.
La escritora y psicoanalista Claudia Masin optó por compartir en Facebook un poema de su libro El cuerpo, sobre La mujer sin cabeza en tributo a Onetto y del que citamos los versos finales: “Entonces no sabía, ahora sé / que perdido por perdido, / es el canto del miedo el que vence al miedo, / el que lo vuelve inofensivo, una serpiente / a la que se le exprime el veneno / de los colmillos. Para que el alma entre / de nuevo en el cuerpo hay que empujarla / con la pobre, cobarde fuerza de los débiles, / como si el mundo fuera fácil de mover / de su eje, como si pudieran detenerse sus leyes, / revertirlas, como si recuperar el alma / que te arrebataron tan temprano / fuera posible”.
Natalia Zito, escritora y psicoanalista, contó ayer que Onetto había sido una de sus maestras de teatro. “Con ella aprendí que solo hurgando en los pozos del cuerpo se consiguen cosas interesantes -escribió en su muro de Facebook-. Aprendí lo lejos que puede llevarte el deseo profundo de un maestro que te muestra el camino y, aunque no te de la mano, te señala por dónde es. Aprendí que es cuando me pierdo cuando me salen cosas interesantes. Aprendí que la poesía puesta en escena se torna irreversible. Aprendí a habitar ese lugar desértico que ella daba pero también a encontrar cariño en esa desolación. Aprendí que el amor por el teatro puede hacerme sentir que un vaso de agua caliente es el mejor té que jamás haya probado. Aprendí que se puede ser insignificante en la calle pero inmensa en el escenario. Aprendí que debería tener un cuerpo más anguloso para que se note lo que quiero transmitir. Aprendí a buscar el tono en lo que quiero decir. Aprendí a olvidar el mundo y conectarme con mi cuerpo. De ella recibí un adjetivo inesperado una vez, sobre mi actuación en una muestra: fulgurante”.
En Facebook, la escritora y guionista Melina Knoll compartió una breve y honda reflexión: “La Tristeza y el llamado de alerta. MARÍA ONETTO. Tanto amor, tanto supuesto amor y‚ en verdad, nadie ahí. Redefinamos ese ‘por propia voluntad’. En ciertos momentos, la voluntad ya no es propia. QEPD #HablemosDeSaludMental”.
La actriz Lola Berthet, directora del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti; las escritoras Agustina Roca, Silvia Schujer y Clara Muschietti, el poeta Daniel Rafalovich, los periodistas Hinde Pomeraniec, Eduardo de la Cruz, Rolando Gallego y Leonardo D’Espósito, y la historiadora Araceli Bellota, entre muchos otros, despidieron a Onetto en sus cuentas de redes sociales.
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