De la selva tucumana a Palermo Chico, las Yungas llegaron al Malba
El proyecto Yungas Arte Contemporáneo, que nació en 2011 en San Miguel de Tucumán, fue ideado por dos artistas y gestores culturales: el cordobés Raúl Flores y el tucumano Piero Sogno. Desde su primera edición, que se realizó en la ciudad de Mendoza, está destinado a artistas en formación que desean trabajar en sus lugares de pertenencia. En un país donde el federalismo es todavía una declaración de principios, ese objetivo (que se podría parafrasear como el esfuerzo por enriquecer el campo de las artes visuales contemporáneas) resulta significativo.
Cada año, Yungas elige una ciudad de una provincia argentina, y allí Flores y Sogno lanzan una convocatoria abierta. "Casi siempre recibimos cuarenta solicitudes", dice Sogno. Un jurado integrado por un artista, un referente académico y un gestor o un coleccionista local eligen a los ocho becarios que, a lo largo de un año de intercambios de experiencias y miradas, desarrollan una obra. "En las provincias, los circuitos no son tan estancos como en Buenos Aires -cuenta Flores-. Los artistas son músicos o escriben y además filman y editan". En 2019, por primera vez, proyecto Yungas se asentará en la ciudad de Buenos Aires. Para participar, hay que escribir a yungasbuenosaires@gmail.com.
"Fue un experimento que hicimos juntos en la capital de Tucumán; Raúl empezó a viajar e invitábamos a artistas de otras provincias para que hicieran sus presentaciones -recuerda Sogno acerca del origen de la propuesta-. De ahí derivó en una beca y en un programa de formación". Hasta ahora, Yungas viajó por cinco ciudades argentinas: Córdoba, Corrientes, San Miguel de Tucumán, Mendoza y Tigre. Sin embargo, el proyecto tiene sede propia, en medio de la selva, en la provincia de Tucumán. "La llamamos Yungas Haus, y es una casona de estilo florentino que queda en Villa Nougués", agrega Sogno, ingeniero y pintor. Edificada en la primera década del siglo XX, la casona está situada a más de mil metros de altura.
Una red en crecimiento
Desde la creación del proyecto hasta hoy, ya se formaron cerca de 80 jóvenes artistas argentinos, cuyas obras, en algunos casos, integran colecciones de compradores locales. "Tal vez porque el único requisito para participar es que seas un artista en formación, casi todos son jóvenes", dice Flores, reconocido por su labor en Barrio Joven en ediciones anteriores de arteBA.
La primera exposición, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), del proyecto que toma su nombre de una palabra quechua que designa los valles que se extienden en los sectores montañosos de América del Sur reúne trabajos de seis jóvenes artistas de Córdoba, Corrientes, San Juan y Tucumán. Ellos son Noelia Correa (Córdoba, 1984), Alfredo Dufour (San Juan, 1989), Benjamín Felice (San Miguel de Tucumán 1990), Maia Navas (Corrientes, 1986), Sofía Noble (San Miguel de Tucumán, 1978) y Damián Santa Cruz, que nació en Buenos Aires en 1984 y vive y trabaja en Córdoba.
"Esta selección de artistas y obras busca mostrar la diversidad y multiplicidad de experimentaciones en proyectos totalmente disímiles, como fragmentos de una sociedad o un ecosistema cultural -escribió Flores, curador de la muestra, en el texto de sala-. Este nuevo e inestable territorio conforma un nuevo paisaje que pide una renovación de la mirada con la que entendemos la práctica artística nacional". Acompaña las obras un video de Rodrigo Moraes con imágenes de los artistas y los coordinadores de Yungas en la casona situada en la tupida yunga tucumana. A la Sala 1 del museo porteño se puede acceder manera libre y gratuita.
La exhibición en el Malba, institución que vuelve a impulsar un proyecto germinal del arte contemporáneo, es la primera que se hace en un museo de Buenos Aires. Plural, presenta obras en distintos soportes como fotografía digital (el retrato de un He-Man cordobés, a cargo de Santa Cruz), escultura (la reliquia futurista de Felice, hecha de cera y con imágenes de "basura tecnológica", y el mástil hierático de Santa Cruz que, según dijo, padeció los protocolos de la escolarización), instalaciones (como el cuarto de un adolescente burgués diseñado por Dufour), videoarte (los dos ensayos audiovisuales, tan poéticos como reflexivos, sobre el monte correntino hechos por Navas), y obras de sitio específico, como los "carteles vestidos" de Correa y los pilares de tierra de Noble, que se irán corriendo de sus ejes a medida que pasen los días.
"Muchos de los artistas de Yungas crearon en sus lugares espacios de arte, festivales o iniciativas propias", dice Flores. Es el caso de Navas, videoartista que puso en marcha PLAY, un festival de videoarte, y el de Noble, una de las promotoras de Un Club, donde se invita a artistas a realizar obras de sitio específico y también a escritores, para que "traduzcan" en palabras la experiencia artística. Santa Cruz y Correa, en Córdoba, impulsan proyectos similares. "Los seis han sido muy activos en las ciudades donde viven; eso nos interesa mucho porque Yungas funciona por el tejido social que puede desarrollar", resume Flores.
En el Malba se hará una programación especial mientras dure la muestra. El equipo de educación del museo prepara visitas guiadas para grupos de adolescentes de 15 a 18 años que quieran vivir una experiencia cercana del tercer tipo con el arte actual. Se proyecta un minifestival PLAY junto con Navas, en el auditorio de la institución, y, además, Felice, Correa y otros artistas volverán a Buenos Aires para "activar" sus obras ante la presencia del público.
Para agendar
Proyecto Yungas
Hasta el 2 de junio, en la Sala 1, Nivel 1. Entrada libre y gratuita.
Malba (Avenida Figueroa Alcorta 3415)
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