De regreso, David Lynch plantó bandera en Buenos Aires como parte de Bienalsur
Una bandera a cuadros blancos, rojos, celestes y amarillos, creada por David Lynch, flamea desde ayer en la Plaza Rubén Darío, sobre la Avenida Figueroa Alcorta, junto a otras sesenta diseñadas por grandes artistas de todo el mundo como Guillermo Kuitca, Cai Guo-Qiang, Hiroshi Sugimoto y Agnès Varda. Integran una de las propuestas con las que desembarcó esta semana en Buenos Aires la inabarcable Bienalsur, presente en un centenar de sedes en 43 ciudades de veinte países.
"Todos somos únicos e importantes. Por eso todos debemos tener una bandera", dijo a LA NACION desde Japón Christian Boltanski, el artista francés impulsor de Draw Me a Flag (Dibújame una bandera) para la Fundación Cartier. Su proyecto nació en 2015, pensado para ser exhibido en un museo de arte contemporáneo de Shanghái, y creció hasta llegar a Bienalsur con banderas instaladas en Ushuaia, Buenos Aires y Río de Janeiro.
Desde Estados Unidos, Lynch envió un rectángulo blanco dividido en rombos por gruesas líneas negras. Algunos de ellos están pintados de rojo, negro y azul. "En diálogo con la tradición moderna, retoma una versión de Piet Mondrian en clave diferente, para generar una dinámica distinta", dija a LA NACION Diana Wechsler, directora artístico-académica de Bienalsur, sobre la propuesta del célebre director de cine.
Las múltiples facetas del genio creador de Lynch ya habían sorprendido en Buenos Aires desde octubre de 2017, cuando dos pinturas suyas inspiraron la instalación central de la megamuestra Les Visitants en el Centro Cultural Kirchner. David’s Living Room Revisited se tituló entonces la inquietante ambientación creada por Kuitca, que a su vez curó la exposición con más de 500 obras de 23 artistas pertenecientes a la colección de la parisina Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo.
La admiración de Kuitca por Lynch se reflejó también en la sala que le dedicó a medio centenar de fotografías del creador de Twin Peaks, en blanco y negro, con escenas que reflejaban el clima de Blue Velvet. Y también en la presentación de más de 250 dibujos del cineasta, realizados sobre papeles, post-it o cajas de fósforos, testimonio de los múltiples recursos de un hombre que no se cansa de defender los beneficios de la meditación para potenciar el proceso creativo.
Muchos de los artistas que integraron aquella inolvidable muestra están presentes también en el proyecto de Boltanski, que sumó además banderas creadas por científicos, filósofos y "amigos" de la Fundación Cartier. En su mayoría, son piezas sin título.
La bandera aportada por Kuitca representa uno de sus famosos interiores de teatros y la de Cai Guo-Qiang, el artista chino que revolucionó Buenos Aires con los fuegos artificiales que lanzó en La Boca como parte de su exposición en Fundación Proa, muestra rastros de sus exploraciones con pólvora.
La iniciativa de Boltanski tuvo un rol central en la inauguración de Bienalsur el mes pasado en Usuhuaia. Entonces se instalaron frente al Canal de Beagle tres banderas: una realizada por el propio artista, en la que se lee la palabra “Utopía”, y otras dos más abstractas de Voluspa Jarpa –artista que representa a Chile en la Bienal de Venecia con curaduría de Agustín Pérez Rubio– y Magdalena Jitrik, que acaba de inaugurar una muestra en la galería Walden.
Además, se ubicó una cuarta el Museo del Fin del Mundo realizada por Mariana Telleria, artista que representa a la Argentina en la edición actual de la Bienal de Venecia.
Otras 31 se izarán el 16 de julio próximo en la Fundación Getulio Vargas, en Río de Janeiro. Entre sus creadores se cuentan Claudia Andujar, Nobuyoshi Araki y Beatriz Milhazes.
Para agendar
La segunda edición de Bienalsur inaugurará mañana, a las 18, el KM 0 de su cartografía en Centro de Arte Contemporáneo y Museo de la Inmigración (Sede Hotel de Inmigrantes) del Muntref, con exposiciones de los artistas Michelangelo Pistoletto, Martha Rosler, Rosângela Rennó, Pablo Reinoso y Hassan Bourkia, entre otros.
También se presentará allí una muestra que pone en diálogo obras de artistas de Berlín y Buenos Aires, con motivo del 25° aniversario de la alianza entre ambas ciudades. Participan Eduardo Basualdo, Edith Dekyndt, Gabriela Golder y Marcel Odenbach.
A partir de mañana, cada sede participante será renombrada con un kilómetro que sienta las bases de esta red de colaboraciones institucionales que se extiende hasta la ciudad de Tokio, Japón, bautizada con el KM 18.370. Así, hasta noviembre, más de cien sedes de 43 ciudades de una veintena de países irán desplegando las propuestas de más de 400 artistas.