De Palermo a Congreso, las fotos icónicas de Sara Facio se exhiben en la vía pública en cuatro barrios

Un joven y sonriente Quino mira a cámara con un dibujo de Mafalda en las manos. Un retrato de María Elena Walsh intervenido con trazos de colores. Jorge Luis Borges asomado detrás de una biblioteca. Un primer plano de Roberto Goyeneche junto a Ástor Piazzolla. Una postal del ex parque de diversiones Italpark en 1965. Un conventillo de La Boca. De Palermo a Congreso y San Telmo, pasando por la esquina de Florida y Corrientes: una selección de fotos icónicas tomadas por Sara Facio en Buenos Aires entre los años ‘60 y ‘80 se exhiben en la vía pública en cuatro barrios porteños. En cada “estación”, vecinos y turistas podrán ver cinco imágenes que, en conjunto, cuentan una historia visual del barrio.

Curada por Graciela García Romero, la muestra “Bs. As., mi ciudad, mi gente: Un homenaje urbano a Sara Facio” forma parte de los festejos por los 90 años de la gran fotógrafa argentina organizados por el Ministerio de Cultura porteño, en este caso, junto al Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana. “Es imposible pensar la vida de Buenos Aires entre los años ‘60 y ‘80 sin las fotografías de Sara. Allí hay rastros de nuestra identidad”, dijo García Romero, que organizó los contenidos visuales de los cuatro puntos elegidos: Plaza de las Naciones Unidas (Floralis Genérica), ubicada en Av. Figueroa Alcorta 2301; Florida y Corrientes; Alsina y Defensa y la Plaza del Congreso.

Inaugurada este sábado, con la presencia de la artista, la curadora, Jorge Macri y el ministro de Cultura porteño Enrique Avogadro, entre otros, la exhibición permanecerá en el espacio público hasta el domingo 26 de junio. Como dice García Romero en el texto curatorial de la muestra, “en todos los personajes hay movimiento, en todos podemos adivinar lo que está pasando en su interior. En la imagen de Borges escuchamos el murmullo de sus palabras. En el conventillo de La Boca, oímos la sonrisa de una mujer frente a la cámara, que sin tristeza pone a secar su zapato, empapado por una inundación, y muestra con orgullo su obra, sus plantas. No importa cuánto muestre la foto: es Buenos Aires”.

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