De Lugano, Suiza, a Villa Lugano
Gian Paolo Minelli fijó su atención en el conglomerado de Villa Lugano por su origen suizo y resultó un singular contrapunto con la ciudad homónima del cantón del Ticino. De allí llegó, en 1888, Giuseppe Soldati (conocido acá como José Ferdinando Francisco), quien "en una jornada de caza" quedó encantado con el paisaje suburbano que le recordaba su tierra de Malcantone. Allí emprendió un proyecto urbanístico conocido hoy como Villa Soldati, cuatro veces más populoso que la serena ciudad helvética, habitada por millonarios como George Clooney. Las fotografías de Minelli, realizadas entre octubre de 2008 y mayo de 2009, son la imagen de una frustración. Edificios abandonados, denigrados, ocupados, maltratados y marginados como sus habitantes. El empresario suizo fundó Villa Soldati en un campo de 12 hectáreas propiedad de un chacarerode apellido Cazenave, cuenta el arquitecto Ariel Pradelli, en un texto necesario que ilustra el catálogo de mano. Los primeros vecinos serían trabajadores del ferrocarril, de la curtiembre Hispano-Argentina y de la droguería Suizo-Argentina, entre otras.
Muchos años después, en las inmediaciones de Villa Soldati, Antonio Berni encontraría el hábitat natural para los entrañables Juanito Laguna y Ramona Montiel, rodeados del paisaje marginal de chapa y basura. Los propósitos de entonces, planteados en un plan regulador "para equilibrar los desparejos desarrollos entre los sectores Norte y Sur de la ciudad", no cumplieron su cometido. Aquel plan trazado para construir nueve conjuntos habitacionales que albergarían a 170.000 personas acorde con los lineamientos del Movimiento Moderno, es hoy la imagen viva de un "fracaso intelectual colectivo". Gian Paolo Minelli descubre ese universo en sus fotos rigurosas que se aventuran en la indagación atropológica. La muestra contó el apoyo de la Ciudad de Lugano, del Corriere del Ticino (Matilde Bonetti-Soldati) y de le embajadora Carla Del Ponte.
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