De Lima al mundo, el arte peruano vive su mejor momento
LA NACIONCelina Chatruc
LIMA.- "Esta es la única obra que no cambiamos, porque no entraba por el ascensor", dice Efraín Salas en el dormitorio que comparte con Lud Vargas. Dedicados a la producción de eventos, ambos viven en un duplex con vista al Lima Golf Club, en el barrio residencial de San Isidro. Allí exhiben, junto con su colección de antigüedades, parte de las piezas de arte contemporáneo que comenzaron a comprar hace casi una década.
Habitué de una decena de ferias y bienales en distintos países, incluida arteBA, esta pareja volvió a abrir su hogar en los últimos días para recibir a los invitados VIP de Perú Arte Contemporáneo (Parc), feria dirigida por el argentino Diego Costa Peuser. La visita guiada incluyó el toilette, decorado con obra de Christian Bendayán, artista que representará este año a Perú en la Bienal de Venecia.
"Así estaba el departamento el año pasado: eran todas fotografías, con la pared de otro color", dirá Salas a LA NACION al día siguiente mientras acerca su teléfono en el jardín de otra coleccionista, en el barrio de Barranco, con vista al Océano Pacífico. Hablar de obras propias y ajenas, entre piscos y ceviche, fue el tema central de las recepciones para visitantes internacionales que se sucedieron en los últimos días en la capital peruana.
"Tenemos una oferta cultural similar a la de Barcelona", asegura entusiasmado Roberto Boyle Castelli, gerente de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Miraflores, mientras brinda en otro cóctel ofrecido por Miki Ivcher. Hija del empresario televisivo Baruch Ivcher, la CEO de Frecuencia Latina International y sus hermanas se asociaron el año pasado en Parc con Costa Peuser, impulsor de ferias en Lima, Miami y Buenos Aires.
El resultado de esa sinergia fue un éxito. Dos meses después de que Perú participara como país invitado en ARCO, con presencia en la feria y un programa paralelo que abarcó varias instituciones madrileñas, Parc sorprendió al público local con un cambio de sede: se mudó a Casa Prado, en Miraflores, el barrio de Lima más parecido a Palermo. La coleccionista Ella Fontanals-Cisneros y el fotógrafo Mario Testino se contaron entre los cientos de invitados especiales que asistieron a la inauguración.
En esta residencia construida a mediados del siglo pasado por una de las familias más poderosas de Perú, que supo reunir a la aristocracia limeña hasta que fue confiscada en el gobierno militar en la década de 1970, Parc exhibió hasta el domingo obras de 200 artistas representados por 46 galerías de 13 países, incluidas siete de la Argentina. También, parte de la primera gran colección impulsada por Javier Prado Ugarteche a fines del siglo XIX y una muestra de artistas de la amazonía peruana que se había exhibido en febrero en Matadero Madrid.
Esa convivencia entre la tradición y lo contemporáneo ya había demostrado su eficacia en la capital española, cuando la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando alojó la muestra "En orden de aparición: arte peruano y latinoamericano de la colección Hochschild". Curado por Luis Pérez-Oramas y Estrella de Diego, el acervo de Eduardo y Mariana Hochschild se sumó así a la propuesta de diálogo entre artistas que tuvo como protagonista hace dos años la colección de Eduardo Costantini.
Entre las propuestas más contemporáneas de Parc se destacaron el stand de la galería brasileña Vermelho (Brasil), dedicado por completo a la obra de Chiara Banfi, y las secciones Next, con galerías emergentes seleccionadas por Florencia Portocarrero, y Solo Projects, a cargo de la española Ruth Estévez. Curadora general del Rose Art Museum de Boston, esta última integra el equipo liderado por Jacopo Crivelli Visconti para la próxima edición de la Bienal de San Pablo.
La galería puertorriqueña KM 0.2 se llevó los 2000 dólares del premio Paraíso al mejor proyecto de Next, sección que incluyó la participación de la argentina Piedras. La representación de nuestro país se completó con stands de las galerías Herlitzka+Faria, Smart Gallery, Pabellón 4, Imaginario, Bensignor y la cordobesa LYV.
"Fue una gran sorpresa. A pesar de tener diez años viniendo a Lima, donde conozco mucha gente, no esperaba estos resultados. Vendí obras de todo el staff y posiblemente tenga que regresar a entregar una obra más de Eduardo Rodríguez", dijo a LA NACION Néstor Zonana, director de Pabellón 4. También Mauro Herlitzka, presente en Parc desde sus inicios, se mostró muy conforme con las ventas. Y LYV ostentaba varios puntos rojos junto a las obras de Luis Wells y Julio Le Parc.
El maestro mendocino de noventa años, que tendrá un triple homenaje este año en Buenos Aires, estuvo representado por varias galerías de distintos países. La galería brasileña Zipper, en tanto, llamó la atención con obras de Janaina Mello Landini similares a una que Facebook instalará en sus oficinas de Silicon Valley.
Entre las propuestas locales sobresalió Ginsberg con las provocadoras pinturas de Wynnie Mynerva, joven artista que aportó una performance a la oferta multidisciplinaria. Lo más interesante de Revólver, galería que también tiene sede en Buenos Aires, se exhibió puertas afuera de la feria: las instalaciones de Ishmael Randall Weeks ocuparon casi toda la superficie de su local de doble altura en el barrio limeño de San Isidro.
El artista cusqueño recibió la visita de Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de México, convocado por Miguel Ángel López a participar del programa de charlas en el auditorio. También aprovecharon para recorrer galerías otros disertantes como Emiliano Valdés, curador en jefe del Museo de Arte Moderno de Medellín, y a Carla Acevedo Yates, curadora del Broad Art Museum de Michigan. Ellos recorrieron el circuito de galerías de Barranco, donde Ginsberg destinó una antigua casa a talleres de artistas y 80m2 Livia Benavides, habitué de arteBA, tiene su sede sobre la costa del Pacífico. Una costa desde la cual, en las últimas semanas, el arte de Perú partió a conquistar el mundo.
Por Celina Chatruc
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