De las bananas a las palomas: Art Basel volvió a sorprender en su regreso presencial
Con otra original obra en el stand de su galería en la feria de Miami, el artista italiano Maurizio Cattelan continuó con su habitual ironía la intervención de 2019 que desató un debate global
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MIAMI. Esta vez son palomas. Paradas sobre el stand de Perrotin, observan a los invitados VIP que recorren Art Basel, como si ostentaran su poder de dejar caer excrementos sobre los visitantes y las obras exhibidas. La galería admitió haber tenido muchas consultas pero no quiso mencionar si hubo ventas de Ghosts, esta intervención de Maurizio Cattelan, el artista que sorprendió con la venta de bananas en la última edición presencial de la feria en Miami.
Dos años más tarde, tras la pausa impuesta por la pandemia, las bananas exhibidas en el Centro de Convenciones de esta ciudad integran propuestas de artistas argentinos. Una réplica en miniatura de Comediante, la pieza del artista italiano que ingresó en la colección del museo Guggenheim de Nueva York, fue tallada en bronce por Valentín Demarco y convive en el stand de Isla Flotante con otros dijes que incluyen entre muchos otros el logo del supermercado Día, una milanesa a caballo, una Biblia y un calefón. “Esto resume toda la obra”, dijo a LA NACION el olavarriense de 35 años.
Cerca de allí, una banana real asoma con otras frutas y verduras de la panza de una de las Mamás luchonas de Gabriel Chaile, otro joven tucumano que crea imponentes esculturas huecas de adobe –como la que se exhibe actualmente en la Trienal del New Museum de Nueva York– en homenaje a los hornos de barro que ofrecieron alimento a su familia.
La diversidad de propuestas es una de las apuestas fuertes de esta edición, que suma varias galerías nuevas en un total de 253. Así lo señaló hoy en conferencia de prensa Marc Spiegler, director global de Art Basel, al recordar el desafío que esto representó en un año tan incierto. Si bien en septiembre ya se había retornado a lo presencial en la sede de Basilea, entonces hubo muchas cancelaciones de último momento. Algo que ahora no ocurrió pese a la amenaza de la variante Ómicron: según el alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, 80.000 personas llegaron esta semana, atraídas por Art Basel y la veintena de propuestas artísticas que acompañan.
“Un año surreal”
Entre ellas se cuentan la feria Pinta, impulsada por el argentino Diego Costa Peuser, que abrirá hoy a invitados especiales. Y la propuesta híbrida alojada en el Faena, con instalaciones site-specific que tienen su contraparte digital, algunas de las cuales se subastarán esta noche durante el lanzamiento de la plataforma Aorist. Estará presente Beeple, el tercer artista vivo más cotizado del mundo, que desató esta escalada al vender una obra digital en marzo por 69,3 millones de dólares.
“Fue un año surreal”, dijo este último a LA NACION, al confesar que no esperaba una aceptación tan rápida de los Token No Fungibles (NFT) en el mercado del arte. A tal punto que ya tienen su propio lugar en Art Basel, la feria más importante del planeta, con un proyecto impulsado por la plataforma Tezos: una muestra que incluye trabajos de criptoartistas conscientes de la emergencia climática, otra de las tendencias de esta semana. “Los NFT no van a desplazar al arte físico, pero sí están atrayendo nuevos coleccionistas”, observó Beeple, que hoy se disponía a visitar por primera vez la feria.
Para hacerlo, como todos los demás, debió demostrar que fue vacunado y recibir a cambio una pulsera que lo distinga para poder entrar. Con barbijo, por supuesto, un requisito que se recuerda cada tanto por los parlantes. “Queremos hacer esto de la manera más segura posible”, dijo Spiegler en la conferencia de prensa.
Pidió luego un minuto de silencio por su amigo Virgil Abloh, uno de los diseñadores más influyentes del mundo, fallecido el domingo último a los 41 años. Justo cuando se disponía a presentar ayer con un exclusivo desfile en una isla la colección masculina primavera-verano de Louis Vuitton. “Virgil remixó la moda, la música, el diseño y el arte”, lamentó el director de Art Basel.
Otra clase de remix parecen impulsar en la feria las mujeres que pasean con perros vestidos con prendas de Chanel. Sin embargo, nada parece demasiado en esta cita global cada vez más abierta a la diferencia. Bajo el mismo techo donde se exhiben obras de artistas como Anish Kapoor o Ai WeiWei, y donde ya se concretaron varias ventas por valores de seis cifras en dólares, América latina está muy bien representada. El stand de la galería uruguaya Sur sorprende por ejemplo con una muestra curada por el prestigioso Paulo Herkenhoff que recorre la modernidad en el sur del continente con obras de algunos de sus principales maestros. Entre ellos Joaquín Torres García, Emiliano Di Cavalcanti, Wifredo Lam, Pedro Figari, Xul Solar y Hélio Oiticica.
Desde la Argentina llegaron también obras de artistas locales representados por Herlitzka+Faria, Revolver y Jorge Mara. Este último, que participa en la feria desde hace más de una década, trajo entre otras piezas imperdibles fotografías realizadas por el duo Ringl+Pit, integrado en 1930 en Berlín por Grete Stern y Ellen Auerbach.
Hay además obras recientes de Julio Le Parc exhibidas junto a otras de Liliana Porter y Pablo Reinoso en la galería Polígrafa de Barcelona, y ya se vendió otra de Tomás Saraceno por 69.000 euros en la berlinesa neugerriemschneider. Talentos locales que prueban que estamos lejos de ser un país “bananero”.
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