De la Docta a la Cúpula: el “huracán Camila” pasó por Buenos Aires y cerró el festival Filba
Sosa Villada, consagrada actriz y escritora, presentó su novela “Tesis sobre una domesticación”, criticó en medios y redes a su casa editora, la industria del cine y al “progresismo de la clase media”
- 8 minutos de lectura'
Durante su visita a Buenos Aires para presentar la novela Tesis sobre una domesticación (Tusquets, $ 9900) y protagonizar el cierre de la decimoquinta edición del Filba, ayer al anochecer, en la Cúpula del CCK, la escritora y actriz cordobesa Camila Sosa Villada (La Falda, 1982) se expresó en medios de comunicación y redes sociales en contra de su casa editora, la industria del cine y el “progresismo”. En el verano, Sosa Villada había estado en la ciudad para filmar Tesis sobre una domesticación, película dirigida por Javier van de Couter y que coprotagoniza con el mexicano Alfonso Herrera.
En el CCK, donde fue ovacionada, hechizó a la audiencia con la lectura del primer capítulo de su novela. Tras una serie de desencuentros, finalmente agradeció a Planeta. Apenas publicada, a inicios de septiembre, Tesis sobre una domesticación -“el mejor libro que escribí hasta ahora”, dijo- se convirtió en best seller. Reescritura de la novela homónima de 2019, está protagonizada por una impetuosa actriz trans en pareja con un abogado gay, con el que adoptan a un niño con VIH. Tiene un prólogo de la escritora y documentalista española Valeria Vegas, autora de ¡Digo! Ni puta ni santa. Las memorias de La Veneno. Por decisión de Sosa Villada, la primera presentación de la novela se hizo a mediados del mes pasado en el Teatro Comedia de Córdoba, donde la acompañó Humberto Tortonese.
¡Fin de fiesta con @LanoviadeSandro!#Filba2023 pic.twitter.com/fFnEaW4c1f
— Filba Literatura (@FundacionFilba) October 1, 2023
Por X, 72 horas antes Sosa Villada había criticado al Grupo Planeta, en cuyo sello Tusquets se publicó Las malas y Tesis sobre una domesticación, además de los cuentos de Soy una tonta por quererte. “¿Ustedes pensaban que vender muchos libros aseguraba algo en una editorial? Que toda la fantochada de ay la primera en la lista, la esto y la otro, suponían que una editorial te trataba con alguna deferencia. No, mi amor. Estoy en una habitación sin señal de wi fi”, escribió el jueves. “Durmiendo en una cama que parece hecha de colchonetas encimadas y por supuesto la única respuesta es el silencio. Vivo mucho mejor en mi casa. No sé por qué me hicieron venir a laburar y salir de mi zona de confort cuando tengo cosas más importantes de las que ocuparme”.
Tras las quejas, los editores se comunicaron con la autora, que consiguió que la mudaran a una habitación más confortable. Luego de un pedido de disculpas, acompañado de un ramo de flores, se fumó la pipa de la paz. Al ser consultada si rompería el contrato con su casa editora, Sosa Villada dijo a LA NACION que no tenía una respuesta a esa pregunta; tampoco informó si recuperaría los derechos audiovisuales de Las malas. El proyecto de llevar a la pantalla su primera novela, actualmente paralizado, había sido anunciado hace tres años.
Sus reclamos repercutieron en España, donde está la nave nodriza del grupo editorial. Tras la renuncia de la “histórica” editora de Tusquets, Paola Lucantis, que abrió la librería Te Llamaré Viernes (La Pampa 1569) con Paulina Cossi, el editor del sello es ahora Mariano Valerio. Con otras autoras como Valentina Vidal y Luciana De Luca, que acaba de lanzar la novela El amor es un monstruo de Dios, Sosa Villada se considera una “chica Lucantis”.
En sus declaraciones a la prensa, Sosa Villada dejó trascender que la fama o el reconocimiento que alcanzó tras el éxito de Las malas no la hace feliz. El “complejo de Polícrates” -cuando una persona siente desasosiego en el momento en que ha logrado sus aspiraciones- no discrimina. “¿A vos, Claudia, que te va tan bien con los libros, que te conocen en un montón de lugares de lenguas extranjeras, te hace feliz?”, le preguntó Sosa Villada a su entrevistadora, Claudia Piñeiro, en el programa radial Tarde para nada, que conduce María O’Donnell. Con humor, la autora de El tiempo de las moscas dijo que para ella la felicidad era un estado bastante excepcional y que no la confundía con el éxito. “A mí nada me hace feliz, partamos de esa base -le respondió-. La amargura me resulta más fácil”. En 2020, Sosa Villada ganó el premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, con Las malas.
Acá la la entrevista a la escritora Camila Sosa Villada @LanoviadeSandro , que hicimos ayer en #tardeparanada de @odonnellmaria en @radioconvos899 acerca de “Tesis sobre una domesticación” y mucho más que la disfruten. https://t.co/44TGXPB6NB
— Claudia Piñeiro 💚 🧡 (@claudiapineiro) September 30, 2023
Sosa Villada también habló en el programa de streaming Tres estrellas con Pedro Rosemblat, Ivana Szerman y Marcos Aramburu (con el que dialogó el jueves a la tarde en el Centro Cultural Borges, donde expresó sus desacuerdos con Judith Butler y Paul B. Preciado). “La vida no tiene sentido -filosofó-. Me pasó cuando me volví millonaria. A las travas siempre nos dijeron que no nos iban a pasar determinadas cosas porque éramos de esta forma, el amor, la estabilidad económica, la familia, el prestigio, no morirte sola; cuando crucé del otro lado, me encontré con que ese mundo que servía como amenaza y como promesa no existía más. Este mundo de ahora no tiene agua ni comida, e insiste en errores que ya se cometieron”.
Para graficar el modo en que su situación económica había mejorado usó un símil. “Cuando los albañiles me gritan ‘trava’ u otra barbaridad, me río porque yo tomo un vino que sale lo que a ellos les pagan por una semana de trabajo”, contó.
“Las actrices somos difíciles”, admitió. “El cine es una industria de mierda: verticalista, machista, humillante. Hay que ponerle una bomba y hacerlo de nuevo”, propuso. Recordó que Victoria Abril había dicho que hasta Pedro Almodóvar “olvidaba” a sus actrices cuando envejecían, como pasó con Verónica Forqué.
Reveló que el escritor Juan Forn, que le había pedido un texto para la colección Rara Avis, había pronosticado que Las malas sería un éxito. “Publicar no es importante -dijo Sosa Villada-. Lo importante es escribir”. También anunció que se tomaría un descanso del “mundo de la industria editorial, los festivales y las ferias” y que volvería al teatro. “Me torran los escritores, no tienen sex appeal, no dan bien en las fotos, no son glamorosos”. Recomendó novelas de Han Kang y de Elizabeth Taylor, y la biografía de Pedro Lemebel, Loca fuerte, de Óscar Contardo.
Rosemblat le preguntó si todavía era amiga de Forn. “Bueno, te tengo que informar que Juan Forn está convertido en tierra, se ha muerto de un infarto -le dijo Sosa Villada con tono castizo-. Estábamos distanciados pero nos queríamos. Me hizo conocer a un montón de escritores que me fascinaron; ya no quedan editores así, salvo mi editora Paola Lucantis”.
“Sé que les pidieron que no hablemos de política, pero este momento de la Argentina me parece particularmente aburrido -dijo-. Y tremendamente obvio, es lo que iba a pasar. […] Obviamente que hay gente que se queda afuera de un discurso progresista y más en un país como este, donde el progresismo viene de la clase media. Las travas se cagan de risa cuando decís ‘todes’”.
Se supo. Ya está. No lo oculto más. pic.twitter.com/CeeEWR0KDS
— La pioja resucitada (@LanoviadeSandro) September 29, 2023
Sus declaraciones fueron criticadas en redes por simpatizantes del oficialismo. “Y repito, esto es fascismo. Salir a crucificar a una trava o una mina que no dijo lo que ustedes esperaban ES el mundo que proponen los candidatos en este momento”, escribió la autora en su cuenta de X para luego ponderar: “Por otro lado, creo que nunca ofendí tanta gente en tan poco tiempo”. Hizo un comentario sobre el escándalo que protagonizaron el flamante exjefe de gabinete del gobierno bonaerense, Martín Insaurralde, y la empresaria Sofía Clerici. Y no se privó de ironizar con memes: en uno se la ve posando con los integrantes de Juntos por el Cambio; en otro, en el estudio de LAM, el programa de Ángel de Brito en América.
Fin de Filba
La 15ª edición del Filba finalizó anoche con una convocante lectura de Sosa Villada en la Cúpula del CCK. De miércoles a domingo y en varias sedes, en el festival literario se hicieron performances, talleres, catas de libros, paneles y entrevistas a reconocidos escritores internacionales como Jonathan Franzen, Mircea Cărtărescu y Renata Salecl. También viajaron a Buenos Aires las mexicanas Brenda Navarro y Daniela Tarazona, la franco-canadiense Nancy Huston, la italiana Francesca Manfredi y los chilenos Simón López Trujillo y Alia Trabucco Zerán, entre otros. A modo de respuesta a las promesas de Silicon Valley, el lema de este año fue “La máquina humana”.
Qué bitácora hermosa con Claudia Massin, Mariana Travacio, Daniela Tarazona, Francesa Manfredi, Thibault de Montaigu y Valeria Tentoni.#Filba2023 pic.twitter.com/xCErsqrcLd
— Filba Literatura (@FundacionFilba) October 1, 2023
“Hubo muy buena respuesta, con públicos de todas las edades que agotaron los cupos de las actividades; fue muy conmovedor”, sintetizó la directora del festival, Amalia Sanz, que estimó que este año participaron cerca de diez mil personas. Decenas de escritores argentinos -Gabriela Cabezón Cámara, Liliana Ponce, Martín Kohan, Beatriz Vignoli, Juan José Becerra, Jorge Consiglio y Ricardo Romero- formaron parte de esas actividadades. En la apertura, el miércoles pasado en el Malba, el presidente del Filba, Pablo Braun, había solicitado mayor compromiso del Estado y de las empresas. “Año a año no sabemos si vamos a poder hacer uno próximo”, dijo.